Séptimo título consecutivo

La inobjetable vigencia de La Dolfina

César Román

Una vez más y van... La Dolfina, con su as de espadas Adolfo Cambiaso a la cabeza, derrotó a Ellerstina por 16 a 12 y se adueño del Campeonato Argentino Abierto de Polo, concluído el fin de semana pasado en la ciudad de Buenos Aires.

Las más de 14.000 personas que presenciaron el encuentro definitorio no se fueron defraudadas con esta finalísima del mejor polo del mundo, disputado como siempre en La Catedral de Palermo.

Los cuatro integrantes de La Dolfina cumplieron su cometido en forma brillante a lo largo de los ocho períodos de duración del encuentro, conformando un equipo de excepción, definido como el mejor de todos los tiempos.

Sabido es que por definición, el número 1 es el jugador mas rápido; el 2, el más trabajador en media cancha; el 3, el más diestro y el 4, el más seguro... Una vez más, los cuatro cumplieron un correcto desempeño, al anular a su rival en todas las situaciones en las que le tocó actuar.

La progresión fue la siguiente: La Dolfina 1-0, 4-1, 5-3, 9-4, 12-6, 12-9, 13-10 y 16-12.

Los cuatro integrantes del campeón conformaron un equipo sólido, no viendo peligrar en ningún momento la lógica supremacía que ejerció a lo largo de todo el encuentro.

Nada ni nadie puede dudar, del ya definido como el mejor equipo de todos los tiempos, incluyendo al legendario Coronel Suárez de Juan Carlos Harriot.

Se legitimó como un auténtico campeón por séptimo año consecutivo en esta disciplina deportiva en la que indudablemente Argentina ejerce un liderazgo incuestionable.

Su archirrival, Ellerstina, opuso su empeño característico en base a pases largos durante los primeros períodos, viéndose superado por esa verdadera máquina de polo que fue el equipo de Cañuelas, con jugadas de memoria, cuyos perfectos pases provocaron las delicias de sus parciales quienes con banderas Argentinas y uruguayas distinguiendo a su número 3 David Stirling, festejaban sus jugadas.

Por el lado de Ellerstina, Facundo Pieres fue su mas valioso jugador, encontrando en su hermano Gonzalo un eficaz colaborador en todo sentido, pero no teniendo en Nicolás Pieres su aliado de siempre, que con sus pases acostumbraba a facilitar la franca salida de Facundo hacia los mimbres rivales.

Adolfo Cambiaso, para muchos el mejor polista de todos los tiempos, sin dejar de reconocer el mérito que tuvo Juan Carlitos Harriot de décadas pasadas, tiene por delante su último desafío: poder jugar juntos en un período no muy lejano junto a su hijo “Poroto” y sus sobrinos “Jeta” y Bartolomé Castagnola, hijos de su cuñado Lolo Castagnola.

“Poroto” cuenta con 14 años y los otros dos, con 16 y 14, respectivamente. Será posible este sueño..., se preguntan... El futuro está muy cerca...

Mi opinión es que seguirán juntos...; hermanados en todos estos triunfos que los catapultan a cosas aún mayores, apoyándose todos en la amistad, que es hija del tiempo, madura con los años y se nutre de los valores mas puros del hombre... Vamos La Dolfina...!!!

La Catedral en plenitud... Una vez más, una multitud disfrutó de un espectáculo incomparable, en el Campo Argentino de Polo de Palermo.

Foto: gentileza Matías Callejo/AAP