Ganadería: la facturación se mantiene estable

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Foto: DYN

 

Ignacio Iriarte

Llamaremos “facturación bruta mensual por la venta de ganado vacuno” a la multiplicación de la faena mensual por lo que vale cada animal por cabeza; en este caso, se toma el precio por cabeza (precios por kilo por kilos promedio) de Liniers para cada mes en estudio. En el último trimestre (agosto-octubre), la ganadería vacuna facturó en promedio, a plata de hoy, unos 13.032 millones de pesos mensuales, contra unos 13.391 millones de igual trimestre del año pasado y contra 13.128 millones mensuales de agosto-octubre del 2015.

Como se observa, el valor monetario de la demanda, lo que gasta el consumo más la exportación en ganado para faena luce muy estable: en este último trimestre se ubica un 0,9 por ciento por debajo del año pasado, y un 1,2 por ciento más alto que dos años atrás. Lo que sugieren estos datos es que el quantum monetario del que dispone la demanda (consumo y exportación) para comprar ganado, y que ésta en función de la demanda final de los consumidores y del mercado internacional, es relativamente estable. Si la oferta de ganado crece el último año siete por ciento, los precios reales de la hacienda caen en una proporción parecida. Este equilibrio sólo se quiebra si mejora el poder de compra de los consumidores locales, que estarían dispuestos a consumir el mismo volumen, pero a mayor precio, o que mejore el tipo de cambio real neto para la carne, o que mejoraran los precios internacionales. Estas tres variables (ingresos, tipo de cambio, precios FOB) probablemente mejoren en los próximos meses, de forma muy moderada, por lo que a igualdad de oferta de ganado, la demanda exportadora y consumidora competiría por una oferta limitada y los precios subirían. Hasta ahora, la demanda por carne vacuna no ha aumentado: absorbe volúmenes mayores, pero a precios reales menores.