Argentina impulsó la iniciativa

La OEA crea un grupo de trabajo para buscar una “salida pacífica” en Nicaragua

La decisión se tomó por 20 votos a favor, cuatro en contra y ocho abstenciones. El gobierno de Daniel Ortega rechazó la iniciativa y advirtió que no dejará ingresar ninguna comisión a su país.

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Un manifestante agita una bandera durante una manifestación en Managua. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) elevó a 317 la cifra de víctimas y condenó la “intensificación de la represión”.

Foto: DPA

 

Gabriela Selser - DPA

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El consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) resolvió crear un ‘grupo de trabajo‘ para contribuir a una salida pacífica a la crisis en Nicaragua, que ha dejado cientos de muertos y miles de heridos desde abril pasado.

La decisión se tomó por 20 votos a favor, cuatro en contra y ocho abstenciones, durante una sesión extraordinaria convocada a propuesta de ocho países y pese al rechazo expresado por el Gobierno de Daniel Ortega y sus más cercanos aliados.

El “grupo de trabajo”, que en el proyecto de resolución inicial se llamaba comisión especial, se encargará de supervisar la situación en Nicaragua y aportar soluciones para una pronta salida pacífica al conflicto, el más grave en el país en las últimas décadas.

Al presentar su “enérgico rechazo” a la iniciativa, antes de la votación, el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, advirtió que su país “no recibirá en su territorio a ninguna comisión o grupo de trabajo que organice este consejo permanente”.

Los votos en contra, además del de Nicaragua, fueron los de Venezuela, Bolivia y San Vicente y las Granadinas, que calificaron la resolución de la OEA como “injerencista” e “intervencionista”.

“Hemos aprobado un mecanismo que permite el acercamiento y la búsqueda de caminos hacia la paz en Nicaragua”, dijo el embajador de Chile, Hernán Salinas, uno de los promotores de la iniciativa.

El diplomático llamó al Gobierno de Nicaragua a que “ponga fin a la violencia e inicie de una vez por todas las vías de diálogo que allanen el camino hacia la paz y el respeto a los derechos humanos”.

A su turno, el embajador de Brasil, José Luiz Machado e Costa, condenó la violencia y el uso de grupos parapoliciales por parte del Gobierno. Una estudiante brasileña fue asesinada días atrás en Managua por un presunto paramilitar.

Los representantes de Nicaragua, Bolivia y Venezuela intentaron impedir la sesión y demorar la votación. El canciller nicaragüense acusó a la OEA de hacer un papel “nefasto” y de ser “la punta de lanza del imperio norteamericano” en el hemisferio.

Esta es “una acción inamistosa e injerencista”, una “actitud de hostigamiento y revanchismo político contra Nicaragua”, afirmó.

El representante de Colombia, Andrés González Díaz, que también votó a favor de la formación del “grupo de trabajo”, aseguró que se ha creado un “mecanismo para ayudar al diálogo, la paz, la no violencia y la justicia”.

La sesión extraordinaria fue solicitada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos, México y Perú. En la votación favorable al “grupo de trabajo” se les sumaron 12 países y ocho más se abstuvieron, en su mayoría Estados caribeños y centroamericanos. Dos representantes no asistieron a la sesión.

La iniciativa estaría integrada por un representante de cada grupo regional y otros Estados miembro “comprometidos” con los objetivos de la instancia, que prevé el nombramiento de sus integrantes a más tardar el 10 de agosto.

En Managua, la noticia fue recibida con júbilo por la Iglesia católica y por sectores sociales involucrados en las protestas contra Ortega. “Una victoria más en la OEA”, escribió en Twitter el dirigente del movimiento estudiantil, Fernando Sánchez.

“Gracias a los países del continente americano que han apoyado, sin menoscabo de la soberanía nacional, la creación de un grupo de trabajo conformado por varios países para dar seguimiento y apoyar una solución pacífica a la crisis de Nicaragua @CP_OEA @AmbCTrujillo @PaulaBertol”, tuiteó por su parte el obispo de Managua, Silvio Báez.

La crisis comenzó en abril y ha dejado de 300 a 448 muertos según distintas ONG de derechos humanos. Ortega reconoce 195 muertes.

Este jueves, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) elevó a 317 la cifra de víctimas en el país en ese período y condenó la “intensificación de la represión”. El recuento anterior de la Comisión, el 19 de julio, registraba 277 muertos.

La CIDH “verifica la persecución y criminalización por parte del Estado en contra de manifestantes, opositores y personas que participaron en diversas formas de protesta (y) llama al Estado a dar efectivo cumplimiento a sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”, señaló el nuevo informe.

También denunció las “numerosas detenciones arbitrarias efectuadas con violencia por grupos encapuchados y armados” y sin orden judicial, como las de los opositores Medardo Mairena, Pedro Mena, Irlanda Jerez, Christian Fajardo y María Adilia Peralta.

“La Comisión Interamericana condena todos los asesinatos registrados e insta al Estado de Nicaragua a investigar con prontitud y seriedad cada uno de estos crímenes”, expresó la relatora de país, Antonia Urrejola.

Mientras, la Iglesia católica de Costa Rica pidió este jueves por el cese de la violencia en Nicaragua. El obispo José Manuel Garita hizo votos por la paz en la vecina nación, durante una homilía en la ciudad de Cartago, en el día de la Virgen de los Ángeles.