Se vota este domingo

Putin busca seguir al frente de Rusia hasta 2024

16-B-5F98DE00E24A9CE4.jpg

Seguidores del presidente ruso, Putin, sostienen una imagen de él durante un concierto en el marco de su campaña electoral en Sevastopol. Se estima que el actual presidente ganará por alrededor del 70 por ciento de los votos. Foto: DPA

 

Peter Spinella - DPA

[email protected]

Los rusos están llamados el domingo a las urnas en unas elecciones presidenciales en las que se da por hecho que Vladimir Putin será reelegido al frente del país hasta 2024, tras conseguir su cuarto mandato en la presidencia.

En total, 109 millones de rusos están convocados a una larga votación que se extenderá durante 22 horas: los locales electorales estarán abiertos entre las 8:00 y las 20:00 horas, pero en 11 zonas horarias que se extienden desde la península de Kamchatka, en el extremo oriental, hasta el enclave de Kaliningrado, la parte más occidental.

Los primeros resultados parciales se esperan a partir de las 18:00 GMT, pero no habrá datos definitivos hasta la mañana del lunes.

Putin, de 65 años, concurre como candidato independiente contra siete contrincantes, entre ellos una mujer, Xenia Sobchak, la candidata más joven con 36 años. Sin embargo, a ninguno se atribuyen opciones reales de victoria.

Una encuesta publicada el lunes por el Centro de Investigación de Opinión Pública Ruso apuntaba una intención de voto por Putin del 69 por ciento. En segundo lugar, el candidato comunista, Pavel Grudinin, con sólo el 7 por ciento.

Las elecciones del domingo estarán marcadas también por la ausencia del líder de un movimiento de protesta, Alexei Navalny, que ha conseguido reconocimiento en todo el país pero a quien no se ha permitido concurrir por una condena previa de delitos fiscales muy cuestionada.

Navalny ha llamado a boicotear la cita electoral del domingo, que espera se vea minada por una baja participación. Con atención se aguarda ese dato, el único que podría lastrar la imagen de apoyo unánime a Putin que quiere transmitir la cúpula rusa, si se cifra por debajo del 70 por ciento esperado.

“Todo el mundo se da cuenta de que las elecciones son un voto de confianza para Putin”, señala Pavel Sharikov, politólogo de la Academia Rusa de Ciencias. “Una baja participación podría minar duramente el resultado de los comicios, pero también podría arrojar ciertas preguntas sobre su legitimidad”.

En esta ocasión, Putin ha renunciado a la habitual agresividad de una campaña electoral: anunció su candidatura hace sólo tres meses y hasta el último momento ni siquiera se sabía si iba aparecer en su mayor acto de campaña en Moscú celebrado hace un par de semanas.

Putin lleva desde 1999 al frente del país, ya sea en el cargo de presidente o de primer ministro, por lo que no necesita hacer campaña como un político normal o participar en debates con sus contrincantes, opinan los analistas.

“Para Putin, las elecciones no son un acto de competición política con otros candidatos. Si no un procedimiento de recibir otra confirmación pública de su legitimidad como líder ruso”, señala el politólogo Nabi Abdullaev.

“Y es que mostrarse activo en la campaña contra otros candidatos lo pondría la mismo nivel que ellos a ojos de los ciudadanos rusos, cuando él quiere preservar su estatus de político de alto rango con una autoridad y legitimidad por encima de otros políticos del país”, añade el director asociado para temas de Rusia en la consultora Control Risks Group.

Una encuesta nacional publicada el año pasado por la mayor encuestadora independiente, Levada Centre, apuntaba una valoración positiva del trabajo de Putin en la presidencia por el 73 por ciento de los rusos, casi tres cuartas partes de los encuestados.

Sin embargo, el próximo mandato de Putin, que durará hasta 2024, podría ser el último, ya que la Constitución sólo permite dos consecutivos en el cargo.

Eso no fue antes un obstáculo para él: ya le ocurrió tras dos mandatos en la presidencia entre 2000 y 2008, tras los cuales pasó cuatro años como jefe de Gobierno antes de poder volver al máximo cargo del Kremlin. En 2011 el mandato presidencial se amplió de cuatro a seis años, lo que le permitió presidir el país de 2012 a 2018.

Pero si volviera a recurrir a la misma táctica (de pasar a la jefatura del Gobierno antes de volver a la presidencia), tendría 77 años cuando quisiera volver a ser candidato.

Sanciones de EEUU

El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, aplicó sanciones a ciudadanos y entidades rusas por su presunta injerencia en las elecciones presidenciales de 2016 y acusó a Rusia de una operación para hackear la red eléctrica e infraestructura clave de Estados Unidos, incluyendo el sector de la aviación.

Entretanto, el fiscal especial Robert Mueller, quien investiga la causa conocida como Rusiagate, solicitó por primera vez a la Organización Trump la entrega de documentos relacionados con los negocios del presidente de Estados Unidos, algunos de ellos referentes a Rusia.

Estas sanciones son las más fuertes adoptadas contra Rusia por Trump, luego de meses de acusaciones a su administración de ser demasiado indulgente con Rusia y al presidente en particular de no querer confrontar con su par ruso, Vladimir Putin, que se apresta a lograr un cuarto mandato en las elecciones que se celebrarán el domingo.

Funcionarios de seguridad nacional dijeron que el FBI, el Departamento de Seguridad Interior y organismos de inteligencia concluyeron que la inteligencia rusa estuvo detrás de un amplio abanico de ciberataques que comenzaron hace un año y que lograron infiltrar los sectores energéticos, comercial, industrial, de la aviación y del agua.

También Estados Unidos sancionó a 19 ciudadanos y cinco entidades rusas por la presunta interferencia de Rusia en las presidenciales norteamericanas de 2016 y por varios ciberataques, incluyendo uno que afectó a empresas de toda Europa hace 11 años.

Las penalidades anunciadas consisten en el congelamiento de cualquier activo ruso en dólares estadounidenses y una prohibición para que ciudadanos estadounidenses hagan negocios con los individuos y entidades castigadas, dijo el Departamento del Tesoro.

El vicecanciller ruso, Sergei Ryabkov, dijo que Rusia tomaba las sanciones con calma, aunque advirtió que su país ya comenzó “a preparar una respuesta”.