Fue superado ampliamente por el buen equipo de Beccacece...

Este Colón no tiene Defensa: plantel y campaña mediocres

Si la cuestión es quedarse en la anécdota de la última clasificación copera o de la tremendamente valorizada victoria en el Morumbí, no hay mucho por discutir. Pero el análisis más profundo debe ser distinto: este plantel no se potenció, muy pocas veces logró un nivel de juego medianamente aceptable y navegó demasiado en la mediocridad, algo que se aprecia en la misma campaña.

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Con Blanco, se la vieron “negra”. El volante por derecha de Defensa y Justicia fue un permanente problema. En la foto, supera la marca de Estigarribia, al que le ganó permanentemente las espaldas. Lo propio ocurrió del otro lado, con Togni y Zuculini.

Foto: NA

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Hay que ser sinceros y entender desde qué punto de partida se tiene que arrancar para no “pifiar” en el diagnóstico. No es que Colón haya sido un “castillo de ensueños” que se derrumbó. En ningún momento, este equipo abrigó con firmeza alguna ilusión. Tuvo un digno desempeño copero que no se discute y se valoriza muchísimo. Pero nada más que eso. Parece que la tracción futbolera sólo alcanzaba para alimentar sueños de grandeza en la Sudamericana. Lo consiguió con una eliminación que dio que hablar: la del San Pablo. Nada ni nadie quitará el orgullo y el mojón histórico de ganar en el mismísimo Morumbí. Pero es poco en un contexto de deslucidez y apatía que llegó a su fin en un partido en el que no hubo ningún tipo de equivalencias.

Nadie se puede quedar con las dos clasificaciones seguidas a la Sudamericana, porque la mediocridad, la falta de estilo y las limitaciones que se vieron en este proceso acaban por superar esos logros. ¿Qué dejó el proceso de Domínguez al margen de eso?, un plantel disminuido en su potencial, con fallas evidentes de preparación, con jugadores jóvenes y que prometían (o prometen, para mejor decir) pero no se potenciaron. Colón termina el año envuelto en dudas. Algo de eso advertíamos la semana pasada, después del tibio e inexpresivo empate ante Belgrano, cuando señalábamos que a este proceso hay que pegarle un fuerte sacudón. En realidad, habría que sacar el término utilizado (este proceso) por convencerse de que hay que hacer urgente “borrón y cuenta nueva”.

Uno no sabe cómo están las finanzas del club ni tampoco pretende que lleguen nombres consagrados. Más que nombres se necesitan jugadores con “hambre de gloria”, como los de Defensa y Justicia, algunos de ellos sin lugar en otros clubes y otros que son unos “desconocidos” que se adaptaron perfectamente a la idea de un estudioso del fútbol como Beccacece, alguien que se amparó bajo el aura protectora de Sampaoli pero que, en su soledad, demostró que está muy capacitado para poner en cancha un equipo que juega bien, que va al frente y que tiene muy claros los conceptos.

Cuando hablamos de las finanzas del club, decimos que Vignatti ha tenido un par de movimientos de piezas que fueron saludables en los números. Con el dinero de Alario (el 40 por ciento que al club le quedaba), más la venta de Conti, logró la salida del salvataje y algunas inversiones para potenciar el plantel, cosa que indudablemente no se consiguió. ¿Queda un resto?, no se sabe. Pero entre los jugadores que deben irse más los que tendrán que venir, se hace absolutamente necesario que se le dé un lavado de cara al equipo. Renovarlo es difícil. Y uno cree que hay futbolistas que tienen que levantar su nivel y volver a ser lo que alguna vez fueron o insinuaron. Pero el sacudón es un objetivo en sí mismo. Porque las mismas características (de limitaciones y mediocridad futbolística) de este plantel, así lo requieren.

¿Qué hay para decir del partido?, probablemente muchos de los conceptos que hasta aquí se han vertido, surgen como consecuencia de lo que se vio en Florencio Varela. Por momentos, lo pasaron por encima a Colón. Blanco y Togni, los dos volantes internos, jugaron toda la tarde a espaldas de los mediocampistas sabaleros. Miranda fue el dueño de la pelota y los delanteros ganaron siempre por vitalidad y capacidad de gol. Colón no entró casi nunca en partido. Apenas pudo cambiar algo si un cabezazo de Correa en el primer tiempo (centro de Toledo) llevaba más fuerza y se le metía a Unsaín. Pero la diferencia futbolística fue tan grande que es muy probable que a ese virtual empate transitorio, Defensa lo modificara de inmediato.

Colón fue un equipo errático, quieto, desbordado por el ímpetu del rival, que esperó siempre, que tuvo imprecisión en el manejo del juego (un poco por defectos propios y otro tanto por la capacidad del rival para recuperar con rapidez la pelota perdida). Recibió un gol en el comienzo del partido y jugó así, derrotado, hasta el final.

