Audiencia en Rosario
Pullaro tomó las denuncias de Carsfe
El Ministro de Seguridad recibió a los ruralistas, quienes entregaron un pormenorizado documento en el que describen la cantidad de delitos que se sufren en el campo. “Los Pumas no están entrenados ni equipados”, acusaron.
Entre todos. Además del Ministro y los productores, participaron los máximos jefes policiales.
Foto: Archivo
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Tras formar una Comisión ad hoc el año pasado, con el fin de hacer un seguimiento exhaustivo de los casos de inseguridad rural, la dirigencia de Carsfe logró reunirse con el Ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, con quien acordaron una agenda de trabajo conjunto.
El encuentro se produjo el miércoles en la sede de gobierno en Rosario y participaron, además de los funcionarios de la cartera y la cúpula ruralista, los más altos jefes policiales y de la Guardia Rural Los Pumas.
Gerardo Vicentini, coordinador de la Comisión de Seguridad de la entidad ruralista, expuso los motivos que los impulsaron a solicitar la audiencia y aportó un diagnóstico realizado por los productores. Luego entregó un documento institucional, en el que advierten que la inseguridad en el sector “es un tema transversal a todos los ministerios” y que la inseguridad “es sinónimo de desánimo, desinversión, desarraigo, destrucción del tejido social agropecuario y abandono de la cultura del trabajo”.
Luego de las exposiciones, los presentes acordaron desarrollar un trabajo conjunto en pos de mitigar la situación de inseguridad en las zonas rurales, mediante reuniones periódicas a los fines de implementar y evaluar acciones para combatir el delito en dicho ámbito.
En representación de Carsfe, además de Vicentini, asistieron su presidente Carlos Castagnani, el Vicepresidente Mario Saliva, el Secretario Ignacio Mántaras. Entre los funcionarios, participaron el Jefe de Policía, José Luis Amaya; el Jefe de la Dirección General Guardia Rural Los Pumas, Comisario General Luis Alberto Magaz; el Secretario de Seguridad Pública Cdte. Gral. Omar Gustavo Pereyra; el Subsecretario de Investigación Criminal y Policías Especiales Dr. Rolando Galfrascoli; y el Jefe de Policía de Investigaciones Daniel Corbellini.
Punto por punto
El documento de Carsfe sirvió para presentar su Comisión de Seguridad e informar oficialmente cómo funciona y los objetivos que se plantea. Además, explica una serie de acciones que se llevan a cabo, como prueba piloto, con la Sociedad Rural de Romang, distrito donde el año pasados los productores sufrieron un sinfín de hechos delictivos, principalmente abigeato y carneadas, sin lograr respuesta alguna de las fuerzas de seguridad de la provincia.
El diagnóstico general se describió en 15 puntos, entre los cuales se mencionan: que la hartazgo lleva a los productores a no denunciar los ilícitos, enmascarando la gravedad de la situación; la “llamativa” cantidad de gente que emigró del campo, huyendo del acoso de los delincuentes, lo que se considera un problema “grave” ya que causa desarraigo, dificultades para tomar empleados, desprotección de los establecimientos; que “en todo el territorio actúan bandas organizadas” que hacen inteligencia y diseñan una logística para delinquir “con algún tipo de protección”; que hay profesionales del derecho dedicados a “dilatar el proceso judicial” sobre los imputados; que no hay fiscales especializados en delito rural; o que no hay coordinación entre justicia y policía. Una de las críticas más duras fue para la Guardia Rural, que en el documento se señala como una fuerza que “no está debidamente entrenada (sobre todo personal citadino que no conoce nada de campo) y mal equipada; según un informe de Sociedad Rural de Romang la guardia cuenta con siete hombres para patrullar 500.000 hectáreas”.
También se tipificaron los delitos que sufren productores agropecuarios y pobladores rurales: abigeato “en sus distintas modalidades”, incluida la faena y comercialización de la carne “en bolsas en el pueblo a $30 el kilo” y hasta su traslado para la venta en la capital provincial; robo de maquinaria agrícola; daño o saqueo de silobolsas; y hurto de agroquímicos, semillas y hasta de “alambrados recién instalados”. También reportaron “entraderas” y usurpaciones de campos.
Resonante. Uno de los casos más difundidos el año pasado fue la faena clandestina que sufrió el presidente del Club Colón, José Vignatti, en un campo de Videla. Foto: Archivo
