Reclamo al Congreso Nacional
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Donación de alimentos: apoyo de Santa Fe a la nueva Ley Donal
El Banco de Alimentos santafesino adhiere a la campaña de recolección de firmas para que se actualice y mejore el marco legal —en la actualidad, obsoleto— que rige a la actividad.

Conceptos claros. Carlos Otrino, vicepresidente del Banco de Alimentos Santa Fe, explicó que la legislación debe establecer que los alimentos que se donan tienen que ser aptos para el consumo humano y cumplir con los requisitos bromatológicos.
Foto: Mauricio Garín
Sergio Ferrer
El Banco de Alimentos Santa Fe (BASF) confirmó su apoyo y respaldo a la campaña de adhesión que viene realizando a nivel nacional la Red de Bancos de Alimentos Argentina (Red Argentina), a favor de la sanción de una nueva norma que reglamente la donación de alimentos en el país, en reemplazo de la Ley Nº 25.989, de 2004, más conocida como Ley Donal. Lo que la Red Argentina procura, básicamente, es la reincorporación del artículo 9 de la antigua normativa, el que fue suspendido al poco tiempo de promulgarse, y al que consideran fundamental para alentar y favorecer las donaciones.
Así lo explicó a este medio Carlos Otrino, vicepresidente del BASF, que es uno de los diecisiete bancos que conforma la entidad madre y fue creado el 1º de noviembre de 2016, bajo resolución número 1.001 de la Inspección General de Personas Jurídicas. “La Red Argentina busca una serie de modificaciones en la vieja Ley Donal, entre otras cosas que se restituya el artículo 9, para poder hacerla operativa; para ello hay que apoyar su campaña y llegar a las 500.000 firmas que exigen para tratarla con urgencia en Diputados”, dijo el dirigente, sin dejar de remarcar que el BASF, que es presidido por Federico Eberhardt, apoya plenamente esta iniciativa.
“Es la consigna en estos momentos y ya se está a un paso de alcanzar el objetivo”, agregó Otrino, sin dejar de mencionar que la Ley Donal, en su artículo 2, estipulaba claramente quiénes pueden donar, qué productos pueden donarse y cómo debe hacerse dicho procedimiento, además de destacar los derechos y obligaciones de cada parte. Pero en 2005 fue vetado el artículo 9, que eximía a los donantes de la responsabilidad sobre los alimentos una vez entregados a los beneficiarios bajo las condiciones exigidas por el Código Alimentario Argentino. A partir de allí, la ley dejó de ser útil para alentar la donación.
En suspenso
Otrino explicó que los productos que se donan deben ser aptos para el consumo humano y tienen que cumplimentar con los distintos controles bromatológicos. Pueden tener algún defecto de etiquetado, una deficiencia menor o proximidad en la fecha de vencimiento (que no es lo mismo que la de caducidad), pero básicamente son aptos para el consumo de las personas. Esos son los productos que los donantes entregan específicamente a los bancos de alimentos de Argentina. Y éstos, por su parte, se dedican a rescatar los alimentos antes de que sean tirados y los entregan a las organizaciones que están formalmente constituidas para tal fin, para poder atender entonces a la población en riesgo de vulnerabilidad o inseguridad alimentaria.
El representante del BASF aclaró que se trata de donantes de buena fe, “que no donan basura, sino alimentos”, tal como lo suscribe la ley original en los requisitos descriptos en el artículo segundo. “Pero ocurre que el artículo 9 se dejó en suspenso y la Ley Donal prácticamente se anuló, porque el donante, ante la alternativa de ser posiblemente demandado, por cualquier problema que se suscite en la cadena alimentaria, se echa para atrás, no dona y en lugar de eso desecha, tira, o desperdicia”, explicó. De esta forma, dijo, muchos de los alimentos que podrían ir a los sectores más vulnerables de la sociedad, a través de las organizaciones sociales que se vinculan con los bancos de alimentos, dejan de tener ese destino.
Los bancos de alimentos son asociaciones civiles que se forman con voluntarios que asumen los requisitos que establece la Red Argentina. Y ésta se rige por parámetros, protocolos y monitoreos, que los deben cumplir tanto los donantes como los donatarios. En dicho contexto, el BASF, que actualmente figura “en formación”, aspira a convertirse en banco de alimentos “asociado” a la Red Argentina. En tal sentido, en estos días iban a empezar a contar con un empleado contratado en una sede fija, un inmueble que la Provincia les otorgó en comodato por veinte años, el que está ubicado en el predio del ex Liceo Militar, en Recreo. “Lo están acondicionando, fundamentalmente para poderlo usar como depósito”, redondeó Otrino.
¿Cómo sumarse?
El petitorio de firmas propuesto por la Red de Bancos de Alimentos Argentina está disponible en la web, a través del sitio www.redbda.org.ar/leydonal. Para poder modificar la vieja Ley Donal necesita reunirse por lo menos el 1.5% de adhesión de los ciudadanos inscriptos en el padrón electoral, aproximadamente 500 mil personas. A fines de 2017, el proyecto de ley obtuvo media sanción en el Senado de la Nación. La campaña en cuestión es impulsada para lograr su tratamiento de urgencia en la Cámara de Diputados, de ser posible en marzo de este año, durante la reapertura de las sesiones.
Vulnerabilidad e inseguridad
De acuerdo a lo manifestado por Carlos Otrino, los 16 millones de toneladas de alimentos desechadas en Argentina servirían, por un lado, para cubrir a las personas que tienen una situación de vulnerabilidad alimentaria, porque se ven imposibilitados de procurarse alimentos aptos por sus propios medios. Y por otro, a las que se encuadran en el concepto de inseguridad alimentaria, que son aquellas que acceden a fuentes no seguras de alimentos, como por ejemplo hurgar en la comida que tiran los restaurantes, que pierden la cadena de frío, que pueden estar con salmonella, situaciones que tienen que ver con el estado del alimento desde que se coció hasta que se desechó.
15 mil kilos de comida
recuperó el Banco de Alimentos Santa Fe en un año y medio de trabajo.