Mirada desde el sur

Las encuestas y Bonavena

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El discurso inaugural de Perotti no fue protocolar. Los que esperaban otra cosa desconocían al personaje. No grita, pero no frena. No olvida. Anota. Escucha y acomoda lo escuchado según aquello que piensa hacer.

Foto: Manuel Fabatía

Raúl Emilio Acosta

Ya están en funciones de gobierno todos aquellos que fueron votados por el pueblo. Esa encuesta popular no tiene equívocos por presunciones ni un “más-menos 3”... que aflojando 6 puntitos salve a los encuestadores truchos, los mentirosos profesionales y convengamos, a los periodistas que las difunden con el fervor de un socio de la “truchada”.

La provincia de Santa Fe y sus dos ciudades cabeceras están resueltas. En ellas la densidad poblacional define los representantes ejecutivos más importantes. El territorio, con los senadores departamentales, conforman otra realidad tan visible, tan clara que asombran colegas y funcionarios que no la entiendan. La lógica de los senadores es tan simple que asusta la ignorancia de quienes las prejuzgan y suponen diferentes.

LOS NÚMEROS CANTAN LA JUSTA

Desde el 17 de junio el socialismo supo, con la encuesta en la mano, que perdió la provincia y perdió Rosario. Desde el mismo día el radicalismo supo que conservaba senadores y ciudades medianas, comunas e intendencias en todo el territorio. Igual el peronismo.

El peronismo supo que los nombres para la lista de Diputados Provinciales no había sido buena ni por asomo. La provincia sabe, desde ese 17 de junio de 2019, que una historia, una propuesta, un enfoque mediático como el de la señora Granata es efectivo, muy efectivo. La izquierda discursiva, pero dentro de los protocolos de la democracia representativa, es un número que se repite: 4 sobre 50 diputados, ni un solo senador y ninguna intendencia.

Nadie puede distraerse en el sur. Perotti, esto se repite en estas columnas hasta que lo entiendan, Perotti le ganó a Bonfatti en Rosario. Cómodo. Lewandowski le ganó a la Fein la senaduría provincial con una mayor y mas estridente comodidad. Fue un paseo. Conviene recordar un punto. Hasta el 17 de junio ningún referente nacional del peronismo vino a distorsionar las ofertas. Ni uno.

Nadie puede hacerse el distraído con la encuesta en la mano. Pablo Lautaro Javkin, por un número de votos cercanos a los 10.000, le gana la intendencia a Sukerman pero, se insiste en este punto, tanto Javkin como Sukerman obtienen menos votos que el candidato a Gobernador y el candidato a Senador departamental del peronismo. Entiéndase: Lewandowski colectó más de 250 y los posibles intendentes menos de 190.000. Se sabe que ciudad no es departamento (menos votos). Adviértase que no hubo relato corrido del peronismo y apareció un salvataje al desastre de la Fein (el gran fracaso socialista) en la figura de Javkin, que no es ni será socialista.

La “Jugada Lifschitz” aparece con total claridad. Repite “Jugada Bonfatti”. Siendo Gobernador en ejercicio Bonfatti se postuló a primer diputado. Lifschitz igual. Ambos ganaron sus diputaciones.

Las tres últimas cámaras de Diputados tuvieron un Primer Diputado con más votos que los gobernadores. Bielsa más votos que Bonfatti Gobernador. Bonfatti más votos que Lifschitz Gobernador. Ahora Lifschitz concreta el tercer período en el que las diputaciones bailan una polca diferente a la de la Gobernación.

En el caso de los 28 Diputados que conforman la “Jugada Lifschitz” habrá que vigilar el comportamiento de la gran división. El FPCyS sin el Poder Ejecutivo, con radicales y socialistas en grupos y votaciones que se vaticinan diferentes según los casos. Se verá. Presumo que el gran enemigo aglutinante es “el peronismo” pero “business son negocios” de una ruta acá una escuelita allá. Repetimos: se verá.

