TRES DÍAS DE DUELO NACIONAL

Murió Fernando de la Rúa

  • Hasta las 20 era velado en el Congreso de la Nación. Condolencias de todo el arco político. Un repaso por su trayectoria, y las medidas que anticiparon su abrupta salida del gobierno en el trágico diciembre de 2001.
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Junto a su esposa. Foto: Archivo Télam

 

Redacción de El Litoral

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NA/Télam

El ex presidente Fernando de la Rúa, que permanecía internado en un centro médico de la ciudad de Buenos Aires, falleció en la madrugada de este martes como consecuencia del agravamiento de sus problemas de salud.

Los restos del ex presidente eran velados en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional hasta las 20, según se informó en la Cámara de Diputados. Luego, serán trasladados a una sala de velatorios del barrio de Nuñez y este miércoles, desde las 11, saldrá el cortejo al Parque Memorial, en Pilar, para su inhumación.

De la Rúa se encontraba internado en el sanatorio Fleming de la ciudad de Buenos Aires en estado “sumamente grave” a raíz las complicaciones de sus problemas de salud, habían informado allegados al ex jefe de Estado.

Con 81 años, el ex mandatario nacional había sufrido un agravamiento de sus dolencias coronarias y renales de las que se estaba tratando desde hacía varios meses, dejaron trascender los portavoces. En enero pasado, el ex presidente estuvo internado casi un mes en el sanatorio Austral de Pilar, en la provincia de Buenos Aires.

De la Rúa venía arrastrando una serie de problemas de salud y, además de las asistencias médicas que debió recibir este año, en 2018 fue sometido a una angioplastía tras un infarto, y en 2016 fue operado de un tumor en la vejiga con resultado favorable.

De origen radical, De la Rúa fue varias veces senador nacional, jefe de Gobierno porteño y presidente de la Nación por la coalición de la Alianza, desde 1999 a 2001.

En 1996 fue el primer jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) elegido por el voto popular, y presidió el país entre el 10 de diciembre de 1999 y el 21 de diciembre de 2001, cuando renunció en medio de revueltas sociales, en las que se registraron una treintena de muertes en todo el país.

“DICEN QUE SOY ABURRIDO”

En medio de un desgastado gobierno de Carlos Menem, el radical Fernando de la Rúa logró en pocos meses convertirse en el candidato opositor favorito, capaz de derrotar al peronismo y quedarse con la presidencia. En las elecciones de 1999, la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación postuló al entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para mandatario nacional. Como compañero de fórmula fue el diputado Carlos “Chacho” Álvarez, líder del Frepaso, el frente que se unió unos años antes con la UCR para formar la coalición que le ganaría por amplio margen al PJ.

La campaña de De la Rúa comenzó a último momento y obligó a trabajar fuerte a un grupo de publicistas que fueron convocados para la ocasión y que estaba liderado por David Ratto, junto con Ramiro Agulla, Carlos Souto, Luis Stuhlman, el hijo mayor del propio candidato, Antonio de la Rúa, su amigo Nicolás Gallo, Darío Lopérfido y Dick Morris, ex asesor de imagen de Bill Clinton, como colaboradores.

“Dicen que soy aburrido... aburrido. ¿Será que no manejo Ferraris? ¿Será para quienes se divierten mientras hay pobreza? ¿Será para quienes se divierten mientras hay desocupación?, decía De la Rúa mirando a cámara. Mientras, el video seguía con imágenes de la pobreza y de Menem conduciendo un auto de carrera de la conocida firma italiana.

DE FERNANDO A “CHUPETE”

En 1973 buena parte de los votantes porteños pusieron en el sobre la boleta del joven delfín del líder radical Ricardo Balbín, Fernando de la Rúa. Pese a que el 11 de marzo de ese año la UCR había sufrido una derrota histórica ante el Frejuli, que llevó la fórmula Héctor J. Cámpora-Solano Lima, en Capital Federal se votó de nuevo en abril solo por un senador, el tercero del distrito.

El Frejuli avasallante llevó a Marcelo Sánchez Sorondo, un nacionalista que terminó mordiendo el polvo de la derrota: De la Rúa llegó al 54,1 por ciento de los votos.

Dueño de casi un millón de votos propios en su debut electoral, único ganador radical en todo el país, nació el apodo de “Chupete” por su juventud (35 años) dentro de la corriente balbinista.

El agradecimiento de Balbín fue llevar a De la Rúa de candidato a vice a la última elección presidencial de septiembre del 73, pero el radicalismo fue derrotado por Juan Domingo Perón, que había regresado definitivamente al país y fue electo presidente por tercera vez con el 64 por ciento de los votos.

De la Rúa mantuvo su banca en el Senado hasta el golpe militar del 24 de marzo de 1976, cuando ya se había convertido en heredero de “el Chino” Balbín en la Línea Nacional de la UCR.

“CON LAS MANOS VACÍAS”

En 1989, Fernando De la Rúa, que entonces era senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires, volvió a triunfar en las urnas para revalidar la banca, pero no la pudo ocupar porque la alianza entre menemistas y liberales de la Ucedé en el Colegio Electoral entregó el puesto al peronista Eduardo Vaca.

De la Rúa deploró la maniobra, pero no tuvo otro remedio que resignarse a una operación de la que podía discutirse su legitimidad política, pero no su legalidad.

Así, volvió como diputado y jefe de la bancada radical en 1991; pasarían dos años para su retorno al Senado, desde donde encabezó la oposición radical a Raúl Alfonsín por su firma del Pacto de Olivos, que entre otras cosas habilitó la reforma constitucional de 1994 y la reelección de Carlos Menem en 1995.

Pero paradójicamente fue esa reforma la que terminó dándole a De la Rúa una oportunidad histórica, ya que al declararse la autonomía de Buenos Aires, y establecerse que su intendente sea designado por voto popular, en 1996 se convirtió en el primer jefe de Gobierno electo de la Ciudad Autónoma.

Obtuvo en aquella instancia el 40 por ciento de los votos, derrotando -en tándem con Enrique Olivera- al frepasista Norberto Laporta (26 por ciento) y al menemista Jorge Domínguez (17).

Condolencias de Macri y de todo el arco político

NA

Dirigentes de todo el arco político lamentaron este martes la muerte del ex presidente Fernando de la Rúa. El primero en hacerse eco de la noticia fue el actual mandatario, Mauricio Macri, quien destacó en Twitter que “su trayectoria democrática merece el reconocimiento de todos los argentinos”.

También se sumó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que durante el breve mandato de De la Rúa estuvo al frente de la carteras de Trabajo y de Seguridad Social. Lo mismo ocurrió con el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, que ocupó el cargo de ministro de Turismo, Cultura y Deportes en la Presidencia de De la Rúa.

La líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió; el gobernador de Tucumán, Juan Manzur; su par correntino, Gustavo Valdés, y el mandatario cordobés Juan Schiaretti, hicieron públicas sus condolencias, al igual que el dirigente radical Ricardo Gil Lavedra, que ocupó el Ministerio de Justicia durante la presidencia de De la Rúa.

El ex diputado nacional de la UCR Juan Manuel Casella, el precandidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández; el postulante a diputado nacional Sergio Massa, y el precandidato a vice por Juntos Somos el Cambio -Miguel Ángel Pichetto- se expresaron en el mismo sentido.