Entrevista a Iván Kerr

“Una política de vivienda debe ser de largo plazo”

El subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación destacó el crecimiento del programa Procrear y cuáles son los planes a futuro en el área.

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El funcionario participó en la ciudad de Santa Fe del 132º Consejo Federal de la Construcción.

Fotos: Flavio Raina

 

Gabriel Rossini

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El subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación, Iván Kerr, destacó el crecimiento del programa Procrear donde ya fueron seleccionados más de 14 mil santafesinos de los cuales 500 ya escrituraron y adelantó que están trabajando con los desarrolladores inmobiliarios en un menú de posibilidades para que sean ellos los que lleven adelante la construcción de las viviendas del plan.

“La operación promedio de los créditos Procrear está en 1,05 millones de pesos. La gente está tomando el máximo de subsidio que puede que promedia los 350 mil pesos, pide un crédito de 550 mil pesos y aporta más del 10 por ciento del anticipo que le pedimos, es decir, un promedio de 150 mil pesos en cada operación. La cuota promedio de las más de 6.000 personas que han escriturado es de 4.400 pesos. Y una cosa curiosa: el promedio de la relación cuota-ingreso, que en Procrear era de un máximo del 25 por ciento, ahora está entre el 18 y el 19 por ciento con lo cual la gente está más holgada”, manifestó

—¿Cómo esta funcionando el programa Procrear en Santa Fe?

—Muy bien, creciendo muchísimo el volumen de créditos hipotecarios. A nivel país, se otorgaron 3.200 millones de pesos en mayo, 3.500 en junio, más de 5.000 en julio y en las dos primeras semanas de agosto suman 4.000 millones. Nosotros incorporamos al programa un crédito para la compra de la vivienda nueva o usada que arrancó en 1,5 millones de pesos, aumentó a 1,65 millones y ahora está en 2 millones. Éste fue el más demandado. En esta modalidad, hay más de 14 mil santafesinos seleccionados -de los 90 mil de todo el país- de los cuales 500 ya escrituraron.

—Además de los créditos para la compra había para la construcción y refacción.

—Lo que era construcción, lo relanzamos. Hicimos una inscripción a partir de abril y se anotaron unas 16 mil personas en todo el país. A mediados de agosto, le informamos que habían calificado a 9.500 personas. Ahora, pueden ir a los bancos a buscar los créditos. Nosotros le damos el subsidio con el mismo esquema que para la compra. Respecto al Procrear anterior, la selección no va a ser por sorteo sino por puntaje y limitamos la cantidad de metros cuadrados que se pueden construir hasta 80. Estamos hablando de una vivienda para la clase media. No queremos estar subsidiando a alguien que construya 200 ó 300 metros cubiertos. Para refacción no estamos dando por dos razones: los bancos no están muy interesados en dar ese crédito porque es muy difícil de garantizar y por el otro lado porque desde el Estado queremos ayudar con subsidios a acceder a la primera vivienda, así que aquel que ya lo tiene y necesite ampliarla o refaccionarla tiene en los bancos los créditos UVA a 30 años. Sí, estamos dando líneas de microcréditos que se llaman Mejor Hogar para un sector de la sociedad más vulnerable, que no necesita un recibo de sueldo y puede retirarlo para la compra de materiales o, cosa en la que el presidente está muy interesado, para que se conecten a la red de gas natural y prontamente para agua potable y cloacas.

—Vienen modificando y relanzando el Procrear ¿Con qué cosas se han encontrado y en qué cosas están pensando hacia el futuro?

