La institución científica más importante del país

Hace 60 años fue refundado el Conicet

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Es un ente autárquico dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y está considerado como la institución científica más importante de la Argentina y la segunda de América Latina tras la Universidad de San Paulo, Brasil. Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción de El Litoral

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Télam

Fundado originalmente en 1951 durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón bajo el nombre de Consejo Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas (Conityc) y desarticulado en 1955 por la llamada “Revolución Libertadora”, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) fue refundado el 5 de febrero de 1958, seis décadas atrás, por el gobierno de facto de Pedro Eugenio Aramburu.

El Conityc surgió mediante el decreto 9695 del 17 de mayo de 1951 en el marco de las estrategias de desarrollo que impulsó el economista catalán José Miguel Figuerola, el hombre de mayor confianza en la materia, continuador de la obra del recién fallecido Alejandro Ernesto Bunge y autor intelectual de los planes del Congreso Nacional de Postguerra en 1944 y del Primer Plan Quinquenal de 1946 implementado a partir del 1 de enero de 1947.

En su creación se aglutinaron otros organismos preexistentes y se lo fundamentó en el artículo 37 de la luego anulada Constitución Nacional de 1949, formando parte del mismo destacadísimos científicos de la época como el físico cordobés José Antonio Balseiro, epónimo del actual Instituto de Física de San Carlos de Bariloche; el ingeniero nuclear Otto Gamba, uno de los principales colaboradores del austríaco Ronald Richter en el proyecto atómico de la Isla Huemul; el astrónomo y sacerdote jesuita Juan Antonio Bussolini; y el astrofísico Ramón Enrique Gaviola, precursor de los estudios que dieron lugar al rayo láser, entre otros.

Su extinción en 1955 supuso el freno a numerosos trabajos en marcha, lo que fue entendido por el propio Aramburu, responsable de la desarticulación de los organismos heredados del peronismo, por lo que tomó la decisión de recuperarlo bajo la nueva denominación de Conicet. Para ello convocó como cabeza a Bernardo Alberto Houssay, quien en 1947 había sido distinguido con el Premio Nobel en Medicina.

El nuevo presidente constitucional, Arturo Frondizi, completó el criterio aportando fondos para financiar las investigaciones no solamente del propio Conicet sino también las de instituciones privadas.

Dentro de la expansión de sus actividades, con el correr del tiempo, se crearon centros regionales en Bahía Blanca, La Plata, Mendoza, Puerto Madryn, Rosario y Ushuaia, y mediante acuerdos con las provincias otros como el Centro Nacional de Radiación Cósmica, en la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires; la Planta Piloto de Ingeniería Química, en Bahía Blanca; el Centro Experimental para la Vivienda Económica, en Córdoba, entre otros.

El Conicet fue reestructurado por el gobierno de Carlos Menem en 1996 mediante el decreto 1661 y desde 2007, por decisión de la ex presidente Cristina Fernández, al crearse el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica fue incorporado como una dependencia de la nueva cartera.Sus áreas de investigación son virtualmente ilimitadas pero están agrupadas en Ciencias Agrarias, Ingeniería y de Materiales; Ciencias Biológicas y de la Salud; Ciencias Exactas y Naturales; y Ciencias Sociales y Humanidades, en las cuales pueden participar como becarios, a partir de las disposiciones de tiempos de Frondizi, jóvenes recién graduados. Actualmente ascienden a unos 55.000, mientras se desempeñan unos 16.000 científicos.

De resultas de todo ello se han desarrollado, a lo largo de la existencia del Conicet, aportes significativos a la ciencia utilizados a escala mundial en el área del mejoramiento de los cereales, del desarrollo de la veterinaria, de la investigación química, de la farmacología, y de otras.

El Conicet también realiza aportes claves que se suman a una historia significativa y poco difundida de la ciencia argentina.