La comunidad religiosa de barrio Nueva Pompeya vive horas de suma angustia. Es que en las últimas horas un nuevo hecho delictivo estuvo a punto de consumarse en la iglesia Nuestra Señora del Rosario.
Delincuentes violentaron una ventana y prepararon objetos para llevarse. Finalmente el robo no se consumó.
La comunidad religiosa de barrio Nueva Pompeya vive horas de suma angustia. Es que en las últimas horas un nuevo hecho delictivo estuvo a punto de consumarse en la iglesia Nuestra Señora del Rosario.
Todo ocurrió en la noche del lunes, cuando un vecino que ocasionalmente pasó por el lugar, observó a un grupo de personas en el predio de la iglesia ubicada en Peñaloza 8200, casi esquina con French.
Estaba más que claro que dichos individuos nada bueno estaban haciendo, motivo por el cual se dio cuenta de la situación a la policía.
Minutos después, dos uniformados arribaron y constataron que la reja de una de las ventanas del templo había sido violentada.
Acto seguido, los actuantes procedieron a inspeccionar el predio de la iglesia. Fue entonces cuando observaron que había un micrófono, un amplificador, dos bafles y cables varios, los que estaban preparados para ser sustraídos.
Tras verificar que dichos objetos son propiedad de la parroquia, se procedió a su devolución sus legítimos dueños.
Seguidilla
Pero los malos momentos en esta iglesia no son nuevos.
La pesadilla se inició en marzo del año pasado cuando el templo fue incendiado por malvivientes. A partir de entonces los hechos delictivos no pararon de suceder. “Casi todos los meses tenemos que sufrir algún episodio de vandalismo o de robo y la verdad es que ya no sabemos a quién recurrir”, dijeron algunos de los vecinos en diálogo con El Litoral.
“Hace unas semanas se robaron los ventiladores. También se llevaron los equipos de audio que se utilizan para dar misa. Y antes tuvimos ese incendio donde se destruyó la Sacristía y la sala de monaguillos. Estuvimos a punto de perder todo”, señalaron.
“En su momento la policía nos prometió que iban a aumentar la vigilancia, pero nada de eso ocurrió. Desde el incendio hasta el día de hoy ya nos entraron a robar unas diez veces”. “Pedimos por favor que nos ayuden. Por lo menos que mejoren la iluminación de esta zona”, cerraron.