Por Juan José Sagardía
Por Juan José Sagardía
Asesinaron a un empresario de nuestra ciudad de Santa Fe y la información periodística dice “tres delincuentes robaron a punta de pistola” en un comercio céntrico y cuando el dueño reaccionó en defensa de sus intereses y familia, “sin armas”, fue ejecutado por el disparo del arma que empuñaban los delincuentes.
Esta es una realidad que nos toca vivir a la comunidad santafesina y la conclusión es muy fácil, la Policía no puede usar su arma, porque los Derechos Humanos, entienden que son gatillo fácil, pero los delincuentes, sí están habilitados y actúan con absoluta impunidad.
El Juez que entienda en la causa, abogados de por medio, podría afirmar que esos delincuentes estaban fuera de sí y actuaron sin darse cuenta de lo que estaban haciendo. Y hasta es probable en el caso de que se detecte quién es el delincuente que la pena que se le aplique en lugar de cadena perpetua, sean unos pocos años y por buen comportamiento a los cuatro queda libre.
De hecho que el muerto tiene pena de muerte, ni siquiera pena perpetua.
Los comerciantes de Santa Fe, declararon “no tenemos claro el plan de acción que tienen para brindarnos seguridad”, de hecho se refieren al Gobierno de la Provincia y a la Justicia en general.
Cabe la reflexión del Centro Comercial de Santa Fe, para buscar una salida. La salida la tienen que dar los señores políticos (Gobernador, Legisladores) y jueces, reformando las vetustas leyes para aplicar las penas que correspondan para los asesinatos, femicidios, golpes a los adultos mayores, la violencia en un robo callejero y los robos a propiedades y tantos otros actos de la delincuencia. Como mínimo lo ocurrido con el comerciante asesinado debe tener la pena de cadena perpetua y por cualquier acto de violación a los Derechos Humanos de los ciudadanos, las penas deben tener entre 40 y 50 años.
Además darle facultad a la policía, dejemos de lado el tema de gatillo fácil, los delincuentes lo hacen y nosotros somos legalistas, así nos va.
Bien, como logramos que esto ocurra, el Centro Comercial, la Unión Industrial, la Bolsa de Comercio, la Sociedad Rural, el Diario El Litoral y tantas otras Instituciones de valía en nuestra sociedad, deberemos analizar juntos, como se le exige a los señores políticos, que todos conocemos y alguno son conocidos en forma personal y los obligamos a tomar cartas en el asunto.
Está bien lo que dice el Centro Comercial, nada de reuniones, respuestas.
Una opinión personal, si no se presiona a los amigos políticos y jueces y vuelvo a reiterar que cada uno tiene una relación personal con alguno, esto no cambia, simplemente pensemos cuando me toca a mi.
La experiencia, nos dice a esta realidad, sino se cambia “ya”, no se cambia y por ende nuestro Presente y Futuro, está en manos de los delincuentes y la drogadicción.
Propuesta, que el Centro Comercial llame a una asamblea de entidades, sin asistencia de gobernantes ni legisladores.