Tranqueras abiertas

El delito llegó al campo y golpea duro. Desde el ruralismo reclaman unificar las herramientas legales para prevenir y combatir un fenómeno que parece estar fuera de control.

Federico Aguer

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El tema de la delincuencia asola no solo las ciudades sino que también cala hondo tranqueras adentro. El tema motivó inclusive que CARSFE creara tiempo atrás una Comisión de trabajo dedicada al seguimiento de estos casos, con la intención de visibilizar la problemática, y trabajar en conjunto con las autoridades.

En los últimos tiempos, localidades como La Chispa, Josefina, San Justo, Romang o Villa Constitución se sumaron al listado del delito rural que combina atentados contra la propiedad y las personas, y sistemas complejos de faena clandestina y comercialización de carne en negro.

En un informe que compartieron con las autoridades a principios de este año, se destacaba que “es llamativa la cantidad de productores que han dejado de vivir en los campos para pasar a vivir en los centros urbanos, a causa del constante robo y faena de animales como también de maquinaria agrícola”. Y también se apuntaba duramente contra la Guardia Rural “Los Pumas” al señalar que “no está debidamente entrenada y mal equipada. Según un informe de la Rural de Romang, la guardia cuenta con 7 hombres para patrullar 500.000 hectáreas”.

Sin embargo, esta última semana, un exitoso operativo de inteligencia integrado de las policías de Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos, permitió apresar a dos miembros de una peligrosa banda que contaba en su poder más de 2 toneladas de carne.

Por un lado, el enorme riesgo sanitario que esto implica, y por otro, del lado de la producción surgen algunas dudas respecto de la tipificación del delito y la falta de criterio unificado de los fiscales a cargo de estas causas. De hecho, el hecho se caratuló como “encubrimiento agravado”, cuando en realidad sería una asociación ilícita, y los delincuentes salieron a las pocas horas.

“Es necesario que se plantee un cambio de paradigma”, sostiene Gerardo Vicentini, responsable del área en la entidad ruralista, quien, luego de un relevamiento inédito en la materia, expone la crudeza del fenómeno a todo nivel.