La política en foco
En el medio
La nueva etapa política del país, su consolidación y eventuales derivaciones, y el rol y las perspectivas del periodismo en ese marco, tuvieron esta semana como principal escenario de debate a nuestra ciudad.
Emerio Agretti
El país en el mundo y el periodismo en el país. Y ambos tópicos, en Santa Fe. Tal podría ser el esquema de la síntesis conceptual en que se apoyó el desarrollo de la 55a. Asamblea anual de Adepa, que por tercera vez tuvo lugar en nuestra ciudad y con El Litoral como anfitrión.
En el marco de un período constitucional que comienza a promediar, y que presentó marcados giros en la política exterior argentina y en el desenvolvimiento de los medios de comunicación masiva, los editores y empresarios de medios gráficos y digitales abordaron el debate junto con las cuestiones más acuciantes que interpelan ese mismo desenvolvimiento, en orden a la avasallante primacía de la cultura digital, y las transformaciones que ello exige al periodismo para estar a la altura de las demandas de la sociedad y permitir su propia sustentabilidad.
Tanto el ex ministro de Economía Alfonso Prat Gay como el politólogo Natalio Botana, que preludiaron la asamblea formal con sus disertaciones, pusieron el eje -entre otras cosas- en el lugar que ocupa la Argentina en el contexto internacional, como una suerte de “experimento” político que aspira a superar la crisis de los modelos imperantes en la última década en la mayoría de los países de la región. Y que la convierte en objeto de consideración, pero en esa medida: los resultados aún están por verse, y los consensos sociales y políticos que puedan construirse, en una dinámica de gobierno abierto y oposición “razonable”, son al respecto tan vitales como escurridizos. Y ofrecen al periodismo, por un lado, la mejor posibilidad de desarrollar su cometido, y por el otro el desafío de superar sus propios condicionamientos para contribuir a ese propósito.
“El país ha dejado atrás una política estatal sistemática destinada a desacreditar al periodismo y a combatir a las empresas de medios”, advierte el tradicional informe de libertad de prensa de la entidad, difundido hace unas horas, poniendo el eje en la “normalización” y una saludable tendencia hacia el acceso a la información pública y la mayor apertura de funcionarios al escrutinio periodístico.
Estas ideas fueron retomadas por el gobernador Miguel Lifschitz en la cena de clausura, donde no vaciló en fustigar, en sintonía con el reclamo de los editores, la estrategia kirchnerista de montar una estructura de medios afines, buscando alinear o someter por distintas vías a los demás. En ese contexto, el mandatario destacó que en Santa Fe tiene media sanción una ley de acceso a la información pública, y que mientras tanto rige un decreto -aunque como tal, sólo abarca al Poder Ejecutivo. Y aprovechó a anunciar que el día 28 de este mismo mes hará la presentación de la web provincial que pondrá a disposición de todos los ciudadanos los datos que atañen a la gestión de gobierno.
Antes de él, el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, cifró la trascendencia de la libertad de expresión no sólo en su carácter de derecho individual, sino también de toda la sociedad de poder acceder a las ideas de quien piensa distinto. Con el apoyo de la aplicación por parte del Alto Tribunal de la doctrina de la real malicia, en protección del ejercicio del periodismo, Rosatti instó a seguir el consejo que recibió -de un “maestro de periodistas”- cuando se estrenó en la función pública: actuar dando por sentado que todo lo que haga se va a saber, tarde o temprano. Y que tal es el rol del periodismo.
En simultáneo con las deliberaciones, ocupó la atención pública la entrevista ofrecida por la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner que, con su irrupción a través de una entrevista transmitida por el portal web de un diario y el tono y el contenido de su discurso, participó indirectamente de cada una de las cuestiones que se estaban debatiendo o tomando en consideración en nuestra ciudad. Y además de ser catalizador de casi todas ellas, se convirtió también en una involuntaria metáfora.
En simultáneo con las deliberaciones, ocupó la atención pública la entrevista ofrecida por la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner.
