Entrevista a Armando Losón, presidente del grupo Albanesi

Gabriel Rossini

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Una inversión superior a 181 millones de dólares en una central de cogeneración de energía eléctrica en Timbúes convocó la semana pasada en el sur provincial al gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, y al jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Los inversores conforman el grupo Albanesi, una empresa nacional que nació en Santa Fe y tuvo en la ciudad capital un negocio de venta de materiales para la construcción en Aristóbulo del Valle al 3900, y que en los últimos 15 años se han convertido en uno de los más importantes del país en la generación de energía.

“Es un orgullo poner en marcha el primer proyecto de cogeneración de este grupo que tiene más de 88 años desde que inició su actividad comercial”, destacó Armando Losón, presidente de Albanesi, al tiempo que agradeció “la hospitalidad y la colaboración del gobierno provincial” en la instalación de la central.

“En esta primera etapa, la inversión es de 181 millones de dólares y falta la caldera que ya se está montando. La turbina de generación Siemens proveerá 170 MW al sistema interconectado nacional y la caldera 280 toneladas de vapor a la aceitera Renova”, explicó Losón a El Litoral.

—Su grupo empresario es un importante inversor en generación de energía en el país. En Santa Fe, además de Timbúes, tienen otras generadoras importantes.

—Tenemos otras dos. Nosotros nos hicimos cargo de la planta de Sorrento en Rosario que estaba parada desde hacía cuatro años, la pusimos en marcha en su totalidad y hoy está entregando al mercado 150 megas. Y ahora, nos adjudicaron el segundo ciclo de cogeneración para Dreyfuss en Arroyo Seco que va a proveer de 100 megas más. Con las tres centrales funcionando, vamos a producir para el sistema interconectado nacional 420 megas. Somos el principal generador en la provincia.

—¿Todo lo que generan va al sistema interconectado nacional o una parte le proveen a las empresas grandes que están en la zona?

—El sistema de venta directa, lo que se llamó Energía Plus, en etapas anteriores terminó. Hoy, toda la generación va al sistema interconectado nacional y la entrega la hace Cammesa, por ejemplo a la EPE, que a su vez la distribuye.

—Me habla de una inversión de más de 180 millones de dólares, en Sorrento la inversión debe haber sido importante y en Arroyo Seco, también. ¿Es negocio invertir hoy en el sector energético en Argentina?

—No sé si llamarle negocio. Es una actividad muy sostenida, donde hay que tener las máquinas a disposición del sistema y el mercado para generar lo que se llame potencia y cobrar la energía en el momento en que lo hace por solicitud de Cammesa. Ahora, este tipo de proyectos no se pueden hacer si no hay acompañamiento de los fabricantes -llámense Siemens, General Electric, Mitshubisi, etc.- ni financiamiento internacional. La inversión de Timbúes, con la caldera, supera los 200 millones de inversión. No es que ahora es negocio, es que antes no se podían hacer. Pero no porque no fuera negocio sino porque la rentabilidad del sector energético está bastante ajustada ya que prácticamente es un servicio público. No ponemos el precio que queremos. Estamos regidos por el que pone la Secretaría de Energía y Cammesa.

—Pero, hay que conocer el negocio porque no cualquiera puede hacerlo...

—Por supuesto. Nosotros en la empresa tenemos casi 500 empleados en relación directa, técnicos muy capacitados, ingenieros que conocen en el tema. Le digo que si usted tiene la plata y quiere poner mañana una máquina no es factible. El negocio es una cosa y la voluntad es otra.

—Además de una trayectoria de casi 100 años, tienen experiencia ya que operan en el país una decena de generadoras en distintas provincias.

—Con la de Arroyo Seco vamos a tener 11 centrales. Tenemos en La Rioja, Río Cuarto, Santiago del Estero, Tucumán, Bahía Blanca, General Roca y Ezeiza.

—¿Exploraron la posibilidad de entrar en el negocio de las energías renovables?

—Estamos trabajando en eso. En la planta de General Roca, hemos instalado una antena de 120 metros de altura con la que estamos haciendo la medición de los vientos para un parque eólico. Vamos por el mes 8 y tiene que estar un mínimo de 12 meses. Y el otro proyecto es en la plana de La Rioja que es fotovoltaico. De esta manera, nos vamos adecuando a las nuevas maneras de generar energía, que es una tendencia en el mundo, y se manifiesta en el interés que muestran las empresas cuando la Secretaría de Energía de la Nación convoca a licitaciones para la generación de renovables.

—Su grupo es muy importante en el negocio del gas en el país y participaron del petrolero.

—Del negocio petrolero estamos alejados. Tuvimos una muy buena experiencia en Venezuela. Estuvimos varios años trabajando con una sección de YPF en lo que se llama Valle de Pascua en el Orinoco. Nos fue muy bien pero luego el presidente Chávez decidió no renovar estos contratos y dejamos la operación. En Argentina, hicimos algunos intentos pero tomamos la decisión de no ingresar de lleno en el negocio. Sí, en el mercado del gas. Cuando se privatizó Gas del Estado en 1992 intentamos ingresar con un grupo canadiense, nos presentamos en la distribución del Litoral y perdimos. Nosotros habíamos participado en la construcción de infraestructura, por ejemplo hicimos los gasoductos troncales en Santa Fe junto con un grupo de México. Al quedar afuera de la distribución, el marco regulatorio nos permitía entrar como comercializadores mayoristas de gas, que era un mercado nuevo. Y eso fue lo que hicimos. Nos fue muy bien, desarrollamos un gran proyecto. Hoy movemos 12 millones de metros cúbicos por día de los cuales algo más de la mitad lo usamos en nuestras centrales, una integración que nos permite administrar el combustible mejor que otras empresas. Además, abastecemos a más de 350 industrias en todo el país.

—Por toda la actividad que desarrollan, ustedes conocen todos los detalles del mercado de la energía en el país. ¿Qué evaluación hacen del mercado energético?

—El mercado tiene tres patas. Una es la de la distribución que realizan Edenor, Edesur o la EPE. La otra es la de generación que es en la que participamos nosotros. Y la tercera es la de transporte como Transener, Transnoa, Transnea, etc. Creo que el gobierno tiene un plan muy coherente a mediano y largo plazo. El sector se está ordenando. Fíjese por ejemplo que los cortes han sido menos que años anteriores y no fueron por falta de generación sino por problemas en la distribución. A la planta de Timbúes la hemos montado trabajando mucho en 12 meses. Pero los problemas de distribución como los de Edenor en Buenos Aires no se los arregla en uno, dos o tres años. Hay que cambiar caños, cables, romper calles. Son inversiones que se están haciendo. Creo que la política energética que lleva adelante este gobierno es muy sana y ya está dando resultados. En el área de transmisión, está por salir en poco tiempo una licitación de casi 3.000 mil kilómetros de transmisión y con eso se va a poder producir más energía. Hoy, la capacidad de transporte está cubierta así que por más máquinas de generación que se pongan en marcha el volumen total del sistema de transporte no lo permite. Creo que en el sector energético que es el que conocemos se están haciendo bien las cosas.

Estamos trabajando mucho, somos optimistas, hay buenas posibilidades de inversión y tenemos apoyo de los bancos internacionales.