Un símbolo del rugby santafesino...
Un símbolo del rugby santafesino...
Julio Tejerina, siempre presente
Comenzó a jugar con el aprendizaje del Padre Peti y luego fue partícipe del nacimiento de su querido CRAI, club en el que disfruta todos los fines de semana.

Como dirigente UAR. Una de las facetas de Julio Tejerina. En esta oportunidad, acompañando al equipo argentino en el Seven Internacional de Hong Kong del año 2001.
Foto: Archivo El Litoral
Redacción de El Litoral
Mencionar al doctor Julio Tejerina es hablar de rugby en Santa Fe. Si bien su actuación en la ciudad tuvo otro carácter después, el apellido Tejerina está estrechamente vinculado al rugby desde aquellos comienzos en el Colegio de la Inmaculada Concepción y las enseñanzas impartidas por el Padre Sacerdote Jesuita Peti, quien traía conocimientos por haber jugado en Inglaterra.
Luego de su paso por el Colegio, pasó a jugar en Ateneo. Y allí tuvo como entrenadores a los señores Marcelo Bruno y Guillermo García Sarubi, otros apellidos ilustres del rugby santafesino.
Luego de haber jugado como locales en el Regimiento 601 de Anfibios durante varios años, hecho que le valió el mote de “los gitanos”, los dirigentes y jugadores de ese entonces recibieron en 1976 una donación con cargo de un predio ubicado en sobre la autopista Santa Fe-Rosario, cuando ya había caido al Salado el puente respectivo.
Allí se constituyó el CRAI (Club de Rugby Ateneo Inmaculada) y comenzó una etapa de crecimiento, gracias a la donación que efectuaron los señores Eduardo Villa y Benito Guglielmone.
Se inaugura entonces la cancha principal, en un partido ante Los Tordos de Mendoza que finalizó con un empate en 3 tantos.
Julio Tejerina inicia su actuación como entrenador y ayudante de la primera división del CRAI y es una ayuda constante para los entrenadores de inferiores e infantiles. Por su actuación, Tejerina es designado como jugador de la selección santafesina y elegido para disputar el Artentino que se llevó a cabo en la cancha del Liceo Militar de Santa Fe, con la intervención de la Unión de Rugby de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Rosario.
También jugó como hoocker de la selección de Santa Fe contra el famoso equipo de Los Gazelle en un partido que tuvo lugar en el estadio 15 de Abril de Unión, en una noche que también es inolvidable para el rugby de la ciudad.
Tejerina viajó con la selección de Santa Fe a Chile, país en el que disputó dos partidos ante la selección chilena A y B. Luego, invitado por el Jockey Club, fue a la gira que se realizó por Paraguay y Brasil, país en el que jugó tanto en Río de Janeiro como en San Pablo, habiendo ganado los partidos respectivos.
Luego, ya como dirigente, fue designado presidente de la Unión Santafesina, cargo en el que se desempeñó durante cinco años, tras lo cuál fue vocal de la Unión ARgentina de Rugby a partir de 1995, lugar en el que desempeñó otros cargos, como presidente de la Comisión de Disciplina, presidente de la Comisión Médica, presidente de la subcomisión de control de la parte médica, etcétera.
El doctor Tejerina jugó su último partido de rugby como hoocker de la selección argentina parlamentaria, en el Mundial que se llevó a cabo en Francia y en el que intervinieron Nueva Zelanda, Australia, Francia, Inglaterra, Gales, Escocia y Sudáfrica).
Posteriormente, se reintegró y siguió despuntando el vicio en los veteranos Sirirí, participando de diversos encuentros que se llevaron a cabo en nuestra ciudad y en Córdoba.
Como entrenador del CRAI logró el título de campeón en 1979, 1980, 1981, 1982, 1983, 1984 y 1985.
A su vez, fue presidente de la delegación de la Unión Argentina de Rugby en los torneos internacionales de seven de París, Hong Kong y Malasia. También fue vicepresidente de la delegación de menores de 18 años que se preparó en Sudáfrica por 30 días y que luego obtuvo el título de campeón en el Mundial de 18 años en Buenos Aires. También fue presidente del seleccionado del interior en todos los eventos llevados a cabo en Argentina y otros países.
Hoy, luego de haber sido presidente del CRAI, está a cargo de la Comisión de Disciplina y todos los fines de semana está presente en el club de su vida, acompañando a sus amigos, invitados, hijos y a su querido CRAI.