SENASA | Campolitoral
La producción santafesina se concentra en las oleaginosas y la miel orgánica. La superficie destinada a este tipo de producción fue de 3,6 millones hectáreas a nivel nacional. Los productos orgánicos siguen teniendo un bajo consumo en el mercado interno.
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Según un informe de SENASA sobre la “Situación de la Producción Orgánica en la Argentina durante el año 2018”, la superficie bajo seguimiento en el país fue de 3,6 millones hectáreas, aumentando respecto al año anterior un 7%. De esta superficie, unos 3, 4 millones de hectáreas se dedicaron a la producción ganadera y 217 mil hectáreas correspondieron a superficie destinada a producción vegetal.
En la provincia de Santa Fe, en el año 2017 existían 21 establecimientos dedicados a la producción orgánica, mientras que en 2018 el número fue de 30, lo que significa un aumento del 43 % interanual.
La producción santafesina se concentra principalmente en las oleaginosas con 708 hectáreas dedicadas a cultivos de este tipo. Siguen los cereales con 31; frutales con 5 y las hortalizas con sólo 1 hectárea de producción orgánica.
En tanto, la apicultura orgánica tuvo un buen año a nivel nacional y creció un 75% que suman 33.788 colmenas, de las cuales 5.293 se encuentran en Santa Fe.
Con respecto a la producción de orgánicos de origen animal (vacunos), el primer puesto lo ocupa la provincia de Buenos Aires con un total de 12.753 animales. Santa Fe sólo registró 1.223 vacunos según la información de certificadoras.
Destino de la producción
Según el relevamiento de Senasa, los principales destinos de los productos orgánicos siguen siendo las exportaciones a los EEUU (43%) y la Unión Europea( 36%).
El total de las exportaciones de productos orgánicos certificados disminuyó un 6% respecto al año 2017. Sin embargo, respecto al año anterior creció principalmente la exportación de frutas (6%), y se mantienen por encima de las 40 mil toneladas desde hace 6 años. Los cereales han disminuido un 18% y los productos industrializados un 3%.
En cuanto al mercado local, el consumo de productos orgánicos sigue mostrando una muy baja participación del volumen total comercializado, aunque con mayor presencia.
Las ferias de proximidad y ofertas de entregas directas del productor/comercializador a domicilio, siguen siendo las formas de comercialización más frecuentes.