Unión le ganó 1 a 0 a Gimnasia en el debut de local

¡... y lo gritó como nunca! Franco Soldano se mete entre los irresolutos defensores de Gimnasia para capitalizar el centro de Gamba y convertir el gol que le dio la victoria a Unión. El Tate lo justificó en el primer tiempo y pudo ganar por una mayor diferencia de no ser por los errores arbitrales.

Foto: Pablo Aguirre

Alberto “Nene” Sánchez

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Alguna vez lo afirmó César Luis Menotti. El “Flaco”, director técnico de la Selección Argentina campeón mundial en 1978, decía que el equipo que él dirigía en ese torneo, se caracterizaba por tener “sociedades”, las que se complementaban entre sí para de esa manera armar un “equipo”.

Galván y Passarella era una de ellas, pero a su vez Olguín con Galván y Passarella con Tarantini; en el mediocampo Gallego con Ardiles; o más adelante Kempes con Luque; pero también Luque con Bertoni. Eran “pequeñas sociedades” que, gracias al talento de algunos de ellos, más las ganas de otros, hacían que el “equipo” funcione. Por supuesto que estaba “El Matador”, que cuando aparecía podía definir el partido más cerrado.

No es que quiera comparar, mucho menos tratar de establecer cierto parangón entre un equipo y otro, pero anoche, el Unión de Leonardo Madelón consiguió un valioso triunfo 1-0 sobre Gimnasia y Esgrima de La Plata merced al buen desempeño de algunos jugadores que formaron “parejas” que funcionaron muy bien y así pudieron armar un equipo compacto, duro, impenetrable, que jugó en bloque, y que cuando tuvo la pelota trató de cuidarla y darle un destino seguro, pero cuando estuvo en poder del rival, que fue durante mucho tiempo, no se desesperó y se tomó su tiempo para recuperarla o bien para desbaratar cualquier intento de romper ese bloque.

Hubo tres “sociedades” bien marcadas: Yeimar Gómez Andrade-Jonathan Bottinelli, Mauro Pittón-Nelson Acevedo y Lucas Gamba-Franco Soldano. Pero en momentos del partido, en movimientos estratégicos destacables, Diego Zabala con Mauro Pittón y Nelson Acevedo con Claudio Aquino armaban, tanto sea por derecha como por izquierda, esas parejas que se desdoblaban para cubrir espacios y armar una telaraña en la que caía Gimnasia, o para comenzar a generar (dentro de las posibilidades y teniendo en cuenta algunas limitaciones) algo de juego ofensivo.

Así, Unión pudo aguantar el envión con que entró Gimnasia a jugar el partido. Fueron sólo 10 minutos, a partir de ahí el local empezó a adueñarse del cotejo, no tanto de la pelota, pero controlaba las acciones aún sin tenerla. Y cuando la recuperaba insinuaba más que Gimnasia.

Como pasó a los 20 minutos, cuando Gamba avanzó por izquierda, pudo sacarse a su marcador de encima y cuando tuvo la oportunidad envió el centro que su “socio”, Soldano, pudo conectar de cabeza para poner el 1-0. No me animaría a decir que el Unión merecía ponerse en ventaja, pero así como la visita había desperdiciado un par de ocasiones cuando estaba mejor, Unión tuvo una y no la desaprovechó.

Practicidad, contundencia, oportunismo o como se le llame. Los de Gimnasia dirán que Unión no merecía ponerse en ventaja, seguramente después de haber terminado el partido habrán expresado que no merecieron perder, pero la victoria tatengue es totalmente legítima, e “hilando fino” justa y merecida.

¿Por qué?, porque si bien el segundo tiempo tuvo menos emociones que el primero, Gimnasia no pudo romper las líneas de Unión, y cayó en las redes de ese trabajo táctico y estratégico tan bien aprendido por los jugadores elegidos por Madelón.

Lo dijo el mismo “Leo” finalizado el encuentro: “Necesitábamos los tres puntos”. Y eso fue lo que tenían en la mente los protagonistas. ¿Qué el 1-0 fue muy apretado y se sufrió?, es verdad. Pero la idea era no arriesgar demasiado para no terminar lamentando no haber podido sumar de a tres.

El objetivo se logró: Unión ganó en el debut de local en la Superliga; Madelón regresó al 15 de Abril con un triunfo; y los hinchas pudieron retirarse del estadio con una mirada positiva.