—Creemos que una política de vivienda en Argentina debe ser de largo plazo. Por eso, la primera decisión que tomamos fue mantener el único programa de acceso a la vivienda que había que era Procrear haciéndole las modificaciones que considerábamos necesarias. Una de las cosas que no nos parecía buena era la de no permitir la compra de la vivienda. Lo que más quiere la gente es que le des el crédito y ella poder elegir y comprar su vivienda. De lo que está en construcción, hay muchos créditos dados a personas que no necesitaban ese subsidio del Estado, sobre todo cuando tenemos un país con 3,5 millones de hogares con déficit habitacional. No es que una familia con ingresos por 40 mil pesos y un terreno en un country no merezca un crédito hipotecario. Lo que no está bien es que el Estado subsidie esa persona. Lo que tiene que hacer el Estado es generar las condiciones para que esta familia pueda acceder a un crédito hipotecario en un banco. Lo otro que vemos difícil son los desarrollos urbanísticos que ha hecho Procrear, los que vamos a terminar porque ya hay una gran inversión del estado hecha, sin ninguna estrategia, en lugares donde no hay demanda o las viviendas son muy caras, de muchos metros cuadrados, que están muy bien pero el costo aleja a quienes más necesidad tiene.

—Uno de los principales problemas que tenían quienes querían acceder a estos créditos era la falta de un terreno para construir. Reunía los requisitos de ingresos pero no tenía dónde hacerlo.

—Eso es un problema de todo el país porque no hay una ley de ordenamiento territorial, de acceso al suelo, la gente va ocupando espacios. Crecemos mal. Hay algunas ciudades como la de Santa Fe que tienen un plan de crecimiento hacia el norte que van ganando terreno y generando nuevos espacios pero es la excepción. Los intendentes vienen a gestionar programas de viviendas con infraestructuras donde no vive gente en vez de llevar infraestructura adonde vive. Y el déficit es más cualitativo que cuantitativo: la gente necesita que mejore su entorno, que le pavimenten las calles, que le conecten los servicios básicos, que le den la posibilidad de mejorar su barrio. Hoy, no se habla en materia de política de vivienda internacional de construir vivienda sino de generar acceso a la ciudad, que es un derecho a la vivienda más amplia. La política de viviendas tiene que estar inmersa en una agenda urbana. Ghetos de pobres en las periferias de la ciudad que no generan inclusión social, que no generan acceso al trabajo, a la salud, no es más una solución a la política habitacional.

—¿Cómo encaran soluciones para la gente que está en la economía informal?

—Hay medidas muy concretas del gobierno para trabajar sobre esa población más vulnerable. Por un lado, el Registro Nacional de Barrios Populares que le está dando a muchos de los 4.500 asentamientos censados la posibilidad de generar a través del Anses un registro, certificado de propiedad que es el camino a la formalidad. No es un título de propiedad pero sirve para hacer los trámites para conseguir los servicios básicos. Por otro lado, la Anses con Argenta está dando créditos a gente que recibe la Asignación Universal por Hijo con códigos de descuento, jubilados y pensionados. En ese segmento de la población, ya han entregado casi 200 mil créditos y la gente de Anses ha hecho la estimación de que el 70 por ciento lo usa para refacción de su vivienda. Y nosotros, desde Procrear, microcréditos para retirar materiales hasta 20 mil pesos y para poder tener el acceso a los servicios básicos.

—¿En qué están pensando de aquí en adelante?

—La demanda de alguna manera se está atendiendo. Nuestra principal preocupación es trabajar en la oferta. Tenemos que lograr que los desarrolladores entiendan que se terminó el país en el que sólo se construye con fondos públicos y después ellos con esa renta construyen viviendas suntuosas para inversores. Tenemos que lograr que estos desarrolladores inviertan este capital en atender otro tipo de demanda y desde Procrear estamos trabajando con el Banco Nación con líneas de crédito intermedia para estos desarrolladores. Ya lo hicimos con la intendenta Fein en Rosario en los terrenos de Tiro Federal mediante un sistema de inversión público privado con canje por metros cuadrados. Y la continuidad en el Parque Federal de Santa Fe no lo vamos a hacer con dinero del Estado sino con inversores privados que nos den viviendas como pago por las tierras. Una modalidad en la que estamos trabajando es que al subsidio que hoy le damos a la persona para que se compre una vivienda lo pongamos directamente en el “pozo” de un desarrollo en el momento del inicio de la obra. Esto le permitiría al desarrollador tener capital para iniciar la obra y cuando está lista se le otorga el crédito a los beneficiarios que tendrían en pago ya el subsidio para después escriturar.

