Tribuna internacional

Elecciones a la italiana

missing image file

Silvio Berlusconi será una pieza clave en la configuración del nuevo gobierno. Esta vez el magnate no puede postularse directamente para el cargo, pero apoya al principal candidato de una coalición de derecha.

Foto: Archivo El Litoral

Por Susana E. Dalle Mura

Viva Italia. Esa Italia que aún resiste... Francesco De Gregori

El presidente de la república italiana no escuchó el reclamo de retrasar las elecciones generales del 4 de marzo. Ellas se celebrarán ese día por la decisión del propio Sergio Mattarella de disolver el Parlamento. El primer ministro, Paolo Gentiloni, compareció ante los medios de comunicación en una conferencia para evaluar los cinco años del gobierno, en los que el país “se ha puesto en marcha tras la peor crisis”, desde la II Guerra Mundial. Recordemos que Italia después de abandonar por un referéndum el régimen monárquico (02/06/1946), devino en una república parlamentaria y presidencialista.

El populismo

En Italia crece el temor al populismo, se alienta el horror a ese infierno tan temido. Es muy probable que ninguna fuerza logre una mayoría para formar un nuevo gobierno y hay miedo a una alianza entre Beppe Grillo, un actor cómico de ascenso estrepitoso (M5E) y Mateo Salvini (LN). El día después de las elecciones generales es probable que los italianos no sepan quién los va a gobernar. Según las encuestas y con la ley electoral, recientemente aprobada, ninguno de los partidos con alto índice de voto -el Partido Democrático (PD) de Matteo Renzi, Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi, el Movimiento Cinco Estrellas-, lograría la cantidad de parlamentarios suficientes para formar un nuevo gobierno sin tener que pactar alianzas. Será un nuevo pacto entre las fuerzas políticas más moderadas: PD, FI y los demás partidos de centro.

La Unión Europea

La Unión Europea post Brexit no olvida que Italia es uno de los países fundadores de ese proceso de integración (Tratado de Roma de 1957) y la tercera economía del bloque, uno de los ocho países más industrializados (G8) y desarrollados; aspirante a ocupar el lugar vacante, por la salida de Gran Bretaña, en el esquema de contrapeso de fuerzas dentro de la UE. Según el politólogo francés, Guy Hermet, es sumamente peligroso que Italia se convierta en un “paraíso populista”, en un inédito laboratorio político de alianzas entre el M5E y la Liga Nord. Fue el mismo Salvini quien sugirió esa posibilidad: “Podría llamar a Beppe Grillo la noche de las elecciones si no hay un vencedor claro”. El líder de los “grillini” hasta el momento no aceptaría la oferta pero en Italia todo puede suceder. La pregunta clave es si sería viable. Según los analistas, si bien es improbable, no es imposible y lo más seguro es que desembocaría en elecciones anticipadas. Las diferencias entre Grillo y Salvini son demasiadas. Los politólogos coinciden en que la Liga volverá a aliarse con Berlusconi, como desde 1994; mientras el M5E buscará afianzarse como una fuerza nueva gracias a sus millones de votos -sobre todo de los jóvenes- y así podrá influir en las decisiones políticas desde la oposición, de una manera similar al Partido Comunista italiano durante la llamada Prima Repubblica (1948-1994).

Berlusconi

“Il Cavaliere” retorna a la política y busca una victoria en las elecciones generales. Silvio Berlusconi será una pieza clave en la configuración del nuevo gobierno. Esta vez el magnate no puede postularse directamente para el cargo, pero apoya al principal candidato de una coalición de derecha, que probablemente acaparará la mayoría de los votos. Su plan es bastante simple: ganar el voto de los ancianos, el país está ubicado en el segundo puesto mundial de cantidad de población envejecida.

Berlusconi tiene tres canales de televisión, es muy rico, es buen comunicador, tiene vasta experiencia política y vale destacar que los italianos son más tolerantes que en otros países con los pecados de sus políticos. Las cosas que “Berlusca” hizo habrían terminado con una carrera política en Francia, Alemania o el Reino Unido: fue condenado por fraude fiscal en 2013 y tiene prohibido presentarse a cualquier cargo público hasta al menos 2019 en virtud de la “Ley Severino”.

