El fiscal Francisco Cecchini imputó durante la mañana de este martes al chofer del camión que embistió a un auto el pasado domingo por la noche cerca de Esperanza, dejando como consecuencia tres fallecidos. Se trata de Marcelo Oscar R., un hombre de 58 años oriundo de Chacabuco, provincia de Buenos Aires.
En la audiencia, presidida por la Jueza de la IPP Rosana Carrara, el conductor estuvo acompañado por tres familiares y por la dra. Leticia Feraudo, representante del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (Sppdp).
Tras imputar a Marcelo Oscar R. como “autor de homicidio culposo en accidente de tránsito y daños” el fiscal solicitó una audiencia para el tratamiento de medidas cautelares, que se realizará el próximo jueves 23.
En cuanto a la mecánica del hecho, el camión Scania con acoplado, que venía cargado con arroz, viajaba desde la localidad de Berón de Astrada, Corrientes, hasta la ciudad de Franck. Mientras que el automóvil Renault Symbol circulaba por la Ruta Provincial N° 6, en sentido contrario al Scania, cuando este se cruzó de carril e impactó de lleno al vehículo de menor porte, arrastrandolo 40 metros sobre la banquina, hasta terminar contra un alambrado de Girolimetto y Engler, entre los kilómetros 63 y 64.
En el auto viajaban Laura Beatriz Canarelli y sus dos hijitos, Matías Luciano y Martín Gastón Grandullia. Según lo trascendido, habrían muerto en el acto, tras el fuerte impacto que destrozó el vehículo en el que circulaban.
El fiscal a cargo de la investigación, Francisco Cecchini comentó que “quedan por hacerse pericias sobre el camión, para ver si hay alguna falla que justifique la mala maniobra” y aseguró que luego del siniestro “se hizo en el instante un examen de alcoholemia y dio cero alcohol; asimismo se extrajo sangre para hacer un examen un poco mas avanzado de alguna otra sustancia, pero todo indicaría que no estaba bajo el efecto de ninguna sustancia porque estaba perfectamente lucido, consciente” por lo que “ha sido otro el motivo, en todo caso, de la mala maniobra”.
Además, detalló que el camión “estaba cerca del destino final y el tiempo que llevaba de conducción estaba dentro de los tiempos lógicos de conducción de camión” y mencionó que “hay que tener en cuenta que -el siniestro- fue en horario nocturno” y que “el estado de las rutas no siempre es el ideal, muy lejos está de serlo” por lo que “muchas veces una mala maniobra puede ser originada en la impericia propia o en las condiciones del suelo”.
El fiscal Francisco Cecchini confirmó que del relevamiento que se hizo surgió que no hay testigos: “Si alguien pasó en el momento no lo advirtió, y si lo hizo no frenó”.