Para el gobierno de Omar Perotti, la decisión de la oposición en la Cámara de Diputados de rechazar la ley de emergencia planteada por la actual administración es “desconocer la realidad de la provincia”. En diálogo con El Litoral, el ministro de Gestión Pública, Rubén Michlig, valoró que el Ejecutivo pudiese contar con la ley tributaria para el año que viene, pero lamentó la actitud del Frente Progresista que “no permitió ni el debate” sobre el segundo mensaje que pretendía declarar la emergencia sanitaria, social, alimentaria, económica, fiscal, financiera, en materia de contrataciones y de seguridad.
“La ley tributaria - dijo Michlig- es muy razonable; el gobierno provincial hace un terrible esfuerzo para sostener los impuestos en orden a la inflación, y mantiene por un año la estabilidad fiscal para pequeñas y medianas empresas. Pero rechazar las emergencias -advirtió- es desconocer la realidad de la provincia, y constituye una negación de las herramientas políticas que nos permitirían superarla. Eso genera un marco complicado para todo”, planteó.
- ¿Es una derrota para el gobierno de la provincia?
- No, porque en realidad hay que verlo como el juego de las mayorías. El Justicialismo no tiene esa mayoría (en Diputados), y no es una derrota porque no hubo ni posibilidad de discutir la ley. Hubo negativa inicial de declarar la emergencia y de prever las herramientas para superarla. No abrieron un marco de diálogo; se negaron desde el inicio a discutir y eso implica una falta de voluntad que no puede entenderse como una derrota. Sí es preocupante que estemos frente a una oposición que está lejos de darle gobernabilidad (a la gestión) y no hace más que poner palos en la rueda, al igual que en el período de la transición.
- La oposición sostuvo que muchas de las decisiones planteadas en la emergencia pueden ser adoptadas sin ese marco. ¿Es así?
- No, hay cuestiones parecidas pero no iguales. Y si así fuera, se podría haber discutido y analizado qué estaba demás. Pero acá hubo una negativa rotunda desde el primer día a dialogar y discutir; si desde el arranque dicen que no van a tratar la emergencia, no tiene sentido después que se discuta sobre el contenido o posibles modificaciones. En esta línea destaco la actitud que tuvieron los senadores del Frente Progresista, incluso Felipe Michlig. Allí, hubo un ida y vuelta permanente y se ajustaron cosas de un modo razonable. Ahora, resulta que (en Diputados) se arrogan el mérito de haber propuesto modificaciones... Esas modificaciones se acordaron en el ámbito del Senado, con el PJ y el radicalismo, y logrando una conversación con todos los sectores. En cambio, en Diputados se negaron a discutir.
- ¿Qué implica en la práctica la ausencia de esta ley?
- Esto implica la imposibilidad de tener herramientas para financiar el déficit de la provincia y para actuar con la celeridad que impera en una emergencia sanitaria y alimentaria. Se pedían herramientas para agilizar procedimientos de compra frente a la mayor preocupación que tiene el gobierno de la provincia que es la situación alimentaria y social en Santa Fe. No existiendo esas posibilidades, tendremos que ir con los procedimientos tradicionales. Se demorará más para corregir y atender esas demandas.
- ¿ Corre riesgo el pago de sueldos?
- Los cronogramas de sueldos necesariamente tienen que estirarse. Es muy simple: cuando empieza el mes, no se tiene la disponibilidad para cubrir toda la grilla salarial. Los saldos de caja no están acreditados. Uno empieza a pagar con lo que se tiene, no con un acumulado del mese anterior. Y ese acumulado no existe como consecuencia de la situación deficitaria. El déficit está en 8 mil millones y va a cerrar entre los 15 y veinte mil millones porque hay un sinnúmero de gastos no pagados a proveedores, contratistas, municipios y comunas. La emergencia hubiera permitido renegociar con los proveedores y lograr mayor fluidez de recursos. Con los proveedores del sector informático, por ejemplo, hay una deuda de diez millones de dólares. La emergencia era una herramienta para discutir plazos, quitas, sacrificio compartido y demás. De lo contrario, el marco de discusión es distinto.
- ¿Pueden plantear las emergencias a través de proyectos individuales?
- Ahora discutiremos el tema e insistiremos con proyectos individuales similares. Son necesarios. La preocupación de muchos es qué hacemos con la cláusula gatillo, pero tenemos necesidades básicas que no se están pudiendo atender hoy. La provincia ha tenido un deterioro importante en este tiempo en el Tesoro. La deuda flotante estará por arriba de los 30 mil millones de pesos a fin de año. La cláusula gatillo es una discusión secundaria; todo lo demás generará un cuello de botella en un montón de sectores. Vamos a analizar nuevos proyectos y los enviaremos a extraordinarias para que se traten cuando se traten. Vamos a insistir; reformularemos y modificaremos pero vamos a insistir. Queremos dar la discusión. Esto (lo que pasó en Diputados) es la continuidad de los hechos que se vinieron produciendo en el marco de la transición; se sostuvo un nivel de gastos por encima de los recursos, no atendieron nuestros pedidos de restringir las erogaciones, de no enviar determinados pliegos, de no tratar el presupuesto. Es parte de un accionar, de una conducta de la oposición. Ésto es la continuidad de aquello.