Encuestas

Brasil: crece el apoyo a un golpe de Estado para combatir la corrupción

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Temer tiene al día de hoy dos procesos judiciales por corrupción.

 

Redacción El Litoral

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Telam

El apoyo a un eventual golpe de Estado de los militares en Brasil para combatir la corrupción subió al 46,3 por ciento de los encuestados, mientras que el 47,8 por ciento lo rechaza, según un sondeo realizado por el Instituto de la Democracia.

El 46,3% de los entrevistados en una encuesta del Instituto de la Democracia respondió afirmativamente ante la pregunta “cuando hay mucha corrupción ¿se justificaría que los militares tomen el poder por un golpe?”.

En tanto, el 47,8% de los 2.500 consultados en todo el país consideró que no se justifica el respaldo a una intervención militar en caso de corrupción.

A esta encuesta también se sumó el ministro de Defensa, el general Joaquim Silva e Luna, quien resaltó “la buena imagen de las Fuerzas Armadas”.

En coincidencia con este crecimiento de la credibilidad de los militares comentada por el ministro de Defensa, han sido frecuentes en los últimos tiempos las declaraciones vinculadas a temas políticos del comandante del Ejército, general Eduardo Vilas Boas, alguna de las cuales fueron consideradas presiones a los miembros del Superior Tribunal Federal (STF) que se pronunció por seis votos a cinco a favor el encarcelamiento del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La encuesta del Instituto de la Democracia indicó que el 53,2% de los brasileños darían su apoyo a un golpe en caso de que se desate un brote de violencia incontrolable, según reportó la agencia ANSA.

En contraste con el creciente respaldo a un eventual gobierno militar, hubo una declinación en la aprobación de la democracia.

El 19,4% de los consultados por el Instituto de la Democracia dijo estar muy satisfecho con el sistema republicano, cifra que fue la más baja desde 2002, señaló el doctor en Ciencias Políticas Leonardo Avritzer, responsable del sondeo. De todos modos para el 56,1% la democracia es el régimen político “preferible”.

En 2010 el 77% sostuvo que “prefería” a la democracia, en 2006 respondió así el 71% y en 2012 el 68%, agregó ANSA.

El fiscal de la causa Lava Jato, Deltan Dallagnol, dijo que “los brasileños estamos presos del círculo vicioso de la corrupción”, y que Brasil vive una “crisis de representatividad” debido a los manejos ilegales que alcanzan a casi todo el sistema político.

“El dinero invertido en campañas carísimas permite que cualquier candidato parezca un ángel, lo cual tiende a perpetuar a los corruptos en el poder”, agregó el joven fiscal de Curitiba, al hablar en un evento realizado en Río de Janeiro.

Las encuestas electorales muestran como segundo en las preferencias populares, a casi 20 puntos de Lula Da Silva, al ex capitán y senador Jair Bolsonaro, que defiende abiertamente la dictadura que rigió Brasil entre 1964 y 1985, y hasta elogió las torturas sufridas por la ex presidenta Dilma Rousseff, destituida en 2016 por irregularidades fiscales.

“Lo que hay es una desconfianza radical y absoluta en las instituciones” democráticas, agregó Avritzer, también profesor de la Universidad Federal de Minas Gerais.

Mientras los partidos y el Congreso tienen bajos índices de aprobación, las Fuerzas Armadas reciben el 61,1% de confianza, la Policía Federal el 63,1% y las iglesias el 63,8%.