Según Alberto Balbi

“Los salarios rurales quedaron bajos”

El delegado provincial de OSPRERA brindó un panorama sobre el marco salarial de los trabajadores rurales en Santa Fe. Criticó la brecha de acuerdos “en negro” que no van a la jubilación ni a la cobertura social.

Categorización. Desde la gremial reclaman que se tengan en cuenta las funciones que desempeña la gente en el campo.

Foto:Archivo

Campolitoral

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El gremialista, en diálogo con Campolitoral, remarcó la doble sensación respecto del tema del reconocimiento a los trabajadores del campo. Por un lado, destacó que se logró un aumento “importante” del 30 %, pero por otro, se lamentó del atraso en materia de homologación de la masa salarial. “Venimos de una historia triste, después de la 125, Jerónimo Venegas mantuvo una disputa importante con el Gobierno nacional, y cada vez que consensuábamos un incremento con la patronal, se homologaba siempre un porcentaje menor”. Y lo graficó con cifras elocuentes: “del 37,5% nos homologaban el 24, después conseguimos un 24%, pero nos homologaron un 18, y así sucesivamente, y el piso salarial del trabajador rural fue quedando bajo”, se lamentó.

Por eso, hoy un trabajador rural que tiene un salario de $ 12 mil llegará a los 16 mil, “lo que sigue siendo bajo”, reconoció. Y apeló a los empresarios: “Yo sé que hay muchos patrones que tienen acordados con los empleados porcentajes de venta de los animales o porcentajes de la cosecha, pero estamos preocupados por la obra social y la jubilación, porque esos porcentajes no se incluyen en la jubilación del trabajador y eso es triste”, reconoció.

Largo plazo

Balbi apeló a la importancia del blanqueo para garantizar una jubilación digna. “Sabemos que el campo no la está pasando bien, pero si Dios quiere y si la situación se recupera, pedimos a los patrones que blanqueen a la totalidad de la gente y traten de hacerle tener la obra social y la jubilación que corresponde”, insistió.

En este sentido, destacó la importancia de la categorización. “La mayoría de los empleados no son contratados con la categoría correspondiente, sino que se incluyen en la de peón rural, y ese es el básico. Pero si el peón maneja un tractor o es el encargado, ya tiene una mejora sustancial. Eso dificulta que desde la obra social podamos prestar un servicio acorde a las necesidades del trabajador”. Aún así, reconoció que la cobertura de patologías graves como la de un trasplante están incluidas en un 100 %. “Si tiene un trasplante por ejemplo, no tienen que pagar nada”, manifestó.

Al campo

Finalmente, destacó la importancia del trabajo de campo para continuar con la regularización. “Muchas veces la gente se molesta cuando hacemos inspecciones. Pero quisiera decirle a los patrones que no tengan miedo. Creemos que a los patrones también hay que cuidarlos porque son los que dan trabajo, pero los inspectores van al campo para hacerles ver que si tienen una deuda, siempre se puede resolver. Nuestra meta siempre es trabajar por el blanqueo de los trabajadores. Si tiene 10 empleados en negro y en la inspección lo detectamos, la misma inclusive se puede ir haciendo de manera gradual. Muchos con la crisis del campo blanquearon por un sueldo de $ 7.000, y ese es un perjuicio para la obra social, pero sobre todo para el trabajador”.

Y cerró ejemplificando la brecha que muchas veces ocurre al momento de hacer arreglos particulares. “Yo he sido trabajador rural, sé como se manejan los animales, etc. Por ejemplo, un trabajador que se ‘va a las máquinas’ se lleva hasta $ 70.000 pero el patrón lo blanquea por el mínimo, y para esa gente tenemos que tener una prestación, y ese es un tema que tenemos que hablar con la gente”.