Tribunales de Rosario

Imputaron por homicidio y asociación ilícita a Alan Funes

El joven desfiló con su novia por tribunales donde lo imputaron por una serie de delitos graves. Seguirá con prisión preventiva.

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Funes -de tan sólo 19 años- fue considerado por las autoridades como uno de los responsables del rebrote de violencia en Rosario. Foto: Marcelo Manera

 

Corresponsalía Rosario

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Portación de arma de guerra, amenazas, asociación ilícita, homicidio y tentativa de homicidio, fueron los delitos que le imputaron ayer a Alan Funes, el joven de 19 años, detenido este martes en Rosario, tras permanecer más de 20 días prófugo, y ser -según la visión del gobierno- uno de los responsables del rebrote de violencia en Rosario.

Las acusaciones fueron confirmadas en la audiencia imputativa que se realizó en los tribunales provinciales, por las fiscales Georgina Pairola y Gisela Paolicelli, quienes tienen a su cargo la investigación de los delitos que se le atribuyen a Funes, de 19 años, miembro del clan que se enfrentó a los herederos de Roberto Pimpi Caminos, histórico líder de la barra de Newell’s, y dejó un baño de sangre en la zona sur.

Funes negó todos los cargos, como así también su novia, Jorgelina Selerpe, alias “Chipi”, quien también fue apresada en el operativo conjunto realizado entre la Policía provincial y las fuerzas federales en el Fonavi de barrio Itatí, donde se escondía la pareja. Al dejar el tribunal, la joven -según señaló el diario La Capital- le sacó la lengua desafiante a los periodistas que esperaban en el pasillo del tribunal.

La novia

A Selerpe, de 24 años, se le imputaron los delitos de tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra; asociación ilícita, homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidios agravada por el uso de arma de fuego, por los mismos casos por los que se acusó a Funes.

Funes y Selerpe continuarán con prisión preventiva sin plazo, según la decisión que tomó el juez Héctor Núñez Cartelle. Juan Pablo Audisio, a cargo de la defensa de ambos imputados, adelantó que apelará la prisión preventiva de la joven porque tiene a su cargo un bebé.

Entre las pruebas que incriminan a los acusados se cuenta la pericia que se le practicó a la pistola 9 milímetros hallada detrás del bidet en el departamento donde se escondía la pareja. El análisis determinó que se trata del arma usada en el crimen de Marcela Díaz.

Uno de los testigos del asesinato, el novio de la víctima, declaró que Funes iba a bordo de la Volkswagen Suran gris desde donde partieron los disparos que mataron a su pareja.

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Al dejar el tribunal, Jorgelina Selerpe le sacó la lengua a los periodistas que esperaban en el pasillo.Foto: Marcelo Manera

Rebrote

Este tema puso en jaque al gobierno de Miguel Lifschitz luego de un 2017 con una leve baja en los homicidios en Rosario. Anteayer el mandatario se reunió con la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich, quien tras el encuentro adelantó que le exigirá a la justicia federal “mayor celeridad” a la hora de intervenir en causas vinculadas al narcomenudeo.

Bullrich puso en el ojo a la justicia federal. Unas horas después de que Funes fuera detenido en un departamento de la zona sur de Rosario, junto con su novia Jorgelina Selerpe, nieta de un histórico narco de Rosario, volvió a correr sangre en esa ciudad, con la misma metodología que se repite desde mediados de diciembre.

Bullrich sostuvo que “en Rosario están identificados los puntos de venta y los búnkeres pero existen demoras en la justicia federal para autorizar los allanamientos, y esto complica la situación porque cambian de lugar y es más complicado detener a los vendedores de droga”, ensayó la ministra, quien aseguró que “los homicidios en Rosario están directamente vinculados al narcotráfico”. Destacó también que la provincia de Santa Fe tuvo el año pasado una baja importante en el número de homicidios al descender en ese período un 28 por ciento.