Leo Burián reinventa el viejo cantito futbolero
Arquero maravilla que ataja penales sentado en una silla
El golero sabalero fue determinante en Paysandú: evitó el 3-2 sobre la hora y atajó dos penales en la definición. Comesaña arrancó con el pie derecho levantando una copa.
El Colón de Comesaña. Los primeros once “formales” que paró el profesor Julio Avelino Comesaña, mixando experiencia y juventud frente a Nacional de Montevideo en Paysandú. Asoma el nuevo Colón versión 2019, donde se advierte la idea del entrenador por cuidar la pelota como si fuera la Biblia y donde se generarán lugares para los chicos. En definitiva, jugará el mejor y no el que tenga más nombre.
Foto: gentileza Diario El Telégrafo/Paysandú
Darío Pignata
Una vez más, Leo Burián lo hizo. No importa dónde ni cómo. Puede ser en la Superliga, la Copa Argentina, la Copa Sudamericana o un amistoso en el Parque Artigas de Paysandú contra Nacional de Montevideo. Leo Burián atajando penales en Colón... no importa cuándo leas esto.
Poder spoilear a Colón en una tanda de penales es muy fácil con “el Cachorro” uruguayo en el arco: siempre algo ataja. Y cuando no ataja y le hacen el gol, también tiene el instinto para adivinar la esquina. Así, el Colón 2019 de Comesaña levantó la copa amistosa en Paysandú, algo que —ganar, como sea— siempre es importante en el inicio de un ciclo nuevo con una idea nueva. En realidad, y ya lo explicaremos, con una idea distinta.
El partido desde lo organizativo fue menos que una liga comercial (ver aparte), pero en la cancha mojada le sirvió al profesor para sacar conclusiones. Hay un frase de la gran figura de la noche —Leo Burián—, elegido por la TV uruguaya de VTV a la hora de las declaraciones: “Ahora, la idea pasa por intentar jugar. Se hace mucho énfasis en la tenencia de la pelota, tal como jugaba el Junior de Barranquilla”.
Como el tester con el Rampla Juniors de Toresani fue a puertas cerradas, lo único que vimos de Colón fue lo de anoche por la tele (se podían pagar 85 pesos por DirecTV o buscar algún sitio por web). A mí me quedaron dos sensaciones después de los 90 minutos de anoche:
— 1) Colón intentará lastimar a partir de la tenencia de la pelota y defenderse de la misma manera cuando el rival sea superior en potencial.
— 2) Colón le dará como nunca la posibilidad a los chicos que ya están subidos al plantel; dependerá de ellos dejarla pasar o subirse al tren del profesionalismo con Comesaña.
¿Qué se vio anoche de Colón?: una clara idea por intentar jugar, con los dos laterales —Alexis Vigo por derecha y Franco Quiroz por izquierda— volando hasta la mitad de la cancha como si fueran punteros. El ejemplo de esta idea es el segundo gol: sale el equipo del fondo, baja uno de los “5” internos a recibir (en este caso Zuculini), empieza a correr Quiroz, se cierra el volante, parte el pelotazo del mismo Zuculini y lo que llega después es perfección. El “3” de las inferiores, controla técnicamente la bola, supera la marca, levanta la cabeza y ve con claridad la diagonal de Heredia. Al resto lo hizo “el Pupa”: definición sucia primero y zurdazo al gol después.
Tanto que le preguntaron a Comesaña por el número de teléfono, lo de Paysandú estuvo más cerca de un 4-2-4 que de otra cosa. Porque los laterales volaban y arriba quedaban “la Pulga” y Heredia.
Lo del ex Almirante Brown es tan bueno, desde los números de goles, como los de Leo Burián con los penales: la volvió a meter “el Pupa”, que se pone el ropaje de algo que ahora está de moda y que es “el falso 9”.
Alguna vez “Pacho” Maturana sentenció que “se juega como se vive”. En una nota exclusiva con El Litoral, el día de “la pelota no dobla”, le pedí que me explicara la frase y me dijo: “Acá en Colombia, no nos apuramos por nada. Disfrutamos el día, la noche, el baile. Así jugamos, tocando, sin prisa por nada”.
Ese sello de la posesión de balón es el que Comesaña le dio al Junior de Barranquilla y hoy quiere replicar en Colón. La receta es una sola: tenerla más tiempo de lo que la tenga el rival a la pelotita. Es una forma de atacar, obvio; pero es una vieja forma para defender. “Si yo la tengo, el rival no lastima”.
No hay tsunami en el Mundo Colón si no llega un “9”. Ya dijo el canoso entrenador que no le quita el sueño. A las pruebas me remito: cuando no lo pudo tener a “Teo”, hizo de Yoni González un terminador de jugadas. Es eso, claramente, lo que quiere de Heredia.
No tengo dudas de que el colombiano Celis va a jugar, por lo que saldrá uno de los dos “5” de anoche o se correrá Zuculini a la derecha; o bien irá Zuqui por allí si es que llega como refuerzo.
