ESTRENAN “LA EXTRAORDINARIA VIDA DE JORGE VALENTE”

Una autobiografía teatral

La obra dirigida por Javier Bonatti se estrenará este sábado en Latreintasesentayocho y continuará en escena los sábados de junio. El elenco está integrado por Sergio Abbate, Camilo Céspedes, Sofía Kreig y Lautaro Ruatta.

Una autobiografía teatral

Juan Ignacio Novak

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Jorge Valente tiene su propio perfil en Facebook. Allí indica que nació el 2 de junio de 1959, que hace poco más de tres semanas emprendió su “retorno a Santa Fe”, que le gustan las canciones de Los Beatles, Sandro y Charles Aznavour y que suele reflexionar sobre el arte. Por ejemplo, cuando postea: “El oficio del actor es recordar. Un hombre sabio dijo: ‘No recordamos, reescribimos la memoria como se reescribe la historia’ ”.

Este “artista total que busca la trascendencia con la muerte pisándole los talones” es el protagonista de la obra de Javier Bonatti “La extraordinaria vida de Jorge Valente”, que tendrá su estreno el próximo sábado, a las 22, en la Latreintasesentayocho (San Martín 3068) y continuará en escena los sábados a la misma hora y lugar.

La obra se compone con “retazos de recuerdos de la vida de este artista que en un momento decidió hacer su autobiografía y se dio cuenta de que el papel no le alcanzaba, de que la obra debía ser corpórea”.

El elenco está integrado por Sergio Abbate, Camilo Céspedes, Sofía Kreig y Lautaro Ruatta, quienes en escena desarrollan un juego muy particular, porque los actores “son” Jorge Valente en escena mientras que la actriz que “es” todos los personajes femeninas. “Estos tres actores, igualmente, son otros personajes a medida que la puesta lo precisa. Los modos de trabajo fueron encontrándose en los ensayos. Lo fundamental era hacer que estos actores no interpreten a nadie, sino que sean alguien. No hay en escena actores que interpretan a Valente. En escena está Valente, escindido en tres cuerpos, tanto por un capricho (¿qué es el arte sino?) como por la necesidad que desde el texto aparecía”, explica el director de la puesta.

—¿Cómo surgió la idea de llevar a escena la obra y cómo fue el proceso de trabajo?

—La idea surge a partir de una inquietud, una curiosidad. En este caso, contar la vida de este artista trascendental que por una cuestión muy personal, decidió encerrarse herméticamente y pasar a las sombras. Hubo un encantamiento muy profundo con la posibilidad de contar la vida de este hombre que de muy joven emigró de Santa Fe y recorrió el mundo entero haciendo verdaderas obras maestras, tanto en el cine, como en la TV y el teatro. A partir de este indagar sobre el “mundo Valente” es que decidimos llevar su vida a la escena. Es su deseo: hacer una autobiografía teatral. Esperamos estar a la altura. El proceso de trabajo comenzó con un esbozo de escritura que luego fue compartida con el elenco que, prontamente, se hizo cargo de estos materiales que fueron los disparadores de la usina creadora de los ensayos. Estos ensayos inventaron y abrieron nuevas puertas hacia otros materiales que intentamos “ordenar” en uno de los tantos órdenes posibles, para poder compartirlas con el público.

Itinerario

“La extraordinaria vida de Jorge Valente”, que obtuvo un subsidio del programa Escena Santafesina como Producción Emergente, se presentará los sábados de junio a las 22, en Latreintasesentayocho (San Martín 3068).

Del arte y la ciencia

Aunque existió un cantante popular mexicano que lleva su mismo nombre, éste no tiene ningún paralelismo con el Valente santafesino. “Lo interesante del hermetismo generado por nuestro Jorge Valente es que prácticamente no se consigue ningún material suyo en Internet ni físico. Lo que nos queda es lo que él pudo transmitirnos y lo que como grupo pudimos hacer con eso, que es lo que “La extraordinaria vida de Jorge Valente” pretende plasmar en escena. Hoy, gracias a nuestra insistencia, Jorge Valente cuenta con algunas redes sociales en donde está compartiendo algunas reflexiones y algunos gustos musicales y fotografías, que durante mucho tiempo estuvieron veladas al público”, explica Bonatti.

—Definen a Valente como “un artista total” ¿Cuáles son sus características?

—Jorge Valente nació en el año 1959 y desde niño había un gesto artístico en cada movimiento que hacía. Lo de “artista total” tiene que ver con que su vida está regida por este gesto: ha transitado la música como cantautor e intérprete; el cine, la televisión y el teatro como actor y guionista; la literatura, la dramaturgia, la danza. Y, en los últimos años de su vida, la ciencia, con la invención de un dispositivo en el que trabaja desde hace más de cinco años y que se utiliza para recrear sensaciones del pasado en el presente.

Sensaciones incontrolables

Viejos directores de televisión, editores inescrupulosos, una madre enferma, un padre ausente y un amor pasado que “de tan pasado se hace más y más presente” son algunos de los personajes que van y vienen en la biografía de Valente. Y gracias al dispositivo que ha creado, “los recuerdos se entremezclan con construcciones presentes que les otorgan nuevos sentidos y los estallan emocionalmente”.

—“La propuesta se esfuerza en hacer de lo onírico un gesto político” ¿Cómo sería esto?

—Caer en la frase hecha: “Valente como todo artista es un soñador” no sería lo más apropiado, pero en este caso puede ayudar a comprender algo de la puesta. Nuestra apuesta fundamental es la confianza y la creencia profunda en lo que hacemos en escena, pero esto que hacemos no está del todo controlado. La obra tiene como eje fundamental el dispositivo creado por Valente, del que hablamos anteriormente; por lo tanto, el riesgo que asumimos como grupo (el elenco, sobre todo) es no saber con exactitud cómo funciona el mismo. Esto puede hacer que la obra dispare sensaciones a partir de recuerdos que ni Valente ni ninguno de nosotros controlamos. Al sumergirnos durante algo más de una hora en la vida de este hombre, en sus recuerdos, en sus películas y obras, en sus retazos de vida casi siempre enmarcados por una cámara o por un cenital, no podemos controlar lo que esos recuerdos vienen a decirnos. Allí radica nuestro gesto político: hacernos cargo de lo que ocurre sin tener control alguno sobre ello... como en los sueños.