Nicolás Loyarte
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@nicoloyarte
Funcionó durante 8 años en la sede vecinal y contenía a 80 niños. También lamentan la pérdida de un equipo interdisciplinario de salud mental. Hoy la institución barrial brinda talleres de idioma, apoyo escolar y artes marciales, entre otros.
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Un violonchelo enfundado, recostado sobre un armario de la administración de la vecinal es una síntesis de lo que es hoy este sector de la ciudad. Es que la Vecinal Guadalupe Oeste pasó por muchas épocas en las que ocupó distintos roles sociales en el barrio ubicado en el centro-norte de la ciudad.
Durante la crisis de 2001 y en los años posteriores, esta institución se dedicó a contener socialmente a los pibes, sobre todo de “La Chaqueñada” (Coronel Dorrego). Con el progreso de los vecinos y las mejoras en la realidad socioeconómica general del país, la vecinal ocupó otro rol, el de brindar talleres, cursos y espacios educativos para los vecinos, y dejó atrás el asistencialismo.
Pero ese violonchelo fue una señal. ¿Qué hace ese instrumento allí?, consultó El Litoral a la vecinalista Mónica Ledesma, que respondió: “Es de la extinta orquesta de niños y jóvenes que tuvo la vecinal. Duró unos ocho años y, lamentablemente, hace ya unos cuatro años que no funciona más”.
— ¿Volverá a funcionar?
— No. En realidad es uno de los tantos proyectos que van desapareciendo y no vuelven. Fue un proyecto que armamos a través de la Secretaría de Derechos Humanos durante el gobierno de (Jorge) Obeid, que le pagaba a un cuerpo de directores y se fueron comprando los instrumentos con aportes del gobierno nacional. Tenía 80 niños músicos. El crecimiento de estos pibes, no sólo en lo musical, sino a nivel humano fue importantísimo. La orquesta sintetizó lo que nosotros pensábamos que debía ser el trabajo social de la vecinal.
Bienes culturales
Para poner en contexto sus palabras, la vecinalista recordó la época en la que allí funcionaba una copa de leche y un comedor. “Llegó un momento en el que eso no se necesitó y empezamos a pensar en la apropiación de otros bienes, como los culturales y sociales, para los pibes de los sectores más vulnerables y medios”. Así fue como la música fue una herramienta muy importante y se transformó en “una experiencia fantástica” a nivel territorial, destacó Ledesma. Inédita.
Durante los años de prosperidad la vecinal pudo crear una sala de música destinada a la orquesta y conformar, entre otras cosas, un equipo interdisciplinario de profesionales para los vecinos. Pero más tarde “fuimos perdiendo docentes de música ante la imposibilidad de pagar honorarios, se fue diluyendo hasta que tuvimos que tomar la decisión de dejar atrás el proyecto”, se lamentó Ledesma.
Así es como los instrumentos que supieron retumbar con su música en el barrio descansan hoy silenciosos en una sala deshabitada. “Y bueno... nosotros continuamos, porque el camino de las instituciones es mirar hacia adelante, recordando un proyecto que fue fantástico”, dijo la vecinalista, que atribuyó el cierre de la orquesta y otros servicios a la comunidad “exclusivamente” a una cuestión de falta de financiamiento.
En Internet hay muchos archivos que recuerdan a la Orquesta de la Vecinal Guadalupe Oeste. Aquí, uno muy emotivo: el primer concierto que ofreció la orquesta, en junio de 2007, hace 9 años atrás.
En este otro video, se puede observar a la orquesta durante una presentación en el Teatro Municipal 1° de Mayo.
Equipo interdisciplinario
En esta vecinal se conformó la primera Junta de Seguridad Barrial que hubo en Santa Fe, de la que participaban todas las instituciones de la zona y representantes de los ministerios del gobierno. Por aquel entonces, los representantes de las escuelas, que participaban de dichas reuniones, manifestaban que se había tornado inmanejable la violencia escolar, por lo que empezaron a pensar en la conformación de un equipo interdisciplinario en el área de Salud Mental.
“Cuando hablamos de redes sociales, en este sector de la ciudad fue lo más valioso que hemos hecho”, sostiene Ledesma. Los vecinalistas armaron un proyecto y lo presentaron en la por entonces denominada Secretaría de Promoción Comunitaria, “donde durmió en un cajón”, dijo Ledesma, hasta que un día sonó el teléfono y del otro lado del tubo se escuchó: “Vamos a hacerlo”. “Ahí arrancamos con un equipo que tenía dos psicopedagogas, dos psicólogas, una psicomotricista, una trabajadora social y una fonoaudióloga”, detalló la vecinalista.
“Hoy lo único que nos queda de todo eso es una psicóloga, que atiende de forma voluntaria”, se lamenta Ledesma. Pese a ello los vecinos demuestran una necesidad constante de recuperar este servicio, según manifestaron desde la institución, y destacaron la articulación que tenían entre profesionales de la salud mental, los docentes y las instituciones en la atención y seguimiento de los niños. “Con todos los altibajos que tuvo, hoy sabemos que ésto es lo que se debe hacer para contener a los pibes en los barrios”, dijo Ledesma.
Precarización social
Desde la vecinal han notado en los últimos tiempos un “lento cambio social”. Una señal es la aparición de jubilados que se acercan a preguntar si ofrecen la caja de alimentos. Otro es el monitoreo del Banco Popular “para que la gente no gaste la plata en comida sino en sus emprendimientos”, dijo Ledesma. Y también lo ven en la merma de alquiler del salón vecinal para fiestas familiares, lo que impacta además en las arcas de la institución. “El festejo es más austero”, dijo la vecinalista, que se mostró preocupada porque todavía no recibieron la boleta de la luz con el aumento.
Desagües
Hace diez días, el intendente José Corral encabezó un acto en la vecinal Guadalupe Oeste en el que realizó un balance de las 31 obras hídricas que se construyen en la ciudad, y se llevó algunos reclamos para mejoras de los vecinalistas. Los representantes se reunieron además con el coordinador del Distrito Este, Nahuel Godoy y le pidieron bacheo de calles y la poda de árboles añosos.
Presencia del Estado
La Municipalidad y la Provincia intervinieron durante los últimos años en la jurisdicción de Coronel Dorrego (La Chaqueñada) con distintas obras de inclusión social enmarcadas en el Plan Abre, beneficiando a los vecinos de esta zona, que eran asistidos por la vecinal Guadalupe Oeste. Ahora cuentan con urbanización, alumbrado público, agua potable, plazas, centros de salud, Jardín de Infantes y un nuevo espacio sociocultural, El Alero.