Es cierto, faltó fútbol. Pero también falta trabajo. Por ahora las sociedades están en proceso, y en consecuencia, el equipo también.

El festejo de dos gladiadores. Nelson Acevedo y Jonathan Bottinelli se estrechan en un prolongado abrazo al término del partido, mientras se acerca Emanuel Brítez para sumarse al festejo por los tres puntos.

Foto: Pablo Aguirre

Síntesis

Unión 1

Gimnasia 0

Unión: Nereo Fernández; Emanuel Brítez, Yeimar Gómez Andrade, Jonathan Bottinelli y Bruno Pittón; Diego Zabala, Mauro Pittón, Nelson Acevedo y Claudio Aquino; Lucas Gamba y Franco Soldano. D.T.: Leonardo Madelón. Suplentes: Matías Castro, Julián Vitale, Damián Arce y Matías Gallegos.

Amonestado: Martínez.

Gimnasia: Alexis Martín Arias; Manuel Guanini, Fabián Rinaudo y Omar Alderete; Ezequiel Bonifacio, Lorenzo Faravelli, Nicolás Colazo y Lucas Licht; Brahian Alemán; Eric Ramírez y Nicolás Ibáñez. D.T.: Mariano Soso. Suplentes: Yair Bonnin, Oliver Benítez, Facundo Oreja y Agustín Bolívar.

Amonestados: Colazo y Dibble.

Gol: en el primer tiempo, a los 20 min., Soldano (U).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 17 min., Nicolás Dibble por Ramírez (G); a los 27 min., Franco Niell por Alemán (G); a los 30 min., Damián Martínez por Gamba (U); a los 38 min., Franco Fragapane por Aquino (U); a los 39 min., Nicolás Mazzola por Faravelli (G); a los 45 min., Manuel De Iriondo por Bruno Pittón (U).

Árbitro: Nicolás Lamolina.

Cancha: Unión.

Bajo la lupa

Fernández (6): No tuvo mucho trabajo, pero fue fundamental en un par de jugadas apenas empezado el partido, cuando Gimnasia parecía que se llevaba todo por delante.

Brítez (5): En el primer tiempo tuvo mucha participación ofensiva, no tanto en el complemento. Defensivamente no fue muy requerido, ya que Gimnasia no avanzó mucho por su lado.

Gómez Andrade (7): Sólo una equivocación en el segundo tiempo y pasó desapercibida. Jugó un gran partido, muy concentrado y sin complicarse nunca. Hizo la fácil y ganó siempre.

Bottinelli (6): Otro de los puntos altos del equipo. Se nota que se complementa muy bien con su compañero de zaga, y lo fundamental para eso es su experiencia y voz de mando.

Bruno Pittón (5): Le sucedió lo mismo que a Brítez. No tuvo demasiados problemas en la marca. Cuando pudo se proyectó, pero no tanto como en oportunidades anteriores.

Zabala (5): Su trabajo fue más bien táctico y estratégico, por eso no fue tan vistoso, como había pasado en el debut contra Newell’s o como frente a Lanús por la Copa Argentina.

Mauro Pittón (6): Buen partido del menor de los hermanos. Se nota que está consolidado y con más confianza. Hasta se animó a llegar un par de veces al área por sorpresa, y en una le cometieron penal, pero el árbitro cobró falta fuera del área.

Acevedo (6): Otro de los puntos altos del equipo. El “Chaqueño” es el relojito del mediocampo, ordena a sus compañeros del medio y parece que encontró en Mauro Pittón a su socio ideal.

Aquino (5): Se nota que sabe, pero quizás le falte un poco más desde lo físico. Es importante en la ejecución de las pelotas paradas.

Gamba (6): Fue fundamental en la jugada del gol, al encarar por izquierda y enviar el centro-pase a la cabeza de Soldano. Pero además siempre obligó y estuvo muy participativo.

Soldano (6): A lo que nos tiene acostumbrado (sacrificio, perseverancia, solidaridad) le agregó el gol con el que Unión pudo ganar. Con eso le alcanzó para erigirse en una de las figuras del equipo.

Martínez (5): Entró por Gamba para jugar como mediocampista derecho, pasando Zabala a la izquierda y Aquino como mediapunta. No tuvo mucha gravitación.

Fragapane (-) y De Iriondo (-): Uno jugó 10 minutos y el otro tres. Poco tiempo en cancha como para poder calificarlos.