—¿Hay compromiso de los constructores para avanzar en este tipo de operatorias?

—Sí. Entiendo que hay que generar confianza. Han visto el interés de la gente y han largado proyectos en UVA, que los han suscriptos todos. Tienen que entender que antes iban a un público seguro, que les pagaba en dólares y en un plazo muy corto porque no necesitaban tomar créditos. Ese nicho de negocios tiene que diversificarse y el Estado se tiene que ocupar de quienes más lo necesitan, que no pueden pagar la cuota de un crédito hipotecario. El Estado ha atendido con viviendas sociales al sector medio. Hoy, a ese sector le decimos: tomá un crédito que te damos una ayuda. Y nosotros estado focalicémonos en la urbanización de asentimientos, en inversión de obras públicas, en viviendas para sectores de menores ingresos. Lo que los desarrolladores tienen que generar hoy son viviendas de 60 metros cuadrados de 1,5 millones de pesos. Ahí, hay una enorme demanda pero van a tener que aceptar que su negocio sea con créditos a largo plazo, que no es ni más ni menos que lo que sucede en todas a partes del mundo.

—¿Cómo será la operatoria de poner terrenos del Estado nacional?

—Lo que vamos a hacer es usar tierras del Estado y en vez de construir a presupuesto estatal, licitamos un canje por metro cuadrado, nos dan en pago viviendas apto Procrear y las comercializaremos. En el caso de Rosario, licitamos así 500 viviendas y en el caso de Santa Fe llamamos a licitación el lote 9 en el Parque Federal por 291 viviendas, por la que nos van a dar 2.400 metros cubiertos en pago, casi 13 por ciento del desarrollo.

Relación con el gobierno provincial

Respecto de la relación con el gobierno provincial, Iván Kerr informó que en lo que va del año el Estado nacional le transfirió para viviendas 255 millones de pesos, “lo que sigue siendo un monto bajo pero es mucho mayor que lo que recibía en años anteriores”, destacó.

El funcionario nacional dijo que la relación entre ambos Estados no tendrá el mismo modelo que la gestión anterior donde, por ejemplo, el Estado nacional financiaba la construcción de miles de viviendas en la provincia. “Tenemos que lograr que el modelo sea de inversión privada con crédito hipotecario. Una vivienda le sale al Estado nacional 1,2 millones de pesos. Financiamos 55 metros cubiertos a 17,500 pesos el metro cuadrado. Tenemos un presupuesto de 30 mil millones de pesos, por lo tanto podríamos hacer 30 mil viviendas. Ahora, si le damos 300 mil pesos de subsidios a un grupo familiar que tiene ingresos de dos salarios multiplicamos por cuatro la cantidad de personas que pueden acceder a la vivienda”, explicó.

“El modelo no va ser más que las 150 mil soluciones habitacionales anuales que se necesitan vengan todas del Estado nacional porque esa plata no la tiene. El modelo tiene que ser más como en todo el mundo donde el Estado deje de ser el constructor de la vivienda y se dedique a subsidiar a la gente. El modelo anterior era subsidiar la oferta, los constructores eran los que recibían la plata. Después era bastante oscuro quien recibía la vivienda. Nosotros queremos ir a la persona que es la que tiene el déficit y es la que nos permite apalancarnos, nos permite multiplicar”, destacó el funcionario.

Kerr dijo en la subsecretaría que dirige buscarán replicar a nivel nacional las bases únicas de beneficiarios por Internet, como hace la provincia de Santa Fe, para que todos puedan inscribirse. “Hay que salir de ese oscurantismo que tiene la adjudicación de viviendas, de clientelismo y poca transparencia. Tenemos que darle a la vivienda la misma transparencia que el presidente ordenó darle a la obra pública, para que todos puedan saber si quien recibe una vivienda cumple con los requisitos.