Expectativas en todo el mundo
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Alegría y cólera ante la apertura de la embajada de EEUU en Jerusalén
El lunes próximo el actual consulado norteamericano se convertirá en la legación diplomática en Israel.

Banderas israelíes y estadounidenses, colocadas en la carretera que lleva al consulado estadounidense en Jerusalén. Foto: DPA
Stefanie Järkel - DPA
“Mira”, dice Daniel Jonas asomado a la ventana del salón de su casa mientras señala dos pequeñas banderas estadounidenses e israelíes que asoman entre los árboles de la calle. “Todavía son sólo banderas”. Pero le preocupa lo que está por llegar cuando se abra la embajada de Estados Unidos. “(Me preocupa) que realmente transforme el entorno del vecindario”, reconoce.
Este hombre de 36 años vive a pocos minutos a pie del edificio color arena que el lunes pasará de ser consulado para convertirse en embajada. Junto con otros 19 vecinos Jonas ha presentado, sin éxito, una petición ante el Tribunal Supremo.
Una delegación de Estados Unidos con el vice secretario de Estado, John Sullivan quiere inaugurar ceremoniosamente la embajada situada en el barrio de Arnona, en Jerusalén. También se espera que acudan al acto la hija del presidente, Yvanka Trump, y su esposo, Jared Kushner.
Los palestinos han llamado a boicotear la ceremonia. No obstante, a excepción de representantes israelíes, Estados Unidos no han invitado a diplomáticos de otros países, informaron los medios. El evento es sobre todo simbólico, ya que por el momento la embajada es sólo una solución provisional.
Jonas, que viste kipá negra, camiseta azul y vaqueros, habla de mucha presencia policial en el barrio, del aumento de controles y de personas que aparcan sus autos y tienen que enseñar sus papeles. “Esto es una zona residencial, pero de pronto tengo que acordarme de llevar conmigo el pasaporte cuando salgo por el barrio”, se lamenta. Jonas teme que a corto plazo se cierren calles cuando, por ejemplo, acudan invitados de Estado a la embajada.
El ministro de Defensa israelí, Avigdor Liebermann, cuenta con que habrá protestas en la inauguración. Los palestinos han convocado una manifestación en Ramala, Cisjordania, con motivo del Día de la Nakba (catástrofe) para recordar a los miles de palestinos que fueron expulsados o tuvieron que huir tras la fundación del Estado de Israel en 1948.
Fuentes policiales confirmaron que hay unidades de la Policía israelí desplegadas en torno a la embajada y que se han instalado nuevas cámaras de seguridad para controlar el terreno.
En diciembre, el presidente estadounidense, Donald Trump, reconoció Jerusalén como capital de Israel y anunció el traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén. Estas decisiones fueron duramente criticadas por la comunidad internacional. En los Territorios Palestinos se produjeron revueltas que se saldaron con muertos y heridos.
Israel conquistó la parte oriental de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días en 1967 y desde entonces reclama la ciudad entera como su capital. Por su parte, los palestinos pretenden convertir Jerusalén en la capital de un futuro Estado independiente. La comunidad internacional aboga por establecer el estatus de Jerusalén en unas negociaciones de paz entre Israel y los palestinos.
“Como israelí creo que Jerusalén es la capital de Israel”, dice Jonas. “Pero también tengo claro que hay otra nación que vive junto a y entre nosotros que quiere su propio Estado en el que Jerusalén Este sea su capital”, añade. Para él, la decisión tomada por Trump sin haber tenido en cuenta a la otra parte es “dicho de manera educada, una cosa tonta”.
Pocos días antes de la inauguración, trabajadores árabes plantan flores rojas, blancas y moradas con la forma de la bandera de Estados Unidos junto al acceso al edificio. Los pasos de cebra están recién pintados. Una pareja de Missouri se hace unas fotos de recuerdo junto al cartel “Consulado General de los Estados Unidos de América” que hay en la entrada. No está permitido hacer otro tipo de fotografías, grabar videos y ni siquiera tomar notas frente al edificio, recuerdan los guardias de seguridad una y otra vez.
Desde 2010, Estados Unidos utiliza el edificio para asuntos consulares. El complejo se encuentra en la “línea verde” entre Jerusalén Occidental y una zona más grande que antes se usaba tanto por Israel como por Jordania, cuenta el experto Daniel Seidemann. Además, en el centro de la ciudad está el edificio principal del consulado general.
Todavía no está decidido si el edificio consular en Arnona será el emplazamiento de la embajada a largo plazo. “De momento, en la embajada provisional en Arnona se establecerán las oficinas del embajador y de una pequeña plantilla de trabajadores”, dice un representante del Departamento de Estado. Hasta finales de 2019 está prevista la apertura de un edificio anexo en el terreno y además se ha comenzado a buscar un emplazamiento para la embajada permanente.
La embajada de Estados Unidos en Tel Aviv se convertirá en la sucursal de la embajada, cuenta el representante. Aquí, los israelíes podrán seguir tramitando los visados para sus viajes a Estados Unidos.
Para poder utilizar el consulado en Jerusalén como embajada, los estadounidenses han tenido que mandar construir una vía de evacuación para el embajador, informan medios israelíes. Trump aseguró que los costes de la primera fase no superarían los 400.000 dólares.
Asimismo está previsto construir un muro de al menos tres metros de altura en lugar de la valla de metal que hay actualmente, explica Betty Herschmann, de la organización de derechos civiles Ir Amim (ciudad de los pueblos). Los vecinos alegan que el muro les tapará las vistas. Herschmann critica que para la embajada se hayan pasado por alto normas del plan urbanístico mientras Israel “reprime completamente las posibilidades de los palestinos de planear y desarrollar sus barrios en Jerusalén Este”.
Según un reciente sondeo realizado por el Instituto de Democracia de Israel, casi dos tercios de los israelíes defienden el traslado de la embajada estadounidense. “No es ningún sueño, es la realidad”, dijo también el alcalde, Nir Barkat, cuando se colocaron los nuevos carteles de la embajada a principios de la semana. “Jerusalén es la eterna capital del pueblo judío y el mundo comienza a reconocer este hecho”.