Las promesas electorales

Los principales partidos políticos italianos se preparan para renovar los casi 1.000 miembros del Parlamento, con el debut de una nueva ley electoral que combina un sistema mayoritario con uno proporcional: 630 diputados y 315 senadores de la XVIII Legislatura de la República, con el objetivo de formar un nuevo gobierno. Italia tiene hoy casi el nueve por ciento de su población en la pobreza y es a ellos a quienes van dirigidas muchas de las propuestas. Por ejemplo, una asignación de 780 euros para los desocupados, una rebaja de impuestos y la creación de un millón de nuevos puestos de trabajo. El oficialista Partido Democrático, que en los últimos años asegura haber creado un millón empleos, hace de esto su principal lema electoral y promete pasar de 23 a 24 millones de ocupados. El PD, con su casi seguro candidato a premier, el ex premier Matteo Renzi, agregó entre sus propuestas un bonus estatal para las firmas que contraten a los mayores de 50 años.

Forza Italia con Berlusconi vuelve con la promesa de duplicar las pensiones mínimas a 1.000 euros al mes. La creación de un Ministerio para las Personas Mayores, la atención dental y ocular gratuita para la tercera edad, descuentos en los transportes, servicios veterinarios gratis y la abolición del impuesto de circulación sobre los automóviles. Sus socios de la coalición también prometieron revocar la ley Fornero, que aumenta gradualmente la edad de jubilación tanto para hombres como para mujeres y endurece los requisitos para una jubilación anticipada. Berlusconi sabe que los jóvenes son impredecibles y menos decisivos que los jubilados. Su electorado está formado por ancianos, amas de casa, gente marginada socialmente y muchos del sur de Italia, la parte más pobre y menos industrializada del país. Desde la centroderecha, el ex tres veces premier Berlusconi planteó su objetivo central en el empleo juvenil y en caso de que la coalición que lo tiene como referente llegue al gobierno impulsará “una baja de impuestos a las empresas que incorporen jóvenes con contrato de al menos tres años”.

El M5E

En este tema, el opositor Movimiento Cinco Estrellas fue pionero en proponer la necesidad de una asignación amplia. “El ingreso por ciudadanía de 780 euros será central para todos los mayores de edad que hayan trabajado en los últimos dos años y estén desocupados”, prometió el candidato a premier del M5E Luigi Di Maio. El M5E, según la primera encuesta del año 2018 difundida del diario La Stampa, es la fuerza que más llega a los jóvenes, en parte gracias a los 31 años de Di Maio que busca convertirse en el premier más joven de los 72 años de la República. Para financiar el gasto propone más impuestos a los juegos de azar, bancos y compañías petroleras.

A menos de dos meses de las elecciones, los sondeos coinciden en un escenario de paridad de las tres fuerzas, con una leve ventaja para la coalición de centroderecha que impulsan Fuerza Italia (Berlusconi), la Liga Norte y Hermanos de Italia por sobre el M5E y el PD. En estas elecciones el voto de los ancianos es estratégico. El Estado italiano sigue invirtiendo su gasto social en personas mayores y es cuatro veces más grande ese gasto que el destinado a los que aún están en edad de trabajar.

En definitiva, en estas elecciones a la italiana, los protagonistas son: un político experimentado y rico de más de ochenta años con una intención de voto mayoritaria de los ancianos en un país cada vez más envejecido y un joven de más de treinta con la intención de voto de la mayoría de las nuevas generaciones. Es el pasado versus el futuro; es el recambio generacional necesario y urgente de toda sociedad moderna. Por eso: “Viva Italia/ La Italia liberada/ la del vals y del café/ La Italia robada y la que golpea el corazón/ La Italia que no muere/ La Italia traicionada y asesinada/ por los periódicos y el cemento/ La Italia con ojos secos en la noche oscura/ La Italia que no tiene miedo/ La Italia en el medio del mar/ La Italia olvidada y para olvidar/ mitad jardín y mitad cárcel/ La Italia en su totalidad./ La Italia que funciona y la desesperada/ La Italia que enamora./ La Italia medio deber y mitad suerte/ Viva Italia/ La Italia en la luna./ La del 12 de diciembre y con banderas/ La Italia desnuda como siempre y con los ojos abiertos en la triste noche./ Viva Italia/ Esa Italia que aún resiste...”.