La selección goleó a la débil Haití...

Un crack, mucho toqueteo y un equipo en “ablande”

No fue medida porque los centroamericanos no patearon nunca al arco de Caballero. Messi hizo tres goles y se llevó no sólo eso, los goles, sino también el calor popular.

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Uno de los festejos argentinos en la noche de la Bombonera. Una multitud acompañó al equipo en la despedida.

Foto: Gentileza Sport Center

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Que Haití es una selección de un tercer o cuarto nivel, es cierto. Que casi no pasaron la mitad de la cancha, también. Que no le patearon una sola vez al arco a Caballero, es una realidad. Pero igual, le va a servir a Sampaoli. Y así lo entendió el entrenador, quien reconoció en la conferencia posterior al partido que “contra Islandia se va a plantear un partido parecido”.

¿Cuál es ese partido parecido que cree Sampaoli?, el de un rival que se va a cerrar atrás, que achicará espacios en su propio terreno y que jugará de contragolpe. Islandia no es Haití, está claro. Pero el partido puede llegar a ser parecido en cuanto a la propuesta de los dos equipos.

¿Y qué cree Sampaoli que debe hacerse?, mover mucho la pelota por más que parezca un juego aburrido, muy lateralizado, con pocos momentos de cambio de ritmo. Paciencia extrema es lo que pide el entrenador. Y está claro que esa misma receta es aplicable, quizás, a otros rivales. No muchos. Porque uno cree que esa propuesta de jugar a esperar y contragolpear no será, por ejemplo, la que tengan bajo la manga los españoles, los franceses, los brasileños y los propios alemanes.

Que Messi es Messi, se sabe desde que debutó en Barcelona. A su influjo, el equipo cambia el ritmo, se apoya, cree en él, lo buscan y tratan de entenderlo rápidamente. No está mal que así sea. Pero tiene que aparecer un equipo que también lo sepa contener. Y eso está en veremos.

Sampaoli es un técnico ofensivo, que inoculó el fútbol de Bielsa. Tácticamente, no hay muchas sorpresas. Es un 4-3-3 si a Messi lo contabilizamos como un delantero, aunque sin puesto fijo. Lo Celso ha progresado desde su llegada al PSG, arrancando de atrás y en una posición muy cercana al “5”. Hubo entendimiento con Messi. Como también lo hubo por parte de Pavón, cuando entró. A propósito, Pavón -recostado como wing izquierdo- mostró lo importante que puede ser ante un equipo que se cierra atrás y al que debe atacárselo utilizando los 70 metros de ancho de la cancha para no caer en el embudo que proponen por el medio. El tándem por derecha -el de Salvio con Lanzini- intentó ser agresivo pero cayó en algunas imprecisiones. Quizás, este sea un aspecto saliente a la hora de buscar detalles por corregir: la falta de precisión que tuvo el equipo, quizás producto de la falta de espacios en las adyacencias del arco rival.

Lanzini, Lo Celso, el mismo Messi, Di María y el “9”, tienen mucha tendencia a picar entre los centrales, algo que el resto del equipo deberá también asimilar. Una pelota en profundidad puesta para Messi, como ocurrió en el primer tiempo y no terminó en gol, puede ser letal para la defensa rival. Y después, las famosas sociedades que deberán aparecer. Si Lo Celso es el “llevador” que hoy el equipo no tiene y que alguna vez se referenció en Gago, en Banega y hasta en el mismo Pastore, hay que trabajar en las variantes para que la pelota le llegue bien jugada a Messi y que el resto también participe. Ya con Agüero y con Pavón en la cancha, más un rival desorientado, cansado y rendido, se observaron algunas cosas que en el primer tiempo no abundaron.

Quedó en claro que Caballero va a ser el arquero, más allá de que no lo haya elegido por la actuación de anoche porque no le patearon al arco. Y el sistema defensivo necesita verse ante un rival que lo exija, cosa que no ocurrió con los haitianos. Otamendi es un jugador rápido, Salvio -si finalmente se inclina por él para empezar el torneo- y Tagliafico también, pero resta saber si la complementación de la dupla Fazio-Otamendi será rápida y eficaz. El torneo puede darle la chance de la corrección a tiempo. Sabella lo logró con Demichelis a partir del encuentro con Bélgica y acomodó toda la defensa para el resto del campeonato. Y algo similar ocurrió en el ‘86, hasta modificando no sólo nombres, sino también el esquema.

Sirvió para elegir una estrategia inicial y para que el equipo se vaya al Mundial lleno del afecto y el calor popular. No tanto por la exigencia. Tampoco es bueno que se juegue un partido duro con tan poco tiempo de distancia con el Mundial. La medida no fue el partido con España ni tampoco el de anoche. Sampaoli sabe que tiene el as de espadas; ahora tiene que encontrar otras buenas cartas que lo acompañen y lo complementen.

“Bien... hicimos bien las cosas y me voy contento... ilusionado. Tenemos que corregir algunas cosas, sobre todo por la posición en la que van a jugar algunos jugadores. Hubo mucho protagonismo, mucho dominio, más allá de la categoría del rival, por eso me voy muy satisfecho. Llegamos sin jugadores lesionados y estamos muy bien preparados para el Mundial”.

Jorge Sampaoli

DT Argentina

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Messi festeja el tercer gol, luego de una gran jugada de Pavón que terminó con un pase atrás que el “10” aprovechó.

Foto: Gentileza Sport Center

Síntesis

Argentina 4

Haití 0

Argentina: Wilfredo Caballero; Eduardo Salvio, Nicolás Otamendi, Federico Fazio y Nicolás Tagliafico; Giovani Lo Celso y Javier Mascherano; Manuel Lanzini, Lionel Messi y Ángel Di María; Gonzalo Higuaín. D.T.: Jorge Sampaoli.

Suplentes: Franco Armani, Nahuel Guzmán, Gabriel Mercado, Cristian Ansaldi, Lucas Biglia y Paulo Dybala.

Haití: Johny Placide; Carlens Arcus, Ricardo Adé, Mechack Jerome y Alex Christian; Brian Alceus; Zachary Herivaux y Fabien Vorbe; Mikael Cantave; Duckens Nazon y Jimmy Sanon. D.T.: Marc Collat.

Suplentes: Josue Duverger.

Goles: en el primer tiempo, a los 16 min., Messi (A), de penal. En el segundo tiempo, a los 13 y 21 min., Messi (A); a los 24 min., Agüero (A).

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Derrick Etienne por Sanon y Steeven Sabat por Vorbe (H); Marcos Rojo por Fazio (A); a los 14 min., Cristian Pavón por Di María, Maximiliano Meza por Lanzini y Sergio Agüero por Higuaín (A); a los 22 min., Bryan Labissiere por Herivaux y Bryan Chevreuil por Alceus (H); a los 26 min., Marcos Acuña por Tagliafico (A); a los 30 min., Ever Banega por Lo Celso (A); a los 33 min., Richelor Sprangers por Cantave (H); a los 44 min., Waldo Vernet por Arcus (H).

Árbitro: Arnaldo Samaniego (Paraguay).

Cancha: Boca Juniors.