En Córdoba

Convirtieron en beata a la Madre Catalina de María

  • La religiosa, fallecida en 1896, fue beatificada por el enviado del Papa Francisco, cardenal Ángelo Amato. El acto generó mucha emoción en el público y las autoridades presentes.
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Una multitud de jóvenes se congregó al frente de la Catedral para peregrinar hacia el sitio donde fue declarada beata la Madre Catalina de María Rodríguez. Foto: Télam

 

Redacción El Litoral

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Agencias DyN / Télam

La religiosa Catalina de María, nacida en 1823 y fallecida en 1896, fue convertida hoy en beata en un acto que encabezó el enviado papal, cardenal Ángelo Amato, y que generó gran emoción en el público y en las autoridades gubernamentales presentes.

Miles de personas se congregaron en la plaza San Martín de Córdoba para seguir los homenajes de la consagración de la llamada “Madre Catalina” como beata, mientras para mañana se preparan más misas y una procesión. Desde las primeras horas de esta mañana, hubo un importante movimiento de peregrinos en los alrededores del centro capitalino, quienes han arribado de distintos puntos del país para participar de la ceremonia religiosa.

La vigilia comenzó anoche y desde las 7.30 hasta la hora de la beatificación se realizan oraciones y motivaciones preparatorias para el acto de beatificación. La ceremonia religiosa formal empezó a las 10 y se extendió hasta las 12 en el predio del Centro Cívico del Bicentenario Brigadier General Juan Bautista Bustos, en la zona céntrica de la ciudad de Córdoba con la participación la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti; el gobernador provincial Juan Schiaretti; su par de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, entre otras autoridades políticas y de la Iglesia.

“Espiritualidad y orgullo”

El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, destacó que hoy era “un día de espiritualidad y orgullo para Córdoba”, y señaló que “tener un santo (por el Cura Brochero) y una beata emociona. Y la multitud de jóvenes que están acá también emociona”, declaró el mandatario, que también recibió el saludo de la vicepresidente, Marta Gabriela Michetti.

El cardenal Amato, prefecto de las Causas por los Santos del Vaticano, leyó ante el público el decreto del Papa Francisco que anunció, en latín, que concedía “la facultad de que la venerable Sierva de Dios Catalina de María —en el mundo conocida como Josefa Saturnina Rodríguez— ejemplo ardiente del amor de Cristo y del servicio a los hermanos más necesitados, sea llamada beata de ahora en adelante”.

Una gigantografía con la imagen de la nueva beata apareció en ese momento a un costado del altar, lo que generó una catarata de vítores, aplausos y algunas lágrimas de emoción. La memoria litúrgica de la Madre Catalina fue fijada por el Vaticano para los días 27 de noviembre “en los lugares y según los modos establecidos por el derecho”.

La madre Catalina, que nació bajo el nombre de Josefa Saturnina Rodríguez de Zavalía en la ciudad de Córdoba el 27 de noviembre de 1823, dirigió la congregación de las Esclavas de Jesús, que hoy funciona en el barrio General Paz, y falleció el 5 de abril de 1896.

El proceso de beatificación comenzó en 2012, a partir de las pruebas del milagro de sanación de Sofía Acosta, en 1997, cuando la mujer sufrió muerte súbita y tras varias maniobras de reanimación negativas y la declaración de su muerte, los familiares le rezaron a la Madre Catalina y le pidieron a los médicos que siguieran con las prácticas. Y el Milagro se cumplió (ver Relacionada).

Los organizadores del encuentro tienen previsto realizar mañana una misa de acción de gracias por la nueva beata en la catedral y el lunes, a las 18.30, habrá una concentración en la plaza Alberdi, para luego realizar una procesión hasta la entronización de la imagen en el altar de una capilla a las 20.

 

La prueba del milagro

El proceso de beatificación comenzó el 16 de agosto de 2012, a partir de las pruebas del milagro que se adjudica a la Madre Catalina de interceder en la sanación de la docente tucumana de 60 años, Sofía Acosta, el 22 de abril de 1997, cuestión que fue corroborada por el Vaticano mediante decreto papal el 4 de mayo de este año.

De acuerdo con los datos de la causa de beatificación, Acosta había sufrido una muerte súbita y en una clínica le realizaron varias maniobras de reanimación sin resultados, por lo tanto los médicos declaran oficialmente la muerte biológica de la mujer.

Mientras, los familiares le pedían a la Madre Catalina por su vida, insistieron a los facultativos que insistieran con la reanimación y a los pocos minutos se pudo recuperar la actividad cardíaca. Actualmente, la mujer está con vida y a punto de cumplir 80 años.

Una multitud

Desde la congregación local de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús estimaron que hubo una participación de alrededor de 50.000 personas en la ceremonia de beatificación, en tanto se hizo presente una importante delegación de autoridades religiosas, políticas, sociales e institucionales de todo el país y del exterior.