LOS TAPONES DE PUNTA

El discurso inaugural de Perotti no fue protocolar. Los que esperaban otra cosa desconocían al personaje. No grita, pero no frena (bueno, bah, a veces grita en privado). No olvida. Anota. Escucha y acomoda lo escuchado según aquello que piensa hacer. Es un modo diferente de escuchar. Digamos así: escucha y usa. Deben sostenerse dos puntos. Es un gringo del campo que estudió. El grupo donde se mueve es el peronismo.

El socialismo fue dueño de un relato. Se diría que han sido campeones del relato. Una provincia tirada a la derecha que acepta un leve tinte de izquierda de una ciudad que mira más a Buenos Aires que a Santa Fe (las mediciones, las repercusiones, las famas, los espectáculos) necesita que se la cuenten a la ciudad, la realidad y el futuro. Bueno mientras convenció. Ése relato no se renovó. Bolsillos flacos, angustias viejas, violencia urbana, inseguridad. El comercio, padre de todas las angustias, desatendido.

Relatar no es resolver, es postergar. Fin del “modo “Sherezade”. Amaneció en la provincia, está amaneciendo en Rosario.

Se fue el relato, volvió el peronismo con la crudeza con la que se movía, se mueve y se moverá. Los socialistas creían que no les contarían las costillas, ahora ya saben que no es así. Tienen una sola oportunidad de volver. Si el peronismo hace menos que ellos. Tan simple como eso. Si hace menos y logran demostrar que es así.

LA ERA BONAVENA

El dicho atribuido a “Ringo” Oscar Bonavena dice: “cuando suena el gong te sacan el banquito y quedás solo en el ring”. Lo dijo o no lo dijo pero es muy cierto. Entramos en la etapa Bonavena.

A los intendentes, al gobernador, al presidente les sacaron el banquito. No creo en “la herencia recibida”. El Estado es una continuidad y el voto otorga validez a quienes gobernaron. Si hay algo fuera de la ley denuncie, mi amigo, y si no hay nada fuera de la ley cállese la boca.

En la ciudad el equipo que acompaña a Pablo Lautaro Javkin, el rosarino, tiene muchos “de fuera” de la política. Varios universitarios. Mucho C.V. (Curriculum Vitae).

En el equipo de Alberto Ángel Fernández, el porteño, sucede algo similar. Gente especializada que sabe mucho más que quien lo coloca en ese sitio de la administración de la cosa pública. La apuesta es que una conducción política articule conocimientos teóricos superiores.

En el equipo de Omar Ángel Perotti, el rafaelino, la apuesta es “gente con experiencia en la administración publica”. Está claro que los trazos gruesos (y finos) de la política los tiene el poder político. La apuesta es la de ejecutar políticas de estado que ya fueron conversadas, en muchos casos probadas.

Se advierte que Perotti apunta a otro estado, un estado provincial diferente al del socialismo, sin relato y titulares mediáticos incumplidos. Con resoluciones. Típicamente peronista.

Es visible que Fernández oferta un siglo XXI (qué otra cosa que este siglo para entender su familia “ensamblada”) y un discurso que atiende a todos los frentes que se encuentran abiertos y, en muchos casos, en estado de asamblea.

Javkin no oculta que el suyo es un gabinete y una propuesta con rigor intelectual y austeridad cotidiana. Alejado del oscurantismo socialista, al que no ha denunciado con vehemencia, acaso porque su diplomacia no se lo permite.

Los tres están sin el banquito. La encuesta que nadie puede discutir (elecciones generales) los puso en el ring. La pelea dura 4 años. Los tres tienen años en la actividad político partidaria con triunfos y fracasos que renuevan el dogma de los veteranos: “en política nadie pierde por nocaut”. Saben, además, que Bonavena tenía razón. Les sacaron el banquito.

A los intendentes, al gobernador, al presidente les sacaron el banquito. No creo en “la herencia recibida”. El Estado es una continuidad y el voto otorga validez a quienes gobernaron. Si hay algo fuera de la ley denuncie, mi amigo, y si no hay nada fuera de la ley cállese la boca.

Los tres están sin el banquito. La encuesta que nadie puede discutir (elecciones generales) los puso en el ring. La pelea dura 4 años. Los tres tienen años en la actividad político partidaria con triunfos y fracasos que renuevan el dogma de los veteranos: “en política nadie pierde por nocaut”.