Federico Fulini (30) asegura que Santa Fe está partida en dos ciudades: la de entre bulevares y la del cordón oeste y norte. Critica duro a la gestión de intendente José Corral, dice que el PJ está en un momento clave y que irá unido, independientemente de qué listas perforen el techo del umbral electoral tras las Paso del 28 de abril y lleguen a las generales. Habla de Cristina Fernández de Kirchner como la “compañera Cristina”.
Encabeza la lista de precandidatos al Concejo local por Unidad Ciudadana (UC), la fuerza cuya principal referente a nivel nacional es la ex Presidenta de la Nación, y acompaña a Alejandro Rossi, precandidato a intendente de la ciudad (a Fulini lo secunda la periodista especializada en problemáticas de género, Mariana Steckler). Competirá en las Paso con otras siete listas dentro del Frente Juntos (PJ) “¿Se imagina una ciudad kirchnerista en la intendencia y el Concejo?”. “Me imagino una ciudad peronista”, dice Fulini convencido, en entrevista con El Litoral.
Profesor de Historia, nació en barrio Roma, que es como su lugar en el mundo: vive en la misma casa donde nació y se crió. Hizo sus primeras armas desde la acción pastoral, en la Parroquia San Pedro (ubicada cerca del Parque Garay). Ver la situación de los más necesitados, sumado a sus estudios de historia, le abrió un abanico de perspectivas de mundo. Entonces, empezó a estudiar el peronismo. Y luego vino el conflicto de la 125 con el campo. “A partir de ese episodio, comencé a entender realmente a qué poderes se enfrentaba el kirchnerismo”. Empezó a militar en la Juventud Peronista (JP).
“La situación en los barrios es muy dura, complicada y angustiante. Muchos vecinos están comiendo una vez por día. ¡Una sola! No alcanza para el remedio de los viejos; muchas mamás nos dicen que no pueden mandar a los pibes a la escuela porque no tienen el dinero para cubrir la canasta escolar. La destrucción del entramado social viene desde el principio del gobierno de Mauricio Macri, pero se aceleró muchísimo estos últimos seis meses”, expresa Fulini según su perspectiva.
“Históricamente la ciudad estuvo y está partida en dos: la del centro y la del cordón oeste y norte, donde hay un estado de abandono. Tenemos ciudadanos de primera y de segunda. Y el Estado municipal no hace nada”, agrega.
—De acceder a una banca, ¿qué propuestas impulsaría en el Concejo local?
—Reactivar las juntas barriales. Los vecinos son la fuente más directa de lo que pasa en los barrios: ellos saben qué calles están intransitables, adónde hay microbasurales o yuyos altos, en qué esquina venden droga. Entonces, sumar al vecino, al cura párroco del barrio, a las fuerzas vivas, al Estado municipal y a la policía en un espacio de diálogo para solucionar la situación en los barrios, sobre todo en seguridad. Pero falta voluntad política. Y desde el Concejo podemos llevar adelante esta iniciativa.
También, declarar la emergencia comercial. Insisto mucho en esto porque la ciudad tiene tres grandes fuentes de creación de empleo: la administración pública, los servicios y el comercio. Tenemos que defender a los comerciantes de la situación que están padeciendo: hay 13,5 % de los locales comerciales de la ciudad vacío. El 65 % de los comerciantes dice que vendió menos que el año pasado. Esa emergencia podría ser con algún beneficio tributario.
La tercera propuesta: un Consejo de Clubes de Barrio. Los clubes tienen una importancia fundamental para recomponer el tejido social, para tener a los pibes contenidos, y más aún con los valores que se enseñan en los clubes. En ese Consejo se discutirían las políticas de cara a los clubes, para ver cómo ponerlos de pie, incluyéndolos en un espacio para que puedan elevar sus demandas al Estado.
—Su lista se enfrenta a otras siete, dentro del Frente Juntos (el PJ presentó ocho propuestas distintas para las Paso). Va a ser una interna dura. Independientemente de quien pase a las generales, ¿el peronismo irá unido?
—A nivel provincial tenemos un acuerdo: acá aparece aquella vieja máxima que dice que el que gana conduce y el que pierde acompaña. Y mucho más en este momento. Los dirigentes del peronismo tenemos una responsabilidad enorme, que es la de “timonear” esta situación dramática que nuestros conciudadanos están viviendo.
“Notamos entre los vecinos una situación de rechazo generalizada de la política, excepto, y es lo que nos pasa a nosotros en las recorridas en los barrios, cuando mostramos el volante con la cara de Cristina. Ahí la cosa cambia: es tan aguda la comparación entre lo que pasaba durante el gobierno de CFK y lo que pasa hoy con Macri que la gente nos acepta sólo porque la ve a ella: ahí nos dejan charlar. Hay una memoria de lo que pasó durante nuestro Gobierno “Nos dicen los vecinos: ‘Yo todos los domingos podía tirar una maruchita al asador, o hacer un buen guiso, o me podía ir de viaje un fin de semana largo. Ahora no tengo para comer”, asegura Fulini.
—El kirchnerismo, como movimiento social y político, ¿no debiera hacer una autocrítica después de perder las elecciones nacionales de 2015? Algo se hizo mal después de 10 años de gobierno...
—Por supuesto que hicimos cosas mal. La primera, comunicar de mala manera. Es una opinión personal. Lo que nos faltó fue escuchar más a la gente. Lo que estaba enfrente de nosotros, el modelo neoliberal, se subestimó. Se subestimó esa situación que se podía venir con Macri, y que finalmente vino. Hoy no me imagino a un trabajador sin laburo votando de nuevo a Mauricio Macri.
—Ahora, por ejemplo, hoy se sabe que casi un tercio (32 %) de los argentinos son pobres o indigentes, según el último informe del Indec. Durante muchos años del kirchnerismo no se sabía a ciencia cierta cuál era el índice de pobreza, por la intervención sobre el instituto que comenzó en 2007 (en le medio hubo desplazamientos y denuncias de “manipulación de estadísticas oficiales” y “violación del secreto estadístico”)...
—A mí no me consta que haya estado estado intervenido el Indec durante el kirchnerismo. Antes de la discusión que hubo sobre el método estadístico aplicado por el instituto, se medía tulipanes importados de Dinamarca. ¿A quién le importa eso? Lo que se hizo en su momento fue corregir las cosas sobre qué se estaban midiendo, qué se debía medir. No me consta, porque es poco inteligente para un gobierno mentir con las estadísticas. Y hoy Macri viene mintiendo desde hace tres años.
Fue una cuestión metodológica (lo del Indec). Nosotros dejamos muchos pobres, aunque veníamos en un camino de descenso de la pobreza constante. Pero serán muchísimos más los pobres van a quedar ahora (con la actual administración nacional).