NUEVA VERSIÓN DE LA OBRA DE RAFAEL BRUZZA Y JORGE RICCI

Juan Ignacio Novak

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Entre las puestas más reconocidas surgidas en el teatro santafesino figura “El clásico binomio”. Forjada por el también emblemático Equipo de Teatro Llanura, les permitió a sus propios autores, Rafael Bruzza y Jorge Ricci, componer a dos personajes que todavía perduran en la memoria de los seguidores de la actividad artística local.

Una nueva versión de esta obra llegará a partir de este fin de semana, esta vez bajo la dirección del joven Federico Kessler (ésta es apenas su segunda puesta en ese rol) con las actuaciones protagónicas de Claudio Paz y Guillermo Frick. Tras el preestreno previsto para el sábado a las 21.30 en LOA Espacio AGM, la temporada de funciones continuará durante los viernes de abril en esa misma sala, ubicada en 25 de Mayo 1867.

La historia es una reflexión acerca de los sueños, la amistad y la tenacidad para luchar por lo que se ama. Pero es también un estudio sobre el arte y los desafíos que impone. Concretamente narra las vivencias de Chiche y Chiquito, dos tangueros que se disponen a abandonarlo todo en función del proyecto de crear el dúo Robledo-Bonzini, el cual, consideran, va a marcar una época.

Para eso -tal como indican los propios hacedores- se ven obligados a dar un “salto al vacío”, a mirar hacia un futuro que no está claro. Destino, quizás, de todo artista.

Paso decisivo

En una entrevista concedida a El Litoral a principios de enero, donde adelantó los detalles de la propuesta escénica, el conductor del proyecto, Federico Kessler, había afirmado que fue la médula de la historia lo que más los atrajo: “Eso que plantea de saltar al vacío por un sueño es algo muy lindo y nos pone en conflicto con el mundo en el que vivimos, que todo el tiempo nos estimula a asegurarnos lo material y a ser conservadores”.

Para Kessler, el valor central de los personajes de “El clásico binomio” es que tienen la idea de hacer lo que soñaron aún cuando parecen tener todo en contra, ya que no lo saben hacer muy bien e inclusive nunca está del todo claro si en realidad se pusieron a hacer algo o si por el contrario fue tan sólo una utopía. “Al menos, tienen el anhelo de buscar sus sueños. En ese sentido, me parece que es un lindo mensaje para explotar”, había indicado.

Pensarse

Los actores también habían dejado en la misma instancia sus pareceres sobre los personajes, con quienes tiene muchos puntos en común. Claudio Paz apuntó en la oportunidad que los actores siempre buscan algo que hable por ellos y que en este caso la obra lo hace todo el tiempo. “No hay actor/actriz que no tenga la necesidad de reflexionar sobre sí mismo o sobre su oficio de soñar. Por ello, creo que la elegimos”, había reflexionado.

Casi en la misma línea, Guillermo Frick había evocado su admiración por la obra y los autores, Ricci y Bruza. “La vi interpretada precisamente por ellos y nunca pensé que iba a tener la oportunidad de hacerla. Por eso, ahora que apareció la posibilidad, estamos trabajando con un placer enorme”. Si a esto se suma el perfil de cantor de tangos del actor, el proyecto adquiere más interés.