Siempre es importante ganar cuando arranca un ciclo nuevo y Colón ganó en los penales. Pero también es importante jugar al fútbol, algo que anoche Colón intentó por decisión técnica de Comesaña.
El técnico más longevo de Sudamérica aplicó la receta más vieja del mundo en Colón: para jugar a la pelota hay que quererla, hay que pedirla, hay que tenerla. Hay que mostrarse, está prohibido esconderse.
Hubo gambeta y pared en un golazo (el de Bernardi); hubo, desborde, centro y gol en el otro (el de Heredia). Por ahora, en el bautismo del Colón 2019, acaban de enterrar en el Cementerio la idea virginal del pelotazo a la nada misma.
El nuevo “9”: Bernardi. A Bernardi le quedaban seis meses de contrato, no había jugado casi nada y los dirigentes pensaron en darlo como parte de pago por Fértoli. Hasta que Comesaña pudo entrenar, mirar y sacar conclusiones. Así las cosas, le pidió a los dirigentes que Bernardi “se quede sí o sí”, por lo que extendieron el vínculo por dos año más. Le llegó el mensaje: jugó bien e hizo un golazo. Volvió a manejar la pelota quieta.
Foto: gentileza Diario El Telégrafo/Paysandú
Leo Burián
Arquero y figura de Colón
Cadavid “te mata” de aire. Si bien fueron los primeros movimientos de Andrés Felipe Cadavid en la zona con Galván, se pudo notar que el ex líder y referente de Millonarios gana casi siempre en el juego de arriba. Casi hace un gol de cabeza y fue a todas las pelotas paradas de ataque. Le puede faltar tiempo y distancia por cuestiones obvias, pero es caudillo.
Foto: Gentileza Diario El Telégrafo/Paysandú
Penales: Burián ¡atajó el 40 por ciento!
Sin dudas que ya lo de Leo Burián en la tanda de penales no es casualidad desde que el golero charrúa llegó al arco de Colón desde Godoy Cruz Antonio Tomba de Mendoza.
En total, por distintas competencias (Copa Argentina, Sudamericana, Superliga y amistosos) le patearon 22 penales, de los cuales atajó o desvió 8, uno pegó en el palo (el de Tigre) y el resto fueron al fondo del arco con forma de gol.
Es decir que “el Cachorro” Leo Burián tiene una efectividad del 40 por ciento cada vez que le patean penales. Sin dudas, un promedio espectacular que mezcla la técnica voladora con la intuición.
Síntesis
NACIONAL 2 (3)
COLON 2 (4)
Cancha: Estadio Parque Artigas (Paysandú)
Árbitro: Robert Ledesma
Asistentes: Miguel Mateuada (1) y Matías Roa (2)
Nacional: Mejía; Sant’Anna, Angeleri, Viña y Müller; González, Oliva, Trasante; Amaral; Rivero y Labandeira.
DT: Eduardo Domínguez.
Colón: Burián; Vigo, Galván, Cadavid, Quiroz; Hernández, Zuculini, Fritzler y Bernardi; Heredia y Luis Rodríguez.
DT: Julio Comesaña.
Goles en el primer tiempo: a los 23 min, Amaral (N) de penal.
Goles en el segundo tiempo: a los 10 min, Bernardi (C); a los 22 min, Heredia (C) y a los 34 min, Müller (N).
Cambios en Nacional: Ramírez por González, Neves por Oliva y Rodríguez por Trasante
Cambios en Colón: Leguizamón por Heredia, Estigarribia por Mateo Hernández y Chancalay por Luis Rodríguez.
Definición por penales: Amaral 1-0; Cadavid 1-1; Ramírez 2-1; Estigarribia 2-2; Rivero, atajado por Burián, 2-2; Bernardi 3-2; Rodríguez 3-3; Galván (atajado por Mejía), 3-3; Angeleri, atajado por Burián, 3-3; Leguizamón, Colón 4-3.
Y un día jugó Galván. Jonathan Galván, por quien Colón pagó casi un millón de dólares a Aldosivi de Mar del Plata hace un año, superó la lesión, se puso en forma y se ganó la consideración de Comesaña en las prácticas. Entre Galván y Ortiz, estará el socio del colombiano Cadavid.
Foto: Gentileza Diario El Telégrafo/Paysandú
Una organización pésima
Al partido Nacional-Colón lo organizó la Municipalidad de Paysandú con el visto bueno del club uruguayo. La alegría sabalera fue en la cancha, porque afuera se vio todo muy triste.
De entrada, las dos delegaciones juntas y amontonadas en el mismo hotel. Después, cuando Colón pidió moverse, no había cancha de césped y les facilitaron un fútbol “5”. Finalmente, se enteraron que en el estadio Parque Artigas —allí se jugó la Copa América de Uruguay— no había agua caliente, por lo que antes del juego llegaron cambiados arriba del micro para la competencia y después de los penales se fueron “mojados” por la lluvia a bañarse al hotel. Colón, que tenía pensado quedarse hasta mañana en Paysandú, se volvió a Santa Fe.
