Recorrida por Egipto, Jordania e Israel

La sombra de Jerusalén acecha a Pence en su visita a Cercano Oriente

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, parte este viernes hacia Cercano Oriente, donde visitará Egipto, Jordania e Israel. Su visita se observará con lupa, aunque la situación es menos delicada que en diciembre, cuando tuvo que cancelar su viaje a la zona.

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Las protestas de los palestinos provocaron que el viaje planeado en diciembre se postergase para el próximo fin de semana.

Foto: Archivo El Litoral

 

Stefanie Jörkel, Martin Bialecki y Benno Schwinghammer

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Télam

Desde que Estados Unidos reconoció Jerusalén como capital de Israel, el 6 de diciembre, se produjeron violentos disturbios en la región. Pero la gran oleada de repulsa contra la decisión de Washington que muchos esperaban en Cercano Oriente finalmente no se produjo.

Pence suspendió el viaje que tenía planeado en diciembre alegando que se le necesitaba en Washington. Que desde entonces la situación por el tema de Jerusalén se haya tranquilizado le beneficia.

El vicepresidente comenzará el viaje el sábado en El Cairo, donde como mucho se espera una oposición simbólica a la decisión, puesto que el autoritario presidente Abdel Fattah al Sisi cree que con Trump puede haber un nuevo comienzo en las relaciones bilaterales.

Al contrario que cuando Barack Obama estaba al frente de Estados Unidos, Al Sisi se beneficia ahora del Gobierno actual, no solo por el apoyo en la lucha contra el terrorismo, sino también por su posición poco crítica ante las numerosas violaciones de los derechos humanos en Egipto. Además, el país africano recibe miles de millones de ayuda de Estados Unidos, al igual que Jordania.

Egipto, como importante mediador en el conflicto de Cercano Oriente, criticó la decisión de Trump sobre Jerusalén, pero en realidad el objetivo era tranquilizar a su propia población, que aún rechaza el paso dado por Washington. Otro gesto simbólico provino entonces de los líderes espirituales del país, el gran imán de la Universidad de Al Azhar y el pope de los coptos, que anularon su encuentro con Pence.

No se espera ni que Al Sisi ni el rey Abdulá II de Jordania impongan medidas contra Estados Unidos.

Apoyos y rechazos

En los Territorios Palestinos e Israel, donde llegará el vicepresidente norteamericano la noche del domingo, las expectativas no podrían ser más dispares. Mientras que el Gobierno israelí espera recibir más apoyo de Estados Unidos, los palestinos están boicotearon el viaje.

Jerusalén es un principal motivo de disputa entre Israel y los palestinos. Estos últimos consideran Jerusalén Oriental la futura capital de un Estado palestino independiente. Los israelíes por el contrario reclaman toda la ciudad para ellos.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, anuló una reunión acordada con Pence como protesta por la decisión de Trump y se refirió a ella como la “bofetada del siglo”. Abbas dijo que Estados Unidos había perdido su estatus de mediador serio en el conflicto. El presidente palestino se muestra combativo, pero se encuentra bajo una gran presión interna. Más de dos tercios de la población se mostró en una encuesta reciente a favor de que dimita.

Trump ya había abogado antes de convertirse en presidente por una “acuerdo definitivo” para israelíes y palestinos. Sin embargo, un año después, el conflicto parece estar más estancado que nunca en los últimos años.

El viaje de Pence no se puede considerar como la llegada de un mediador, y en realidad el vicepresidente nunca abogó por que Washington tuviera ese papel. Ya en 2010 dijo que las negociaciones con ambas partes significaban que Estados Unidos no estaba totalmente del lado de Israel.

Al igual que para muchos cristianos y evangelistas en Estados Unidos, para Pence que Jerusalén sea la capital de Israel es una obviedad, además de una promesa electoral cumplida.

En Estados Unidos, el tema de Jerusalén desapareció rápidamente de la opinión pública tras la conmoción incial. La política interior domina los debates y Cercano Oriente está muy lejos. Además, incluso en los medios liberales se dice que de todas formas el proceso de paz estaba muerto. Trump simplemente lo enterró de forma definitiva, señalan.

Al contrario que los palestinos, Israel considera al Gobierno de Trump como un estrecho aliado y como agradecimiento incluso pondrá el nombre del presidente a una estación de tren en Jerusalén.

“Creo que esperan una manifestación simbólica del apoyo de Estados Unidos”, afirmó el profesor de política Jonathan Rynhold, de la Universidad de Bar Ilan. Pence se reunirá en Israel el lunes con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el martes con el presidente, Reuven Rivlin, y visitará el Muro de las Lamentaciones.

Representantes del Gobierno estadounidense ya dejaron claro en diciembre que la visita de Pence al Muro de las Lamentaciones sería oficial, una novedad para un miembro del Ejecutivo estadounidense. Aunque la visita de Trump en mayo fue seguida en todo el mundo, esta fue declarada como privada para que Israel no la valorara como un reconocimiento de Jerusalén como su capital única e indivisible.

