En Gorriti 3600
En Gorriti 3600
Cuantioso golpe en una distribuidora
Un delincuente cortó rejas y rompió una puerta para ingresar al local. Se llevó dinero y cigarillos.

Foto: El Litoral/archivo
Redacción de El Litoral
Un delincuente solitario concretó un certero golpe en un negocio mayorista de golosinas, desde donde sustrajo una importante suma de dinero para luego darse a la fuga.
Fue en las primeras horas del lunes cuando un individuo llegó hasta la zona de Gorriti al 3600 con la aviesa intención de ingresar al depósito donde funciona la firma Candy Mayorista.
Carina Mansilla, familiar de los dueños del comercio, reveló a El Litoral que “hoy a la mañana cuando llegaron para iniciar una nueva jornada de trabajo se encontraron con todo este desastre”.
Según se supo el malviviente trepó hasta el balcón de la planta alta donde funciona una academia de danza. Se metió al salón y bajó por una escalera que conecta con el local. Allí rompió una reja y una puerta e ingresó al depósito.
Una vez adentro del negocio el intruso fue directamente hasta un cajón donde sustrajo una suma cercana a los 60 mil pesos. No conforme con lo hecho hasta allí también se llevó un cartón de cigarrillos.
Mansilla recordó que hace un par de meses también les quisieron entrar al comercio, aunque esa vez el robo quedó frustrado. No obstante ante lo ocurrido “es seguro que vamos a tener que asegurar todo el inmueble. Esa puerta la vamos a tapialar”, agregó.
En cuanto a la situación del barrio la mujer comentó que “esta zona es muy insegura. Hace poco entraron en una casa de familia y en una panadería donde se llevaron la balanza y otras cosas. Además en la calle pasa de todo. Roban motos, a las mujeres les sacan las mochilas o las revuelcan por los celulares. Está todo mal”, sentenció.
En Siete Jefes
Una oportuna acción de un vecino frustró un nuevo robo en barrio Siete Jefes, aunque no pudo evitar que una familia se lleve un gran susto.
Toco ocurrió poco antes de la medianoche cuando una mujer llegaba a su domicilio ubicado en Domingo Silva al 900 y, en momentos que ingresaba su auto al garaje, fue sorprendida por dos malvivientes.
Lo peor del caso fue que en esos momentos salió de la casa una menor de edad a quien los malvivientes le apuntaron con un arma a su cabeza.
Por fortuna la escena fue advertida por un vecino que accionó la alarma comunitaria y eso puso en fuga a los rufianes.