llegan cartas

El escándalo Facebook

MARTA SNAIDERO

DNI 12.215.210

Desde el año 2012 y hasta la fecha, soy víctima de ciberbullyng. Si bien tenía una cuenta en la red “social”, ésta fue plagiada con mi propio nombre y fotografías. De esta manera, quien lo hizo no sólo se comunicaba con personas de mi conocimiento a fin de enterarse más de mi vida privada, sino que hasta me “comprometían y casaban” con quien nada yo tenía que ver.

Durante la campaña política en la cual aspiraban al sillón de Rivadavia la ex presidenta y el actual jefe de Estado, se me involucró con la primera acusándome de hacer campaña a su favor, repartiendo choripanes y con expresiones partidarias auspiciando una victoria que no fue.

Se usaron fotografías familiares incluyendo menores de edad, subidas inocentemente en mi perfil, a las que agregaban comentarios burlistas; me llegaban solicitudes de amistad que al ser rechazadas provocaban mensajes privados carentes de todo respeto.

Comenzó una etapa de dudar hasta de mí misma. Retiré toda información y hasta llegué a cambiar mi nombre de usuaria. Pero fue detectada la acción por quienes lucran gracias a Facebook creando perfiles y/o páginas falsos. Cada reporte desde mi cuenta y/o de amistades incentivaba a delincuentes a aumentar las páginas con mi nombre y adjetivos descalificantes, hasta con fotos robadas de Internet.

Recurrí a la Justicia santafesina en todos los ámbitos. Repetí verbalmente a quien quisiera escuchar la experiencia desagradable, acompañando mi testimonio con más de quinientas pruebas de captura de pantalla. De nada sirvió. Un juez determinó que debía hacer juicio civil a Facebook y no encontró delito penal en las bajezas, acoso y hostigamiento sufrido durante tantos años.

Hoy no estoy por decisión propia en red “social” alguna. Pero subsisten con mi nombre fotografías, cuentas y páginas falsas. ¿A quién le sirve? ¿Acaso a Facebook mismo?

Quizás quien imparte justicia de oficio decida abrir un registro de víctimas de redes “sociales” y actuar en consecuencia, sin costos para quien tarde comprendió que sí, son redes, pero no sociales. Se trata tan sólo de redes para atrapar incautos e indefensos seres humanos en busca de sana y mayor comunicación.