Sería el 23 de noviembre

Macri recibirá a los tamberos

Mientras los productores definen un listado para presentar con los pedidos más urgentes para el Gobierno Nacional en el marco de la Mesa Sectorial Lechera, se reactiva la ex planta de SanCor de Centeno.

missing image file

Calidad de vida. El tema de la infraestructura, los caminos y accesos, es uno de los reclamos de fondo de la lechería. Foto: Archivo

 

Campolitoral

[email protected]

Según fuentes consultadas por Campolitoral, los tamberos recibieron la confirmación de la fecha de la última reunión previa al encuentro con el mandatario. Será el próximo martes 21, último encuentro con los funcionarios y todos los representantes de la Mesa Sectorial Lechera, para terminar de pulir los detalles del listado de pedidos que le harán llegar al primer mandatario.

Entusiasmados con los avances registrados por sus pares de la Mesa de Carnes, los eslabones de la cadena lechera intentan incluir en la agenda oficial los reclamos estructurales y coyunturales para tratar de revertir la difícil situación del sector.

Por estas horas, en los celulares de los representantes del sector primario, circulan los “10 mandamientos” más urgentes, de los cuales saben que deberán darle prioridad a la mitad “para lograr una optimización en el orden y en el tiempo”.

Las urgencias de la producción

Según trascendió, los tamberos afinan el lápiz para definir los temas, pero en principio sobresalen estos temas: Demanda. Traccionar la demanda interna y externa. Estímulo del consumo interno. Equilibrar las diferencias de consumo con los sectores más vulnerables. Reducción de impuestos al consumo. Compra y coordinación de leche estatal. Plan de leche escolar. Mercado regional: Brasil y México. Mercado internacional: apertura de mercados y considerar a los lácteos como productos estratégicos en las negociaciones internacionales.

Infraestructura. Caminos y accesos. Consorcios camineros. Autogestión. Conectividad.

Competitividad. Mejora de la competitividad industrial con fines de exportación y reducir la brecha productiva entre tambos. Promover los clusters regionales.

Transparencia. Acuerdo de Buenas Prácticas con el sector comercial. Más fiscalización. Conocimiento de la estructura de costos. Monitoreo del volumen entre industrias.

Financiamiento. Leasing, gestión del riesgo. Impuesto a los sellos por contratos y prenda ganadera.

El temario incluye la Presión Fiscal; una Agenda de desburocratización; el Costo laboral, la Imagen y la Institucionalización de los mercados lácteos.

Volver a empezar

Según informara José Bordón en este diario, La Tarantela, una fábrica de quesos ubicada en la localidad bonaerense de Navarro, que distribuye sus productos en el conurbano y en la ciudad de Mar del Plata, se hizo cargo de la planta que SanCor Cooperativas Unidas Limitada (CUL) cerró a comienzos de marzo último, en la localidad de Centeno, departamento San Jerónimo, 151 kms al sudoeste de la capital provincial, al iniciar un proceso de achicamiento como consecuencia de su delicada situación financiera. La operación de venta fue realizada por una suma cercana a los $ 50 millones, según informes a los que accedió este diario.

Según lo confirmara El Litoral, un grupo de los 40 trabajadores que aún permanecían en relación de dependencia con SanCor, regresaron a la planta ubicada a la vera de la Ruta Nacional 34, para reanudar tareas de limpieza y mantenimiento de las instalaciones.

La Tarantela distribuye sus productos en el conurbano bonaerense y en la ciudad de Mar del Plata y es muy fuerte en el sector de las pizzerías.

Fundada en los años 20, su creador fue un italiano, nacido en Nápoles, llamado Salvador De Maio. Entre los productos que elabora se destacan la ricota, quesos blandos, semiduros y duros. “La idea es que en 15 días la planta esté en funcionamiento”, sostuvo Claudio Ordoñez, delegado de los trabajadores de esa planta. “El personal, no en su totalidad, pero si la gran mayoría, está colaborado para que la planta se vuelva a poner en funcionamiento. Estamos haciendo tareas de pintura y limpieza. La idea es que en 15 días se ponga en funcionamiento”, insistió.

Ordoñez recordó que la planta se paralizó hace 7 meses y que tenía 61 empleados. De ese total, 13 aceptaron el retiro voluntario, ya que tenían 55 años de edad y más de 30 de aporte. A otros 6 trabajadores se les ofreció traslado a la planta de Gálvez, pero lo rechazaron y acordaron una indemnización. Ahora somos 38, que es el número que pretende La Tarantela”, explicó.

“Estamos muy conformes porque vamos a estar todos bajo el convenio de trabajo de (la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina) Atilra y nos van a respetar antigüedad, categoría”, aseguró Ordóñez.