Primera entrevista

Anahí Rodríguez, presidente del Enress

La abogada y licenciada en Ciencias Políticas -que fue asesora del bloque de Diputados del PS- quiere una mayor vinculación del Ente Regulador con “el resto de las áreas del Ministerio de Infraestructura”.

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Cambio. Por primera vez una mujer encabeza el directorio del Ente Regulador de los Servicios Sanitarios.

Foto: Flavio Raina.

 

Luis Rodrigo

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Anahí Rodríguez es desde hace algo más de dos meses la presidente del Ente Regulador de los Servicios Sanitarios. Su pliego como integrante del directorio fue aprobado el 19 de abril y el 7 de mayo, el gobernador la designó en el cargo.

La Dra. Rodríguez es abogada, docente universitaria y licenciada en Ciencias Políticas. Integra los equipos técnicos del Partido Socialista y, hasta su designación, trabajó como asesora en ese bloque de la Cámara de Diputados.

En diálogo con El Litoral dijo que “el gobernador vio la necesidad de hacer algunos cambios en el Ente y me propuso la presidencia del Enress para llevar adelante algunas políticas para mejorar, sobre todo, en el control de calidad del agua y con el nivel de satisfacción general de los usuarios, teniendo en cuenta la obra pública que se está haciendo en la Provincia de Santa Fe desde los últimos años y especialmente desde que comenzó su gestión”.

La funcionaria destacó, durante su primera entrevista periodística, las inversiones en los acueductos, en tomas de agua, ductos primarios y secundarios “que tienen recursos genuinos de la provincia y apoyo de organismos de créditos internacional”.

“Tenemos -comentó- algunos proyectos para llevarlos adelante y algunos ya los estamos comenzando. Básicamente poner en valor al Enress y estar presentes en todas las localidades acompañando a esta inversión pública que se está haciendo para todos los santafesinos”, expresó.

“Sorprende la acotación de cada empleado sobre cómo hacer las cosas para que resulten mejor; hay un sentido de pertenencia muy grande que no encontré en otros ámbitos, eso está muy bueno”, resumió.

“Encontré un Ente que funciona muy bien. Es un organismo muy técnico, con empleados con mucha experiencia que saben sobre lo que hacen. Muchos provienen de la ex Dipos y tienen una gran trayectoria en todas las gerencias. Desde el primer día en que llegué encontré un fuerte sentido de pertenencia y un gran interés por cada cosa que llevamos adelante”, subrayó.

—¿Cuáles son los mayores desafíos para su gestión?

—Tenemos un gran desafío en extender un poco más la presencia del Ente en distintas localidades de la provincia, con todos los prestadores. Estamos diseñando proyectos para llegar mejor a todas partes, con más recursos. Trabajamos fuertemente con el Ministerio de Infraestructura en una nueva ley de Agua y Saneamiento que ponga fin al contrato de vinculación transitoria entre Assa y el Estado, para que nos permita un rol más activo que el que hoy venimos teniendo.

—¿El marco legal actual limita al Enress?

—Creo que más que limitarlo, lo condiciona. Tenemos una ley, la 11.220 que fue pensada para otro contexto, para otra empresa. Un momento histórico muy distinto de la provincia, cuando el Estado se retiraba y no existía la obra pública que hoy existe.

—Reformar la ley implica un debate legislativo complejo, mientras el Ejecutivo podría cambiar el contrato de vinculación transitoria entre el Estado y Assa.

—Son más de dos décadas de una ley que respondía a otra realidad, y una de un contrato que cambió cuando se fue el privado. No nos permite un mejor desarrollo.

—¿Esa transición terminó?

—Hoy tenemos una nueva empresa, que se replanteó sus prioridades, que tiene nuevos objetivos y desafíos. Y que está, por ejemplo, llevando adelante la gestión de los acueductos, en el marco de un programa de inversiones que hoy es una realidad. Cada vez son más las localidades que van pasando por ese proceso de conexión y todo eso nos ubica en otro contexto.

—No cuesta lo mismo potabilizar agua junto a Paraná que en el Oeste que sufre el arsénico. ¿El Estado tiene que compensar con subsidios esas diferencias o deben asumirla -como hasta ahora-, los usuarios?

—Nosotros pensamos en un precio en bloque para el agua potable en toda la provincia. Y esa idea está plasmada en un mensaje del gobernador Miguel Lifschitz que fue enviado a la Legislatura y que logró media sanción de la Cámara de Diputados. Eso es justamente lo que el gobernador propone, que más allá de la ubicación geográfica que tiene una localidad, de las ventajas o desventajas respecto de las cuencas más cercanas, tengan todos el mismo precio del metro cúbico de agua potable.

—¿Es factible? ¿Se ha medido cuánto puede significar para las cuentas del Estado?

—Creemos que sí, que es posible. Y que sí que seguramente necesitará de más recursos. Pensamos en un proceso para esa transformación.

“En la órbita del Ministerio de Infraestructura”

—¿Cómo caracteriza la relación que ha existido hasta acá entre el Enress y el Poder Ejecutivo? ¿Qué vinculación y qué distancia deben existir?

—Nosotros somos un organismo de control y de regulación, que estamos en la órbita del Ministerio de Infraestructura y Transporte. Y hoy la idea que tenemos es profundizar ese vínculo. Tenemos que estar en contacto con el resto de las áreas del Ministerio, que manejan información, igual que nosotros, sobre el sector de saneamiento en todas las localidades de la provincia y tenemos que compartir esa información. Nos parece sumamente importante hacer esa vinculación, entre los mismos empleados y entre los funcionarios. Sobre todo, teniendo en cuenta la información que nosotros tenemos sobre las mejoras con los planes de expansión y de desarrollo de obras, teniendo en cuenta el acompañamiento de parte de la gestión del gobernador Lifschitz de una obra pública en paralelo en distintas localidades de la provincia, que no sólo tiene que ver con los 15 distritos que sirve Assa. La verdad es que hay una presencia en obras, de norte a sur. Y más allá del proyecto a largo plazo de envergadura de los acueductos, también hay desarrollos a mediano y corto plazo para brindar el servicio de agua potable a las localidades que hoy no lo tienen. El vínculo en cuanto al manejo de la información y a tener presencia en cada localidad es imprescindible.

—Va encontrar resistencias internamente a ese perfil... El Ente debe evaluar una prestación a cargo del Ministerio.

—Sinceramente no las hubo. Hasta aquí al menos, funciona muy bien el contacto de todas las Gerencias (del Enress) con la Secretaría de Aguas (del Ministerio) que nosotros hemos iniciado. Hablo sobre todo de compartir información sobre los planes de desarrollo que se presentan acá y que tal vez tengan una inversión paralela o complementaria que se origina, por ejemplo, en las mismas localidades.

El control se lleva adelante con procedimientos que están instituidos, normados, y que son muy serios. Es un esfuerzo enorme.

—Muchas veces ante los aumentos hubo resoluciones del Enress que, con matices menores o con opiniones directamente enfrentadas al Ministerio, dejaron en claro la tarea del regulador.

—Sí, claro y es natural que sea así. Es sano que así ocurra, hace a la naturaleza de un Ente de Control que tiene que trabajar sobre la labor que lleva adelante una empresa que hoy es pública. El Ente fija sus criterios, porque tiene su razón de ser que es controlar y expedirse sobre los aumentos tarifarios. Convocar a audiencias públicas, lo que se viene haciendo más allá de que el marco de la Ley 11.220 no lo prevé, pero es una práctica impuesta por el derecho constitucional. Está muy bien que así sea.