Colón me enseñó el sacrificio

Por Giovanni Hernández (*)

Jamás podré olvidarme de ese gran equipo que armó el Coco Basile. Jugábamos de memoria y fue la vez que más cerca estuve de pensar que Colón podía salir campeón. Ocurre que el objetivo era siempre el de sacar 25 ó 27 puntos, para mantener el promedio lejos del descenso. Quizás ese pudo haber sido el error, pero ese equipo mostraba fútbol por tonelada.

En Junior pude salir campeón dos veces y la historia fue distinta. Cuando fui a Santa Fe, aprendí muchas cosas que en Colombia nunca hice. Colón me enseñó que hay que sacrificarse, que al fútbol se juega pero también se corre y se mete, como se hace en Argentina. Aprendí a ser corajudo y a ayudar a mis compañeros.

Es muy difícil jugar en Barranquilla, conozco bien esa ciudad, riegan la cancha antes de los partidos y eso torna todavía más complicada la situación para los clubes que no están acostumbrados a jugar ahí. Se hace todo muy pesado y Junior siempre logra sacar ventajas en ese aspecto.

Nunca me olvidaré cuando me vinieron a buscar a Colombia. Aquella vez, los “doctores” Vignatti, Fleming y Darrás tuvieron mucho que ver con mi llegada a Santa Fe. Y de ese equipo del Coco me acuerdo muy bien, teníamos toque, sorpresa, desborde por afuera con Estévez y un león en el medio como Romagnoli que nos cubría las espaldas a todos.

(*) Ex jugador de Colón y de Junior de Barranquilla.