(Enviado Especial a Belo Horizonte, Brasil)
El entrenador de la selección se animó a decir que “el único titular que voy a nombrar, es Agüero” y no dio indicios si, por fin y luego de 40 partidos, Argentina repite equipo. Esta noche a las 21.30 en el Mineirao se juega un partido con atracción mundial.
(Enviado Especial a Belo Horizonte, Brasil)
Si el fútbol fuese materia exacta, no tendríamos muchos argumentos como para sostener una ilusión con fundamentos. En 105 partidos como local, Brasil perdió sólo cinco. Y desde que Tite se hizo cargo, de 40 partidos sólo perdió dos y su arco lleva 540 minutos sin que le conviertan. Pero si uno observa el rendimiento futbolístico, también hay diferencias.
Pero claro, el fútbol no es exacto, no es lógico. Y entonces, nos aferramos a algo excepcional. Que puede darse. Y que si se da, a nadie debería sorprender porque está dentro del cálculo de probabilidades. Y mucho más si está Messi, el jugador más desequilibrante y que todavía “duerme” en esta Copa América, comportándose extrañamente como un terrenal.
“Jugamos contra el favorito de la Copa”, dijo Scaloni, tirándole toda la responsabilidad a Brasil. “Ellos están bien, tienen un entrenador que está desde hace rato y eso les da ciertas ventajas. Son un gran equipo, pero podemos pasar. Intentaremos ponérsela difícil”, continuó.
Luego hizo una referencia a algo que se dio en otros partidos, sobre todo en ese duelo que debió sostener Foyth con Machis contra Venezuela, e inclusive en otros que tuvo a Paredes como protagonista, cuando quedó algo desguarnecido en el mediocampo. “Brasil tiene jugadores rápidos y que desequilibran en el uno contra uno. No haremos marcas personales sobre ninguno de ellos, pero tomaremos los recaudos pertinentes. La intención será ejercer superioridad en el medio y evitar que ellos roben la pelota en tres cuartos de cancha, porque allí se activan de inmediato con los extremos. Si nosotros no tenemos prisa en llegar rápido al arco rival, es posible que podamos ejercer superioridad”.
Este es el partido que piensa Scaloni, un partido de paciencia, de mayor tenencia de pelota, de no apresuramiento y de evitar la pérdida rápida de la pelota porque ahí se puede complicar. Y aventura que si Brasil roba la pelota rápidamente, el duelo mano a mano de los extremos con los laterales puede ser complicado para la defensa, apuntando sobre todo a ese desequilibrio del que hace gala Everton.
A la conferencia lo llevó a Guido Rodríguez, pero eso no quiere decir nada. Poner otro volante es una tentación inevitable, mucho más en un partido de estas características. Pero ya pasó en otras conferencias en las que Scaloni digitó algún suplente y no un titular para llevar. “Agüero va a ser titular”, disparó de manera sorpresiva. Y luego redobló la apuesta: “Es el único titular que voy a mencionar… Ni Messi es titular”, dijo entre sonrisas.
“El trabajo de los tres de arriba me resulta, por momentos, emocionante. Terminan exhaustos los partidos porque realmente se entregan ciento por ciento. Es un trabajo extraordinario el que hacen. Inclusive lo sumo a Leo porque realmente lo de Messi es muy elogiable”, referenció, con lo que se deduce que el esquema se va a mantener y que Argentina volverá a jugar con el tridente ofensivo.
“No tengo ningún reproche para con Messi. Se pone el buzo de trabajador y sale a colaborar. El segundo gol ante Venezuela es una jugada de presión en la que él participa y a la pelota la roba De Paul. Luego, todo lo que pueda decir de él está de más, es nuestra bandera”, elogió a Messi, aún sabiendo interiormente que el torneo del mejor no es del mejor. Y hasta el propio Messi lo reconoce.
Cuando le preguntaron “¿qué se juega Scaloni en este partido?”, dijo que “Scaloni no se juega nada, porque el que juega es Argentina. Scaloni no es prácticamente nada en este partido. Este es un partido de fútbol, es el que todo hincha quiere ganar. Pero en nuestro caso, tiene el mismo valor que tendría si hubiese otro rival, por ejemplo Paraguay. El valor es el mismo porque el premio es el mismo. Y el premio es la final”, dijo.
Siguiendo sobre su propio análisis del equipo y del partido, Scaloni hace referencia a que se encontró una manera de jugar y admitió que el equipo está en el mejor momento. Claro que este último concepto parte de una base muy pequeña, de un punto de partida realmente mediocre como fue ese partido ante Colombia en la calurosa Salvador de Bahía.
¿Será un partido friccionado?, fue la pregunta. Y Scaloni respondió que “no sé si hubo algún Brasil-Argentina que no haya sido friccionado. Hay mucho en juego. Es importante estar atentos y hacerse respetar. Ellos van a tener un marco muy importante y multitudinario a favor, pero nosotros debemos afrontarlo con personalidad”.
Y concluyó diciendo que “los jugadores quieren tanto a Messi que a veces dicen que quieren ser campeones por él más que por ellos mismos, porque todos quieren que Messi gane algo con la selección, ya que es lo único que le falta. Pero la realidad es que todos quieren salir campeones y todos quieren ganar algo con la selección”.
Tite espera el partido intensamente y hasta admitió que “hace un par de noches que no duermo”. La tensión es extrema. Es cierto que se trata de un partido de fútbol, pero como ya se dijo y se escribió: Argentina-Brasil se enfrentan en una instancia eliminatoria, en Brasil y con antecedentes que son negativos para tan poderosas selecciones. Supieron ser potencia, pero ya el mundo no los reconoce como los mejores. Necesitan logros y revalidar pergaminos. Por eso, esta noche no será una noche más para nadie. Nervios, ansiedad, temores, miedo al fracaso, chances de pasar a la historia y de convertir a este 2 de julio en algo memorable para la historia del que gane. No son pocos los elementos. No es poco lo que está en juego.
“Me parece raro que en cuartos de final no haya habido alargue y que ahora en semifinales se aplique. Quizás se entiende que al estar en el final de la temporada, los jugadores llegan agotados y se trate de evitar un mayor desgaste. Para eso, la Fifa estableció la posibilidad del cuarto cambio en los tiempos suplementarios”. Lionel Scaloni, entrenador de la selección Argentina