Tribuna de opinión

Conicet y voto electrónico

18-DYN20.jpg

Claudia Susana Catalín (*)

El Poder Ejecutivo nacional promueve, en el marco de reformas, la aprobación de la llamada “boleta única electrónica” -en realidad una modalidad de voto electrónico- en reemplazo de la actual boleta partidaria o sábana y sobre la cual se ha pedido su derogación ante las demostradas falencias y “avivadas” en su utilización.

Una gran cantidad de expertos expuso sus advertencias y problemas del voto electrónico en el Congreso Nacional, y se conocen las opiniones contrarias a la Boleta Única electrónica y a favor de la Boleta única en papel, al modo de Santa Fe o Córdoba: sistemas probados y seguros de emitir el voto, además de ser la forma utilizada en el mundo (aún por aquellos que alguna vez utilizaron versiones de voto electrónico).

Recientemente, se tomó conocimiento de que el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, dependiente de la Presidencia de la Nación, solicitó al Conicet un estudio que tuvo por objeto realizar un análisis de factibilidad del sistema de voto electrónico que implica la investigación de distintas soluciones técnicas, con distintos grados de automatización del proceso de votación y riesgos asociados, a fin de proveer información y fundamentaciones para la toma de decisiones. El mismo se encuentra disponible en la página del Conicet (www.conicet.gov.ar), se titula “Análisis de factibilidad en la implementación de tecnología en diferentes aspectos y etapas del proceso electoral” y recomiendo a los interesados su lectura integral.

Este informe, realizado por especialistas, profesores e investigadores, presenta un interesante y completo análisis de los antecedentes en el mundo, los riesgos de utilizar tecnología en las diferentes etapas del proceso y los requerimientos que deben tenerse en cuenta para su utilización.

Se detallan las propiedades a satisfacer por el sistema, siempre en el marco de las normas electorales vigentes: Secreto del voto; Integridad: que se define en tres partes, a saber: 1- capturar la intención de voto de manera fehaciente (y sin introducir sesgos); 2- registrar la intención de voto exactamente como fue capturada, y 3- contabilizar el voto exactamente como fue registrado; Capacidad de auditoría y control del proceso electoral; Igualdad de condiciones para todos los partidos políticos; Universalidad -en el sentido de permitir que todos los ciudadanos habilitados puedan ejercer el voto-; Convalidación y Usabilidad.

Advierte que, debido al carácter social y político del sistema de votación de un país, el hardware y software que se desarrollen o utilicen para tal fin, deben poder ser auditados por los ciudadanos y las instituciones, por lo que los aspectos de Seguridad Informática cobran gran importancia. Estos son sistemas de misión crítica ya que, un error en el sistema que pueda ser explotado por un atacante podría atentar contra algunos de los principios básicos del voto o el resultado de la votación en general. Por tal motivo, el desarrollo del hardware y software debe estar sujeto, como mínimo, a los principios de construcción para sistemas de misión crítica, debido principalmente a los atributos de calidad en juego y a la reducida ventana de operación donde el sistema debe funcionar “casi sin fallas”, una falla o disrupción en alguno de estos elementos puede impactar seriamente en los objetivos del sistema. Estos sistemas son frecuentes en industrias tales como la aeroespacial, aerocomercial, automovilística, de dispositivos médicos, ferroviaria (incluyendo trenes subterráneos), tarjetas inteligentes, o de energía nuclear.

Puntualiza la experiencia de países que utilizaron alguna forma de voto electrónico, como Estados Unidos, que actualmente, lo utiliza en algunos Estados, con diferentes sistemas, a menudo combinadamente, pero actualmente en debate y discutido en causas judiciales. Holanda, pioneros en la adopción del voto electrónico (aprobado en 1965), y descartado en 2008, cuando el gobierno decidió retornar al voto en papel con conteo manual, como conclusión a un proceso de desconfianza creciente sobre las garantías que proveían las máquinas de votación. Alemania, que comenzó a utilizar dispositivos electrónicos de voto en 1998, hasta que 2005 un par de ciudadanos presentaron una causa ante la Corte Constitucional Alemana, alegando que el uso de máquinas de votación electrónica era inconstitucional y vulnerable. El fallo estableció que el uso de las máquinas Nedap es inconstitucional, ya que los pasos de la elección deben poder ser validados por la ciudadanía (algo que no es posible con las máquinas empleadas). Hoy, Alemania usa la boleta única en papel. Y Brasil: que lo implementó en 2002, para una elección a escala nacional -406.000 dispositivos electrónicos para más de 100 millones de votantes-. Los reportes de testing de seguridad públicos en 2012 muestran que existen problemas técnicos severos en los dispositivos utilizados e inadecuada protección del secreto del voto, entre otros.

Entre las conclusiones también señalan los expertos que para construir confianza en la sociedad, estos sistemas deben realizarse con desarrollos abiertos, disponibles al público y con plazos adecuados. Afirman que está demostrado que es imposible satisfacer simultáneamente los tres atributos para el sistema: secreto, auditabilidad e integridad, por lo es imposible también pensar que algún sistema pueda aplicarse al proceso de emisión del voto: alguno de los atributos no podría cumplimentarse (y los tres son esenciales en el proceso electoral).

En definitiva la recomendación del Conicet es “... no avanzar en el corto ni mediano plazo con la implementación de un sistema electrónico para la etapa de emisión de voto” y remarca que “... un proyecto de las características de un sistema de votación requiere de una entidad pública, independiente y con la capacidad técnica necesaria, que pueda ejercer la auditoría y control de los procesos y del sistema”.

Esperemos que los legisladores tomen nota y consideren la opinión de los que saben, porque “no hay peor sordo que el que no quiere oír... (anónimo)”.

(*) Miembro Honorario del Foro Federal de Organismos electorales, ex secretaria Electoral de la provincia de Santa Fe -febrero 2011/febrero 2016.