Quimsa arruinó la fiesta aurinegra
Quimsa arruinó la fiesta aurinegra
Libertad ganó siendo el segundo: orgullo total
Los Tigres dieron el batacazo y se quedaron con el invicto de Franca de Brasil. Como Olimpia le ganó luego a Quimsa, los brasileños van a la final.

De colección. Libertad de Sunchales volvió a demostrar su notable entereza deportiva, imponiéndose ante el equipo más poderoso de esta instancia semifinal.
Foto: Fiba Américas
Darío Pignata
Asunción del Paraguay/Enviado especial.
Estoy escribiendo estas líneas en la soledad de las cabinas de prensa del Arena de Asunción, la calurosa capital del Paraguay. Allá abajo, hay 3.000 contra 30, porque la gente empuja a Olimpia y el puñado de jugadores de Sunchales desea, necesita e implora una mano de Quimsa.
Es justo y necesario. Los santiagueños, argentinos en realidad, ya eliminados de la competencia les prometieron “dejar todo” a sus colegas de Libertad. Lo hizo Juani Brussino, figura de Quimsa con pasado aurinegro.
Es injusto esperar este resultado para poner un título, porque a la nota en estas semifinales de Liga Sudamericana de Baloncesto la dio Libertad de Sunchales... sin dudas.
Primero, dio la nota (al mundo les diría) cuando dio vueltas esa foto escandalosa del martes a la noche cuando el dueño de casa metió seis jugadores en campo en esa última bola y los árbitros -junto al comisionado- miraron para otro lado. Es más, los tres jueces se fueron corriendo, sin escuchar el reclamo, huyendo como ratas. Era falta técnica y posible punto para Los Tigres.
Después, con apenas un tercio (en el mejor de los casos) del presupuesto de Quimsa, Libertad volvió a hacer ruido al ganarle a los santiagueños.
Y finalmente anoche, con una lección magistral de básquetbol, quedándose con el invicto del poderoso Franca de Brasil. La foto del final vale tanto o más que cualquier ubicación: todo el estadio Arena de Asunción aplaudiendo de pie a los amarillos de Sunchales.
“Pase lo que pase, el que mejor jugó, sin tener grandes nombres, fue Libertad de Sunchales. Nos dejó a todos con la boca abierta, nadie lo tenía en los planes”, dicen los colegas especializados.
Este 93 a 86 impensado, increíble, doblemente milagroso, quedó a nada de todo. Porque si Libertad lo cerraba por diez, no dependía de nada ni de nadie para ser finalista.
Pero así es este juego: cambiante, dramático, apasionante, infartante. Todo al mismo tiempo. Mucho más increíble era ver a jugadores sin nombres que “se lamentaban” por haberle ganado por “sólo” 7 puntos a uno de los mejores equipos del continente.
Acá todos vinieron a jugar con un abanico de extranjeros, mientras Libertad se la aguantó con el llanero moreno solitario: Khalil Kelley. Ésas son las ventajas que el equipo logró disimular con actitud, amor propio, vergüenza deportiva, solidaridad, compromiso.
¿Saben una cosa?: ante las evidentes diferencias que marca el profesionalismo (cantidad de americanos, cantidad de asistentes, equipos de tecnología para editar el scouting y varias cosas más), Libertad se hizo grande con el más puro amateurismo. Como cuando se juega a cualquier hora un “mano a mano” en el uno contra uno o se va simplemente a tirar al aro en una plaza de un barrio cualquiera.
Anoche, ni bien terminó el partido, al entrenador Seba Saborido lo noté más emocionado que la noche de Olavarría cuando Libertad consiguió el ascenso para volver a la máxima categoría de la Liga Nacional de Básquetbol.
Es que Libertad, con un equipo apenas reforzado de TNA, dio la nota ante los mejores de Sudamérica: casi le gana a Flamengo y lo quebró al poderoso Franca de Brasil.
Alguna vez, el gran Julio Lamas, justo antes de ganarle el anillo de la Liga Nacional con Libertad a Quimsa, escribió en una pizarra que leían todos los días sus jugadores campeones antes de entrenar: “En el único lugar que la palabra suerte está antes que trabajo es en el diccionario”.
En esta Sudamericana 2018, a Libertad le sobraron huevos, ganas y básquetbol. Pero de afuera nadie lo ayudó. Ni esos tres irresponsables que se vistieron de jueces y dejaron seis jugadores adentro de la cancha contra Olimpia en la primera jornada, generando un papelón mundial. Ni este equipo pecho frío y amargo que fue Quimsa, una vergüenza representando al básquetbol argentino, que se despidió con una clara caída ante Olimpia, por 93 a 77.
Libertad ganó siendo segundo. Se llevó todos los aplausos del Arena de Asunción. Estos Tigres, guapos en la Liga Sudamericana, le devolvieron el orgullo anaranjado a su pueblo de Sunchales.

Serena satisfacción. El plantel liberteño en el vestuario, tras la histórica victoria y aguardando por el resultado del segundo partido de la jornada.
Foto: Prensa Libertad (S)
Síntesis
Libertad (S) 93
Franca BC 86
Estadio: SND Arena de Asunción.
Árbitros: Andrés Bartel (Uruguay), Daniel García (Venezuela) y Felipe Valenzuela (Chile).
Libertad de Sunchales: Nicolás Copello 8, Marcos Saglietti 10, Martín Cuello 21, Khalil Kelley 15, Ariel Zago 14 (fi); Agustín Cáffaro 4, Juan Cangelosi (descalificado) 3, Diego Figueredo 13, Augusto Alonso 5.
DT: Sebastián Saborido.
Franca BC: Elio Neto 13, Jimmy De Oliveira 17, Marcos Silva (x) 5, Lucas Cipolini 7, Lucas Silva 10 (fi); Rafael Hettsheimeir 13, Andre Bresolin 16, Alexey Borges 5.
DT: Helio Rubens (h).
Parciales: 28-19, 55-40 y 75-69.
Síntesis
Olimpia (P) 93
Quimsa (SE) 77
Estadio: SND Arena de Asunción.
Arbitros: Roberto Vázquez (Puerto Rico), Omar Bermúdez (México) y Hortencia Sánchez (México).
Olimpia Paraguay: Juan P. Cantero 9, Javier Martínez 8, Rodney Green 24, Anthony Young 35, Eric Dawson 10 (fi); Gabriel Peralta 4, Alejandro Peralta 0, Edison Ortiz 3, Adolfo López 0, Federico Mellone 0.
DT: Juan Pablo Feliú.
Quimsa Santiago del Estero: Nicolás De los Santos 6, Leonel Schattmann 9, Courtney Fells 10, Federico Aguerre 22, Torin Francis 11 (fi); Juan Brussino 4, Leonardo Mainoldi 2, Marc Carter 6, Roberto Acuña 4, Sebastián Lugo 3, Tomás Aliende 0.
DT: Silvio Santander.
Parciales: 24-16, 47-32 y 70-59.