Desde el Banco Central
Desde el Banco Central
Buscan atenuar el impacto de créditos UVA y de planes de ahorro para autos
El Banco Central quedó facultado por ley a revisar las condiciones de créditos hipotecarios UVA y planes de ahorro, con el fin de intentar suavizar el “impacto social y económico” de este tipo de préstamos cuyas cuotas se dispararon por efecto de la inflación.
Redacción de El Litoral
Télam
La ley de emergencia económica aprobada en el Senado le da al Central atribuciones para modificar las condiciones en que fueron otorgados créditos hipotecarios bajo la modalidad UVA y los planes de ahorro para compras de vehículos.
Así, se pondrán a revisión aquellos préstamos para la vivienda en los que las cuotas y la deuda se ajusta a la par de la inflación (UVA) y los planes donde varía según el precio de lista del vehículo.
“El Banco Central realizará una evaluación sobre el desempeño y las consecuencias del sistema de préstamos UVA para la adquisición de viviendas y los sistemas de planes de ahorro para la adquisición de vehículos automotor, sus consecuencias sociales y económicas”, dispone el artículo 60 de la ley.
También lo faculta a estudiar “mecanismos para mitigar sus efectos negativos atendiendo al criterio del esfuerzo compartido entre acreedor y deudor”.
Las quejas sobre los hipotecarios UVA se enfocaron en que por la inflación cada cuota empezó a pesar más con relación al ingreso de los hogares.
La tasa de morosidad en estos préstamos es baja, ya que ronda el 0,50%, pero en parte se debe a que los tomadores hicieron esfuerzos enormes -pidiendo prestado a familiares y amigos, o vendiendo objetos de valor, como autos- para afrontar los pagos y evitar perder las propiedades adquiridas con estos préstamos convertidos en una bomba de tiempo.
Los números
Según el BCRA, menos de 500 créditos sobre unos 110.000 hipotecarios UVA están en mora.
Y se estima que la relación cuota-ingreso se disparó en dos años del 25% al 29%.
El gobierno de Mauricio Macri intentó paliar en parte la situación cuando estableció este año un seguro a cargo del Estado que cubría una parte de la cuota, mientras que en septiembre -después de la derrota en las PASO- directamente congeló las cuotas y prometió una solución en caso de ganar.
El otro frente de tormenta a atender es el de los planes de ahorro, donde desde siempre la cuota acompañó el precio de lista del vehículo sobre el cual se arma el plan.
Cada vez que sube el valor de la unidad adquirida, el aumento se refleja en la cuota.
Los precios de los autos, por la inflación, las sucesivas devaluaciones y los impuestazos, sufrieron fuertes subas en los últimos dos años, que llevaron a muchos suscriptores directamente a cancelar las operaciones, con fuertes quebrantos para sus economías.
A este problema se suma que para el cálculo de las cuotas siempre se toma como referencia el precio “lleno” de lista del automóvil, que no incluye descuentos o promociones ofrecidas a quien paga “cash”.
Por eso, los planes de ahorro para comprar autos cayeron en forma estrepitosa, provocando también quebrantos y despidos en las concesionarias y sumiendo a la industria automotriz en su peor nivel en más de una década.
En 2018, uno de cada tres unidades se vendía por un plan de ahorro: ahora, apenas menos del 20%.
Planteo de los damnificados
El conjunto de Damnificados de Planes de Ahorro de nuestra ciudad brindó este lunes una conferencia de prensa para manifestar “nuestro enojo hacia toda la clase política, ya que desde hace más de un año -abril de 2018 para ser más precisos- venimos soportando los abusos de las automotrices. y sin tener respuesta acorde a la situación desesperante que estamos atravesando”.
En el encuentro ratificaron que, a nivel nacional, se solicitó a los diputados una regulación legal en la materia, actualmente contemplada sólo en resoluciones de los años ‘70.
En ese contexto, reseñaron como parte de las gestiones desarrolladas la generación de “13 proyectos de ley y proyectos de resolución”, y el compromiso de legisladores de buscar consensos para lograr un único texto, con participación de todos los sectores involucrados. “Hasta se habilitaría una mesa de asesoramiento para la instrumentación en la modalidad de contratación, coherente y sustentable”, añadieron.
Los referentes del grupo añadieron al cuadro de situación la renovación de autoridades políticas y el dictado de la ley de emergencia, que involucra la delegación de funciones del Congreso al Poder Ejecutivo y al Banco Central, “pero no se ha reglamentado el cómo”.
Por otro lado, resaltaron que el aumento del impuesto interno específico a la industria automotriz también recae sobre “quienes estamos encerrados en este coto de caza de 84 cuotas”.
Así, pidieron “un reperfilamiento de la deuda: queremos un sistema de ventas en cuotas sustentable en el tiempo, con normas que tengan fuerza de ley y no, como es ahora, la ley del pez más grande que se come al cardúmen”.
Por esa razón anunciaron que no pagarán las cuotas de enero y febrero, a la espera de una respuesta oficial. También solicitan la intervención de la Inspección General de Justicia y, a la vez, consideran “insuficiente la ley que se aprobó el viernes, que habla de la evaluación del Banco Central sobre la viabilidad de los contratos y reconducción. Pedimos que se estipule un índice de actualización en el valor de los vehículos, que es lo que nos diferencia de los contratos UVA. Y que se unifique el valor de las unidades vendidas por el sistema de planes de ahorro respecto de los que son vendidos por el sistema tradicional”.: