Ferro, el dueño del Nacional de 1984...

Verde, que te quiero verde

Fue un tren que tuvo grandes campañas en 1982, 1982 y 1984 de la mano del inolvidable Carlos Timoteo Griguol. Un equipo que se recitaba de memoria.

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Una de las tantas formaciones de un equipo que se animó a pelearle de igual a igual a los grandes y lo consiguió. De pie: Arregui, Saccardi, Garré, Cúper, Rocchia y Basigalup. Agachados: Gómez, Juárez (recientemente fallecido), Cañete, Márcico y Crocco.

Foto: El Litoral

 

Tomás Rodríguez

Hace tres décadas y media, Ferro Carril Oeste conducido por el experimentado adiestrador cordobés Carlos Timoteo Griguol, se adjudicó en forma brillante la edición 1984 del Campeonato Nacional, luciendo la condición de invicto, reiterando el halago de dos temporadas anteriores.

En esa oportunidad, había obtenido 29 puntos seis más que sus escoltas Unión e Independiente, dejando atrás dos subcampeonatos seguidos en 1981, detrás de Boca Juniors y River Plate (segundo en la zona ganada por F. C. Oeste). Se tomó un año sabático y por segunda vez se coronó campeón en forma inobjetable, sin conocer el sabor amargo de la derrota, con actuaciones dignas de elogio y donde los periodistas especializados referían a que había estado muy cerca del fútbol total.

Un “zorro del fútbol”

Timoteo, un estudioso del balompié, el “Viejo Zorro” —con un pasado exitoso en Rosario Central en 1973— conductor del conjunto de Caballito, sólo había experimentado tres bajas muy importantes, la del defensor rafaelino Juan Domingo Rocchia, el potente mediocampista Gerónimo Saccardi y el veloz y habilidoso extremo izquierdo Miguel Angel Juárez; luego debió descartar por lesión al puntero derecho Claudio Crocco. A todos ellos los reemplazó con jóvenes surgidos de la cantera verdolaga.

Victor Hugo Marchesini, Jorge Brandoni, Hugo Noremberg y Esteban “Gallego” González o Roberto Gargini, fueron los reemplazantes que cumplieron con creces la responsabilidad de sustituir a los campeones de 1982.

Para Griguol, “Ferro fue el campeón Nacional, pero eso no significa que seamos la verdad del fútbol ni que yo tenga la fórmula mágica. No es el momento de pontificar, no es mi estilo. Tuve la suerte de caer en un club que dejó trabajar al técnico y eso me permitió reordenar ideas, tirar mi librito y empezar a escribir otro”.

Con ritmo europeo

Ferro volvió a exhibir un fútbol práctico, vistoso, elegante y contundente que les permitió ganar ampliamente la zona “E” dejando en el camino en la primera etapa a Instituto Central Córdoba, Platense y Altos Hornos Zapla (Jujuy), con notable despliegue de sus integrantes y con ritmo europeo.

Con los cordobeses igualó en ambas ocasiones: 3 a 3 (Marchesini y el Gallego” González dos veces) y 1 a 1 (Oscar Román Acosta). Categórica victoria frente a Platense en Vicente López, 4 a 1 (dos del Beto Márcico, Acosta y Cañete) y empate en Caballito en un tanto (Cúper) y dos éxitos ante Altos Hornos Zapla, 2 a 0, en Buenos Aires ((Márcico y Cañete) y 1 a 0 (Esteban González), en Palpalá.

El más difícil

Seguidamente, en los cruces por eliminación directa, F. C. Oeste sólo debió esforzarse ante Huracán (1-0, tanto de Marchesini y 0-1) que debió definir mediante la ejecución de 14 tiros libres del punto de penal (7-6).

Posteriormente, frente a Independiente en Caballito igualaron 1 a 1 (Márcico) y en el primer tiempo del suplementario en el desquite en Avellaneda, Ferro lo pudo eliminar al campeón argentino de la temporada anterior y que en julio obtendría su séptima Copa Libertadores de América frente al Gremio de Porto Alegre (Brasil), por la mínima diferencia, 1 a 0 (anotación del “Tanque” Arregui).

Después le tocó el turno a Talleres de Córdoba, en una de las semifinales, venciendo en Caballito los dirigidos por Griguol, por uno a cero (Jorge Alberto Brandoni). En el desquite, el “Tanque” Arregui, Brandoni (autor de la conquista otra vez), el talentoso paraguayo Cañete y la calidad y habilidad del “Beto” Márcico manejaron el juego, la pelota y los movimientos, finalizando empardado el partido (1-1) y quedó sellado el pase de la formación de Caballito a la final frente a River Plate.

Exhibición

La primera final desarrollada en el estadio Monumental fue una maravillosa exhibición verdolaga, con una fantástica actuación de la dupla Cañete-Márcico, además de una segura y expeditiva defensa con la calidad de Héctor Cúper; salida por los laterales Oscar Agonil y Oscar Garré y el ritmo y velocidad que le imprimía Carlos Arregui subiendo y bajando por su sector.

En la revancha, en Caballito, cuando vencía Ferro por la mínima diferencia, ante tanto conquistado por Adolfino Cañete a los 2’ y un baile en el mediocampo, el público de River Plate no soportó tremenda humillación, ingresó al campo de juego a los 70’ para impedir una derrota abultada en el marcador y que su oponente no diera la vuelta olímpica ante la formación millonaria.

Síntesis

Ferro 1

River 0

Ferro: Basigalup; Agonil, Cúper, Marchesini y Garré; Arregui, Brandoni y Cañete, Noremberg, Márcico y Gargini. Suplentes: Ferrero, Carrizo, Fantaguzzi, Acosta, Fernández. DT: Carlos Griguol.

River: Pumpido; Saporiti, De los Santos, Borelli y Jorge Alberto García; Francescoli, Olarticoechea, Norberto Alonso y Enrique; Villalba y Teglia. Suplentes: Gay, Gordillo, Karabin. DT: Luis Alberto Cubilla.

Gol: en el primer tiempo, a los 2’ Cañete (FCO).

Cambios: antes de comenzar el segundo tiempo Bica por Enrique (RP) y Raul Alfaro por Teglia (RP).

Cancha: Ferro.

Árbitro: Teodoro Nitti

Incidencias: el partido fue suspendido a los 15’ del segundo tiempo por invasión del público de River Plate.