17ma. posición

Es la que ocupa Colón, jugadas 15 fechas de un torneo de 25 partidos. No ganó nunca como visitante hasta ahora y es el menos eficaz en esa condición (jugando fuera de casa), sólo superado por Patronato. En total, ganó 3 partidos, empató 7 y perdió 5.

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De “tú” a “tú”. Hubo muchos jugadores de Colón que no se animaban por la gran velocidad y prontitud de los rivales; no anticipaban y preferían esperar, con todo el riesgo encima. Gonzalo Escobar fue uno de los pocos que buscó lo otro, por más que en alguna haya quedado desairado.

Foto: Télam

Síntesis

Defensa y J. 3

Colón 0

Cancha: Defensa y Justicia.

Árbitro: Yamil Possi.

Defensa y Justicia: Unsaín; Tripichio, Lisandro Martínez, Barboza y Delgado; Blanco, Miranda y Togni; Rius, Nicolás Fernández y Aliseda. A.S.: Avellaneda. Estuvieron en el banco: Almeida, Molina y Tevez. D.T.: Sebastián Beccacece.

Colón: Burián; Toledo, Olivera, Ortiz y Escobar; Zuculini, Fritzler y Estigarribia; Hernández, Correa y Bueno. A.S.: Chicco. Estuvieron en el banco: Bastía, Mariano González, Godoy y Sandoval. D.T.: Esteban Oscar Fuertes.

Goles: en el primer tiempo, a los 2 m Rius (DyJ) y a los 29 m Aliseda (DyJ). En el complemento, a los 33 m Togni (DyJ).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 12 m Chancalay (C) por Estigarriba; a los 27 m Larrondo (DyJ) por Aliseda; a los 31 m Bernardi (C) por Hernández; a los 39 m Bareiro (DyJ) por Togni y a los 40 m Villarruel (DyJ) por Blanco.

Incidencias: al término del primer tiempo fue expulsado el entrenador de Colón, Esteban Fuertes.

Amonestados: en Colón, Hernández y Correa.

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Amanecer en el atardecer. Recién empezaba el partido cuando Ciro Rius empalmó de volea un rechazo tras un córner y clavó el 1 a 0 parcial. En la foto, se abraza con el santafesino Nicolás Fernández.

Foto: Télam

Bajo la lupa

Burián (5).- Francamente, hubo poco que hacer en los goles. El primero fue un remate que se le metió abajo y junto a un poste, el segundo lo sorprendió y el tercero fue un mano a mano.

Toledo (4).- Muy complicado cuando Defensa metía pelotas a sus espaldas. Por momentos pareció acomodarse, pero en general perdió mucho más de lo que ganó.

Olivera (4).- Flojo partido. Togni y Aliseda complicaron mucho metiéndose entre su posición y la de Toledo. El tercer gol es una clara demostración.

Ortiz (4).- Falto de confianza, a veces desubicado y perdiendo mucho en el juego aéreo con Barboza. Termina mal el año.

Escobar (5).- Más allá de que lo complicaron las subidas de Tripichio y algunas apariciones de Rius por su sector, fue el único que se animó a jugar de igual a igual con rivales más comprometidos y entusiastas.

Zuculini (4).- Terminó el año tan deslucido como el resto. Era el jugador a rescatar en el panorama de mediocridad permanente, pero esta vez entró de lleno en el nivel del resto. Su peor partido desde que apareció como titular en el equipo.

Fritzler (5).- El único rescatable. Por momentos entendió que había que encimar a Miranda, pero esto lo obligaba a salir demasiado y a sus espaldas se metían los otros volantes rivales.

ESTIGARRIBIA (4).- Una sombra de aquel jugador criterioso y claro con la pelota. Mal físicamente y ahora también sin gravitación con la pelota. Le vendrá muy bien el parate.

Hernández (4).- Poco podía esperarse o exigirle al pibe, dentro de un contexto muy desfavorable. Se estacionó por derecha, luego pasó a jugar por el lugar de Estigarribia y después lo sacaron.

Correa (4).- Tuvo dos chances y no las aprovechó. En una cabeceó débil; en la otra, se demoró cuando estaba de frente al arco, después de un error en la salida del rival. Por momentos se lo vio muy estático.

Bueno (4).- Poca entrada en juego. Queda la duda en el golazo que marcó en el segundo tiempo, antes del tercero de Defensa, y que fue anulado por supuesta posición adelantada.

Chancalay (4).- Entró de extremo por derecha, con más equivocaciones que aciertos y en un ámbito muy negativo y desfavorable para el equipo. El técnico que venga deberá encontrarle su verdadero puesto y función, para que no se lo siga desperdiciando, pues condiciones no le faltan.

Bernardi.- Poco y nada, en un momento en el que Defensa se había tomado un respiro porque el partido estaba liquidado.