El Muro de las Lamentaciones es el lugar más sagrado para los judíos. Se encuentra a los pies de la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo, un lugar sagrado tanto para musulmanes como judíos.

El experto en Jerusalén Daniel Seidemann considera que la visita de Pence al Muro es sobre todo una provocación para los palestinos. “Esto solo garantiza que las tensiones, las protestas y el riesgo de violencia no se reduzcirán rápidamente”, apuntó. “Simplemente es añadir más leña al fuego”. La visita del vicepresidente ofrece además a Netanyahu la posibilidad de alejar la atención de sus problemas políticos internos.

Ejército israelí mata a un palestino en cisjordania

Fuerzas israelíes mataron hoy a un palestino sospechoso de estar implicado en un ataque ocurrido a principios de mes cerca de la ciudad de Nablus, en la ocupada Cisjordania, que dejó un colono israelí muerto, informó la policía de Israel.

El palestino fue identificado como Ahmad Nasr Jarrar, de 26 años, de Jenin, informó la agencia de noticias palestina Wafa.

De acuerdo con el informe un fuerte contingente policial rodeó la casa de la familia de Jarrar en el vecindario de Wadi Burqin, y abrió fuego de armas y disparó granadas contra la casa, en un intercambio que dejó dos policías heridos, uno de ellos grave.

Hubo un tiroteo que duró más de una hora, dijeron fuentes palestinas, antes de que Jarrar fuera baleado.

El Ministerio palestino de Salud confirmó la muerte del joven. Topadoras del Ejército israelí demolieron la casa de Jarrar y otras dos viviendas cercanas que pertenecían a la misma familia, informó la agencia de noticias DPA.

Según el ministerio, su padre había sido miembro del brazo armado del Movimiento de Resistencia islámica, Hamas y fue abatido por soldados israelíes en 2002, durante la segunda Intifada.Jarrar era el principal sospechoso de la muerte de un colono de 35 años, padre de seis niños, que fue baleado cuando viajaba en su coche cerca de la ciudad de Nablus y más tarde sucumbió a sus heridas en el hospital.

El presidente y el primer ministro de Israel, Reuven Rivlin y Benjamin Netanyahu, respectivamente, agradecieron la operación que acabó con la vida del palestino, nunca sometido a juicio.

El ministro de Defensa, Avidgor Lieberman, escribió en Twitter: “Para los terroristas no habrá ningún escondite. A los terroristas los vamos a encontrar en cualquier parte”.

Medios israelíes habían indicado que Jarrar tenía vínculos con el tiroteo fatal del rabino, la semana pasada.

El Papa insiste en que se preserve como “lugar de paz”

El papa Francisco pidió un estatuto especial que preserve a Jerusalén como “lugar de paz” más allá de las cuestiones territoriales y abogó por la solución de “dos Estados”, en una carta al imán de la universidad islámica de El Cairo Al Azhar, difundida por la Santa Sede.

“Desde este momento aseguro que no cesaré de invocar a Dios para la causa de la paz, de una paz verdadera, real”, expresó Francisco en la carta al imán de la institución sunnita, Ahmed Al Tayeb, que organizó una conferencia en apoyo de Jerusalén.

La manifestación papal surgió tras las tensiones en el mundo árabe que provocó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al reconocer a Jerusalén como la capital de Israel e iniciar la reubicación de su embajada, rompiendo con décadas de política estadounidense y enfureciendo al liderazgo palestino.

Desde entonces, Palestina congeló su contacto con Estados Unidos y le negó autoridad para seguir participando de procesos de paz en Medio Oriente.El Papa, de gira pastoral por Chile y Perú, dijo en la misiva que reza para que las autoridades “se empeñen en evitar nuevas espirales de tensión y en apoyar todo esfuerzo para hacer prevalecer la concordia, la justicia y la seguridad para las gentes de esta Tierra bendita”.

Por su parte, la Santa Sede “no cesará -dijo- de reclamar con urgencia la necesidad de una recuperación del diálogo entre israelíes y palestinos para una solución negociada, dirigida a una coexistencia pacífica de dos Estados dentro de fronteras concordadas entre los mismos e internacionalmente reconocidas”.

Todo esto, subrayó, “en el pleno respeto de la peculiar naturaleza de Jerusalén, cuyo significado va más allá de cualquier consideración relativa a las cuestiones territoriales”, estimó.

En opinión del pontífice, “solo un estatuto especial, también garantizado internacionalmente, podrá preservar su identidad, su vocación única de lugar de paz a la que inspiran los Santos Lugares, así como su valor universal, permitiendo un futuro de reconciliación y esperanza para toda la región”.

No es la primera vez que el Papa se manifiesta en torno a este tema y ya mantuvo contactos, entre otros, con el presidente palestino, Mahmoud Abbas; el rey de Jordania, Abdalá II, y con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a quien recibirá en el Vaticano el próximo 5 de febrero, destacó la agencia de noticias EFE.