Austria
Canciller pide frenar migraciones para combatir el antisemitismo
Matthias Röder y Albert Otti - DPA
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, defendió hoy el freno de la inmigración ilegal en Europa como una de las herramientas para combatir el antisemitismo en el continente, dijo hoy durante la conferencia internacional contra el antisemitismo y el antisionismo en el continente celebrada en Viena.
“Un fuerte flujo de inmigrantes que vienen de países musulmanes pueden provocar problemas, por (tener) un entendimiento diferente de Israel o ideas antisemitas que no queremos en nuestras sociedades”, dijo Kurz.
Parte del problema es la migración de musulmanes con postura antiisraelí, aunque no se puede meter a todos en el mismo saco y ponernos bajo sospecha, añadió el ministro de Educación austriaco, Heinz Fassmann.
Sin embargo, Kurz alertó que las posturas discriminatoria no están vinculadas exclusivamente a cuestiones religiosas.
El Congreso Judío Europeo, que representa a unos 2,5 millones de judíos del continente, denunció el aumento del antiseminismo.
La situación de unos 1,5 millones de judíos en Europa es cada vez peor. “Estamos en una encrucijada”, declaró Ariel Muzicant, el vicepresidente de la organización.
Durante la conferencia, científicos presentaron junto con Muzicant un manual de 150 páginas en el que se proponen medidas para combatir el antisemitismo, entre ellas el nombramiento de un enviado especial y un instituto para combatirlo en cada país de la UE.
Según Kurz, el encuentro pretende enviar una importante señal para reforzar la conciencia en Europa de la necesidad de seguridad de Israel.
En Europa, los expertos sitúan los “puntos calientes” del antisemitismo sobre todo en Francia, España y Suecia.
La experta Monika Schwarz-Friesel alertó de la expansión del antisemitismo en todas las capas sociales e ideológicas. “Debemos dejar de ubicar el antisemitismo y el antisionismo únicamente en la extrema derecha”, dijo a dpa la experta de la Universidad Técnica de Berlín.
El antisemitismo adquiere un peligroso efecto normalizador sobre todo por medio de los miles de comentarios que se difunden en las redes sociales. “Estos comentarios se aceptan sin más, sin resistencia”, añadió.
De acuerdo con un estudio elaborado por Schwarz-Friesel, basado en el análisis de comentarios de usuarios de renombrados periódicos alemanes, la cuota de comentarios antijudíos aumentó de un 7,5 por ciento en 2007 a más del 30 por ciento en la actualidad.
La violencia de las palabras, continuó la experta, sigue muy fácilmente a la violencia de los actos, como ha demostrado el reciente atentado contra una sinagoga en Pittsburgh, en el estado norteamericano de Pensilvania.
El cabeza de lista de los conservadores a la presidencia de la Comisión Europea, el alemán Manfred Weber, propuso un control más fuerte de los comentarios publicados en las redes sociales.
Según la científica alemana, urge poner en el punto de mira el antisemitismo de la izquierda ilustrada. “Al antisemitismo de izquierda le gusta esconderse detrás de las críticas a la política Israel. Por supuesto, la crítica a Israel es aceptable por principio, pero de lo que se trata es el lenguaje que se utilice”, aclara.
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