Tecnología con impacto social, científico y productivo

Nuevo laboratorio para control de contaminación

  • El equipo se incorpora al Programa de Investigación y Análisis de Residuos y Contaminantes Químicos (Prinarc) de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL.
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El ministro Eduardo Matozzo, el rector Miguel Irigoyen y Enrique Mammarella -decano de la FIQ- durante la presentación del flamante equipamiento. Foto: Gobierno de Santa Fe

 

Redacción de El Litoral

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Gobierno de Santa Fe

La provincia puso en funcionamiento un equipamiento de alta complejidad financiado por la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación. El ministro del área, Eduardo Matozo, participó de la presentación del nuevo laboratorio financiado por el gobierno provincial.

Se suma así al Laboratorio del Programa de Investigación y Análisis de Residuos y Contaminantes Químicos (Prinarc) de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), ubicado en el edificio Damianovich.

De la actividad participaron también el rector de la UNL, Miguel Irigoyen; y el decano de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL, Enrique Mammarella.

Matozo aseguró que “éste es un hecho muy importante, ya que estamos poniendo en marcha uno de los doce equipamientos de alta complejidad que hemos financiado desde el gobierno provincial en todo el territorio santafesino. Esta es una gran apuesta al sistema científico tecnológico para que pueda profundizar sus investigaciones, pero también para que pueda hacer más competitivo al sistema productivo”.

“Estas políticas de articulación e inclusión -continuó el ministro- se suman a aquellas que venimos implementando desde la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación para seguir potenciando el sistema científico-tecnológico en la provincia. En 2016 hemos financiado proyectos por $ 53 millones, este año fueron $ 80 millones y en 2018 serán casi $ 100 millones los que pondremos a disposición para potenciar la investigación, el desarrollo y la innovación.

“Somos una de las pocas provincias que realiza estas acciones y esto habla de la capacidad instalada que tenemos en el territorio. Vamos a continuar en este camino para tener una provincia cada vez más inclusiva y competitiva”, finalizó Matozo.

Por su parte, Irigoyen sostuvo que “desde hace años, la UNL empezó a romper las barreras que históricamente dividían a las facultades e institutos. Esto permitió que nos sumemos a proyectos más competentes para toda la región, como así también poder participar de convocatorias. Esto se ve traducido en la posibilidad de incorporar equipamiento científico y tecnológico que no sólo pueda ser aprovechado por las seis facultades y los cinco institutos de doble dependencia de nuestra universidad, sino por toda la región. Destacamos estas iniciativas provinciales que fortalecen el sector y mejoran las condiciones para el desarrollo regional”, agregó.

“Esta es una gran apuesta al sistema científico tecnológico para que pueda profundizar sus investigaciones, pero también para que pueda hacer más competitivo al sistema productivo”, señaló el ministro Matozo.

Alta complejidad

El Prinarc obtuvo un aporte no reintegrable de $ 4.335.125 en la convocatoria de equipamientos de alta complejidad de la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Dicho aporte fue destinado a la adquisición y puesta en funcionamiento de un “Espectrómetro de masa con plasma inductivo acoplado (ICP-MS) con cromatógrafo líquido de alta resolución (HPLC-ICP-MS) y cromatógrafo gaseoso (GC-ICP-MS) acoplados”.

Para qué sirve

Este equipamiento, que hasta ahora no existía en la provincia, podrá producir mejoras en la generación de información en instituciones como hospitales públicos, favoreciendo la resolución de casos de intoxicaciones con diagnóstico confuso y organizando monitoreos con alcances inéditos de población infantil.

Organismos fiscalizadores, por ejemplo Assal y otros de la esfera provincial, podrán perfeccionar sus sistemas de control de aguas, alimentos o ambiente. Y laboratorios de productos de farmacopea humana y animal, fabricantes de aditivos y nutrientes, y empresas alimentarias tanto de mercado interno como de exportación, también podrán beneficiarse.

Son demandantes de mayor capacidad analítica para satisfacer las exigencias en los controles de calidad, inocuidad y pureza de productos con el objetivo de alcanzar normativas nacionales e internacionales.