la justicia considera que fue un asesinato

A tres años del crimen de Nisman

La justicia federal espera recibir en los próximos meses una serie de informes sobre mails y llamadas telefónicas que permitan descifrar quién o quiénes estuvieron detrás del homicidio de Alberto Nisman, el fiscal del caso AMIA, de cuya muerte se cumplirán mañana tres años.

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La jueza federal y ex esposa de Nisman pidió al juez Julián Ercolini al cumplirse la posibilidad de contemplar agravantes en el “homicidio simple”. Entre ellos “procedimiento insidioso” y “concurso premeditado de dos o más personas”.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción de El Litoral

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Télam

El juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano aguardan las respuestas del requerimiento realizado a Estados Unidos para que brinde información sobre dos cuentas de mails de Nisman, de las cuales sólo se recibieron informes parciales, al tiempo que buscan saber si el ex fiscal tuvo su teléfono intervenido judicialmente en el marco de algún expediente.

Con todas las hipótesis posibles abiertas, el juez Ercolini ya determinó que la muerte de Nisman fue un “homicidio”, pero no estableció todavía quién o quiénes lo perpetraron ni cuál fue el móvil del “asesinato”.

A tres años de la muerte de Nisman, el escenario judicial podría pasar desde febrero por la Cámara Federal porteña, que deberá decidir si avala el fallo que dio por probado el asesinato del fiscal.

Lo que si escribió Ercolini en su último fallo -en diciembre pasado- fue que el asesor informático de Nisman, Diego Lagomarsino, fue “participe necesario” del acto criminal y que aportó un “arma amiga” para que luego pudiera simularse la escena de un suicidio.

“Las dos visitas conocidas del imputado durante el sábado 17 de enero de 2015 resultan claramente indicativas de su conocimiento y participación intencional dentro del complejo plan que condujo al resultado fatal”, sostuvo Ercolini en aquel fallo.

Ante la Justicia, Lagomarsino sostuvo en más de una oportunidad que las dos visitas que le hizo a Nisman se produjeron después de recibir llamados del fiscal, y que en la segunda le llevó el arma que tenía registrada a su nombre y que su “jefe” le había pedido.

De la pistola Bersa calibre 22 a nombre de Lagomarsino salió el disparo que perforó la sien derecha de Nisman y que le quitó la vida en el baño de su departamento de Puerto Madero.

El magistrado también procesó a cuatro custodios de Nisman, a los que acusó de posibilitar “la concreción del hecho ocurrido entre las 20 del sábado 17 de enero de 2015 y las 10 del domingo 18”.

A pesar de tener un partícipe necesario identificado y cuatro supuestos encubridores, ni el juez Ercolini ni el fiscal Taiano, que tiene delegada la investigación, lograron determinar aún quien habría asesinado al fiscal Nisman, ni cómo el supuesto ejecutor logró entrar y salir del departamento del fiscal en Puerto Madero sin dejar rastros.

La causa llegó al fuero federal luego de que la anterior instructora, Fabiana Palmaghini, se declarara incompetente inmediatamente después de recibir el testimonio del espía Antonio “Jaime” Stiuso, quien trabajó durante años codo a codo con Nisman.

Stiuso, que deliberadamente no respondió llamadas de Nisman en las horas previas a su muerte, sostuvo que al fiscal especial del caso AMIA lo mataron por el desarrollo de sus funciones y que buscaron luego presentar su muerte como un suicidio.

“Hay pruebas”

El titular de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), Ariel Cohen Sabban, subrayó que “hubo quienes quisieron encubrir a los iraníes” acusados del atentado contra la Amia, al referirse al pedido de elevación a juicio de esta causa, basada en la denuncia del ex fiscal. Entendió que, a la luz de “las pruebas” recabadas en la instrucción a cargo del juez federal Claudio Bonadio, existen “razonables cuestiones que indican que hubo quienes quisieron encubrir a los iraníes.

“Hemos entregado ayer el escrito en Comodoro Py. Calculo que en los próximos 60 a 90 días, esto va a comenzar”, indicó Cohen Sabban con relación a una posible definición de la elevación a juicio del expediente en el que está procesada con prisión preventiva, aunque sin efectivizarse por los fueros que posee en su rol de senadora, la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner.

En esta causa, están procesados y detenidos, además, el ex secretario Legal y Técnico de la gestión kirchnerista, Carlos Zannini, como así también los dirigentes Luis D’Elía y Fernando Esteche, y el dirigente de la comunidad islámica en Argentina, Jorge Khalil. También está procesado, y ahora excarcelado por “razones humanitarias” debido a su grave estado de salud, el ex canciller Héctor Timerman.

Cohen Sabban remarcó que “hubo muchos interesados en que esta causa muriera”, al referirse a la denuncia realizada por Nisman pocos días antes de ser hallado muerto de un disparo en la cabeza en el baño del departamento en el que vivía en la zona porteña de Puerto Madero, hecho del que hoy se cumplen tres años.

El titular de la Daia se encontraba esta mañana en el cementerio israelita de La Tablada para participar de un homenaje al fallecido fiscal. “Es un homenaje al que todo aquel que pueda ir debería ir. Estamos hablando de un fiscal que apareció muerto por su investigación de la peor causa terrorista en la República Argentina, con 85 víctimas fatales”, destacó el dirigente comunitario.

 

La carátula

La ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, definió la muerte del ex fiscal como “un magnicidio que cruzó una raya en la Argentina”, consideró “importantísimo” que la Justicia haya caratulado la causa que investiga lo sucedido hace tres años como “homicidio”. Afirmó que “se usaron los tres poderes del Estado para intentar simular un suicidio”, cuando fue “un crimen de Estado que encubre graves violaciones a los derechos humanos”. Expuso que “había un doble objetivo: uno, silenciarlo, porque todos los que lo conocíamos sabíamos que el único modo de callarlo era matándolo, y otro condicionar la actuación de jueces, fiscales y de la sociedad demostrando qué podría pasar a quienes se animaban a investigar al poder vigente”.