Walter Gálvez definió como “crítica y difícil” la situación del sistema carcelario en la provincia de Santa Fe. El ex vice ministro de Gobierno de Jorge Obeid fue designado por Omar Perotti como el nuevo secretario de Asuntos Penales y Penitenciarios. La repartición ya no dependerá del Ministerio de Seguridad como en las gestiones socialistas, sino del Ministerio de Justicia. “Creemos que tenemos que estar más cerca del Poder Judicial que de la policía provincial”, dijo el funcionario a El Litoral para fundamentar el cambio. De hecho, la jurisdicción a su cargo tendrá el mismo rango que la Secretaría -antes, Ministerio- de Justicia.
De su área dependerán dos subsecretarías: una -a cargo de Héctor Acuña- tendrá bajo su ámbito a la Dirección propiamente dicha del Servicio Penitenciario y IAPIP. El director será el licenciado Luis Cuello. La segunda subsecretaría se abocará a la capacitación del personal penitenciario y contendrá al Patronato del Liberado. Estará a cargo del general retirado Adrián Forni.
A modo de diagnóstico, Gálvez definió como “crítica y difícil” la situación del Servicio Penitenciario. “Queremos relevar tanto la situación del personal como de la población carcelaria y de la infraestructura con la que contamos. Hay una superpoblación y habrá que trabajar fundamentalmente con los internos y las condiciones en las que están alojados”, planteó.
“Algo que nos preocupa es la hoja de ruta que tiene una persona que delinque -sostuvo- porque se registra una alta reincidencia; esos índices hay que bajarlos con el Patronato de Liberados, pero también con otras áreas interdisciplinarias de todos los ministerios y sociedad civil”, comentó. Y reveló que en esa línea mantuvo ya encuentros con los pastores evangélicos que poseen fuerte incidencia en pabellones completos de las cárceles de la provincia.
Para Gálvez, si se compara el estado de situación actual con doce años atrás, “la sociedad cambió y para mal”. Por ello, consideró que debe priorizarse “el trabajo vinculado a las adicciones, la desintegración de la familia y la reinserción laboral. La crisis económica -afirmó- ha golpeado fuertemente. La inseguridad y los índices delictivos repercutieron directamente en el aumento de la población carcelaria. Teníamos tres mil internos hace diez años, y ahora tenemos más de seis mil. Se generaron 1600 plazas en estos doce años, pero aún así tenemos superpoblación en todas las unidades penitenciarias”, afirmó.
Consultado sobre la potestad del Poder Ejecutivo de conmutar penas a internos de la provincia, el funcionario dijo que ello no está previsto para diciembre, uno de los momentos tradicionales para otorgarlas. Y dijo desconocer cuál será el criterio del gobernador Omar Perotti de aquí en adelante. La reducción de penas había sido concedida con restricciones durante la gestión de Jorge Obeid; las otorgó -aunque con mucha polémica- Antonio Bonfatti, y no se produjeron durante el mandato de Miguel Lifschitz.