El Litoral
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El proyecto de ley de Alicia Gutiérrez prohibe la tracción a sangre animal en Santa Fe y dispone la reconversión del sistema informal de recolección de residuos, promoviendo la sustitución de los caballos por otros medios de transporte, al tiempo que dispone el otorgamiento de asistencia y capacitación a las trabajadoras y trabajadores del sector. El objetivo general es desarrollar una estrategia que aborde de forma íntegra y coordinada esta problemática, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas y de proteger a los animales del maltrato.
“La utilización de caballos para realizar la recolección informal y para otras actividades pone en riesgo tanto a las trabajadoras y los trabajadores como a los terceros involucrados, a la vez que trae aparejados serios inconvenientes en el tránsito”, explicó Gutiérrez. “Es preciso generar condiciones de vida dignas para las familias que viven de esto y eliminar la tracción a sangre. Por eso formulamos un plan integral para toda la provincia, que deberá contar con la adhesión y el compromiso de comunas y municipios”, afirmó.
La normativa, que busca erradicar el maltrato y la explotación de los animales, fue elaborada en conjunto con integrantes de organizaciones proteccionistas de la provincia. Éstas han denunciado en numerosas ocasiones las malas condiciones sanitarias en las que se encuentran los equinos: muchos son sobre exigidos, al ser cargados con mucho peso y mal alimentados, lo cual les puede llegar a provocar la muerte.
Entre los objetivos particulares que tiene el mencionado proyecto se destaca el de erradicar el trabajo infantil, que muchas veces se encuentra asociado al de recolección informal de residuos, como así también modificar las condiciones de inseguridad y precariedad en las que esta actividad se desarrolla. Para eso propone, entre otras cosas, la sustitución de la tracción a sangre por otros vehículos de tracción motora que ofrezcan una alternativa laboral superadora.
La normativa le reconoce la figura legal de ‘recuperador urbano” a las personas que desempeñan estas tareas y declara su actividad de interés social, ambiental y urbano. “El trabajo de recolección y reciclado es el gesto cotidiano más sencillo para colaborar con el cuidado del ambiente, al tiempo que significa un modo de subsistencia para muchas familias. Por eso apuntamos no sólo a optimizar la recolección selectiva de residuos, pudiendo los carreros participar de programas en coordinación con la comuna o municipios, sino también a brindar capacitación y asistencia a las mujeres y hombres que se desempeñan en esta actividad”, sostuvo Gutiérrez.
El Ministerio de Desarrollo Social, autoridad de aplicación de la Ley, será el encargado de convocar y liderar una mesa de diálogo intersectorial que tendrá como finalidad principal el diseño de políticas orientadas a mejorar la calidad de vida de las trabajadoras y trabajadores informales.