Por falta de humedad

Fuerte recorte algodonero

La siembra se desarrollaba con normalidad pero debió interrumpirse por la falta de lluvias y las altas temperaturas. Esto obligó a recalcular la superficie, que sería 30% menor a la estimación inicial.

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Deshidratado. El agua útil en la capa arable se volvió una limitante para la agricultura en buena parte del país.

Foto: Servicio Meteorológico Nacional

 

Campolitoral

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La escasez de precipitaciones en el noroeste santafesino obligó a recalcular la superficie algodonera en la presente campaña, que recortó un 30% respecto de las primeras estimaciones. Así lo afirmó el más reciente reporte semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.

Si bien la estabilidad climática de la última semana permitió avanzar en el proceso de siembra del cultivo, esto se dio casi exclusivamente en la zona Este (General Obligado), donde sí fueron beneficiados por lluvias oportunas. En esa zona se ha llegado a la finalización de las labores, cumpliendo con las fechas establecidas por el SENASA para dicha área. Sin embargo, en el sector Oeste se avanzó muy lentamente y se detuvo la siembra ante la disminución de humedad en la cama de siembra y las altas temperaturas registradas.

“Ante la evolución del proceso de siembra en las dos áreas algodoneras de la provincia de Santa Fe y el último relevamientowwww realizado, se ajusta la intención de siembra para este cultivo la cual sería de unas 40.000 hectáreas”, indicó el SEA. Esto implica una caída de 20.000 hectáreas respecto de las 60.000 que se calculaban apenas una semana antes.

“Ciertas variables y condiciones particulares que se fueron registrando con el transcurso de los días desde el inicio de siembra y hasta la fecha, incidieron directamente en una menor superficie a sembrar; situación que se continuará monitoreando”, dice el informe.

El progreso en el avance de siembra logrado fue del orden del 77,5 %, representando, aproximadamente, unas 31.000 ha, en toda el área algodonera.

Trigo castigado

Por otra parte, la cosecha de trigo continúa mostrando los efectos de la fusariosis en el norte santafesino. La pérdida de rinde y calidad -se indicó- “se da particularmente en los departamentos del norte, no así hasta la fecha, en los del centro y sur”.

Ante las condiciones ambientales registradas en la semana el proceso de cosecha avanzó sin inconvenientes en los departamentos del área de estudio, con los rendimientos promedios que a continuación se enuncian: departamento 9 de Julio, con un rinde promedio de 19 a 21 qq/ha; Vera, de 15 a 17 qq/Ha; General Obligado, de 14 a 16 qq/Ha; San Cristóbal, de 24 a 26 qq/Ha; San Justo de 22 a 24 qq/Ha; San Javier de 19 a 21 qq/Ha; Castellanos de 30 a 32 qq/Ha; Las Colonias, de 29 a 31 qq/Ha; La Capital, de 28 a 30 qq /Ha; San Martín de 38 a 40 qq/Ha y San Jerónimo de 37 a 39 qq/Ha.

El proceso de trilla avanzó en diferentes grados, siendo los departamentos del norte los más adelantados en la recolección y los que mayores daños por fusarium han tenido.

A la fecha del informe, se lleva implantado 29.760 hectáreas de arroz, el 93% de la intención de siembra que es de 32.000 Has. En algodón, se han sembrado 31.000 hectáreas (77,5%) sobre una intención de 40.000 hectáreas; en sorgo granífero se sembraron 15.500 Has. (25%) sobre una intención de 62.000 hectáreas a implantar y en soja de primera, se lleva implantadas 618.800 Has. (68%) sobre una intención de 910.000 hectáreas.

Gruesa en marcha

Los girasoles muestran muy buena estructura, stand de plantas, uniformidad de lotes, disponibilidad de agua útil en los suelos en toda el área sembrada. El estado sanitario es de aceptable a bueno y el buen desarrollo de capítulos fue el indicador, de cómo los cultivares han tenido un desarrollo sin inconvenientes hasta la fecha.

Los maíces de primera, sin inconvenientes en el desarrollo de los cultivares, con buena disponibilidad de agua útil en los suelos. Solo algunos lotes mostraron cierto estrés hídrico por las elevadas temperaturas registradas, que alertaron de su futuro estado. El resto de los cultivares mostraron estados buenos a muy buenos con lotes a excelentes.

Dicha situación se observó en el 95 % de la superficie sembrada. El 5 % restante mostró estado regular, sin síntomas evidentes de recuperación.

Mientras que la siembra de soja de primera siguió a ritmo sostenido. La buena disponibilidad de agua útil en la cama de siembra continuó siendo la característica principal, alternando con cierta inestabilidad climática que condicionó la actividad por sectores o áreas. Se logró un avance del orden del 68 %, representando aproximadamente unas 618.800 ha, con un 2 % de retraso en comparación al año pasado.